La Santísima Trinidad en la Tierra

Dos enseñanzas

Vol. 15-4(9 al 13) y Vol.  17-41



"nuestra Voluntad..., quiere obrar sola en tres personas distintas en la tierra"

Vol. 15-4(9 al 13)



La misión de la Divina Voluntad reflejará a la Santísima Trinidad en la tierra, y hará que el hombre regrese a su origen 

Vol.  17-41

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AUDIO


"Nuestra Voluntad..., quiere obrar sola en tres personas distintas en la tierra"


De los escritos de la S. D. Luisa PiccarretaVol. 15-4 (9 al 13)  Enero 24, 1923 

Entonces he continuado junto con Jesús girando en su Voluntad para hacer lo que estaba hecho por Él. Luego hemos mirado juntos la tierra, ...

"Hija mía, mi Voluntad en el Cielo contenía al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, una era la Voluntad de las Tres Divinas Personas, mientras eran distintas entre Ellas, pero la Voluntad era una, y Ésta siendo la única que obraba en Nosotros formaba toda nuestra felicidad, nuestra igualdad de amor, de potencia, de belleza, etc. Si en vez de una Voluntad fueran tres Voluntades, no podríamos ser felices, mucho menos volver felices a los demás; habríamos sido desiguales en la potencia, en la sabiduría, en la santidad, etc., así que nuestra única Voluntad, obrante en Nosotros, es todo nuestro bien, del cual brotan tantos mares de felicidad, que ninguno puede penetrar hasta el fondo. 

Ahora, nuestra Voluntad viendo el gran bien del obrar sola en Tres Personas distintas, quiere obrar sola en tres personas distintas en la tierra, 

y éstas son: La Madre, el Hijo, la Esposa. De éstas quiere hacer brotar otros mares de felicidad que llevarán bienes inmensos a todos los viadores". 

Y yo toda maravillada he dicho: "Amor mío, ¿quién será esta Madre afortunada, este Hijo y esta Esposa que reflejarán a la Trinidad sobre la tierra, y que tu Voluntad será una en Ellas? 

Y Jesús: “¡Cómo!, ¿no lo has comprendido? Dos están ya en su puesto de honor: Mi Mamá Divina, y Yo, Verbo Eterno, Hijo del Padre Celestial e Hijo de la Madre Celestial. Con encarnarme en el seno de Ella fui su propio Hijo. La Esposa es la pequeña hija de mi Querer. 

Yo estoy en medio, mi Mamá a la derecha y la Esposa a la izquierda; conforme mi Voluntad obra en Mí, hace el eco a la derecha y a la izquierda, y forma una sola Voluntad, por eso he vertido tantas gracias en ti, he abierto las puertas de mi Querer, te he revelado los secretos, los prodigios que Él contiene, para abrir tantos caminos para hacerte llegar el eco de mi Querer, a fin de que perdiendo el tuyo pudieras vivir con mi sola Voluntad; ¿no estás contenta?" 

Y yo: "Gracias, ¡oh Jesús! y haz, te ruego, que siga tu Querer". 

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AUDIO


La misión de la Divina Voluntad reflejará a la Santísima Trinidad en la tierra, y hará que el hombre regrese a su origen 


 De los escritos de la S. D. Luisa PiccarretaVol. 17-41 Mayo 4, 1925 

Después de haber escrito lo que está arriba, me he puesto a hacer la adoración a mi crucificado Jesús, fundiéndome toda en su Santísima Voluntad, y mi amado Jesús ha salido de dentro de mi interior, y poniendo su santísimo rostro junto al mío, todo ternura me ha dicho: 

“Hija mía, ¿has escrito todo sobre la misión de mi Voluntad?”

Y yo: “Sí, sí, he escrito todo”.

Y Él de nuevo: “Y si te dijera que no has escrito todo, es más, la cosa más esencial la has dejado, por eso vuelve a escribir y agrega: La misión de mi Voluntad reflejará a la Santísima Trinidad en la tierra; y como en el Cielo están el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, inseparables entre Ellos, pero distintos entre Ellos, los cuales forman toda la bienaventuranza del Cielo, así en la tierra habrá tres personas que por su misión serán distintas e inseparables entre ellas: la Virgen con su Maternidad, que refleja la Paternidad del Padre Celestial y encierra su potencia para cumplir su misión de Madre del Verbo Eterno y Corredentora del género humano; mi Humanidad para la misión de Redentor encerró la Divinidad, y el Verbo sin separarse jamás del Padre y del Espíritu Santo para manifestar mi Sabiduría celestial, agregando el vínculo de hacerme inseparable con mi Mamá; tú, para la misión de mi Voluntad, el Espíritu Santo hará desahogo de su amor manifestándote los secretos, los prodigios de mi Querer, los bienes que contiene para hacer felices a aquellos que querrán conocer cuánto bien contiene esta Voluntad Suprema, para amarla y hacerla reinar entre ellos, ofreciendo sus almas para hacerla habitar en sus propios corazones para poder formar su Vida en ellos, agregando el vínculo de la inseparabilidad entre tú, la Madre y el Verbo Eterno. 

Estas tres misiones son distintas e inseparables, y las primeras dos han preparado las gracias, la luz, el trabajo, y penas inauditas para la tercera misión de mi Voluntad, para fundirse ambas en ella, sin dejar su oficio para encontrar reposo, porque sólo mi Voluntad es reposo celestial. 

Estas misiones no se repiten, porque es tal y tanta la exuberancia de la gracia, de la luz, del conocimiento, que todas las generaciones humanas podrán quedar llenas, más bien, no podrán contener todo el bien que contienen. 

Estas misiones están simbolizadas en el sol, que al crearlo lo llené de tanta luz y calor, de modo que todas las generaciones humanas tienen luz sobreabundante, y no tuve en cuenta que al principio de la Creación, estando sólo Adán y Eva que debían gozárselo, hubiera podido poner en el sol una luz que bastase solamente para ellos dos, y conforme debían crecer las generaciones acrecentar nueva luz; no, no, lo hice lleno de luz como es todavía ahora y será

Mis obras, por decoro y honor de nuestra potencia, sabiduría y amor, son siempre hechas con la plenitud de todo el bien que contienen, no sujetas a crecer o decrecer; 

así hice con el sol, concentré en él toda la luz que debía servir hasta al último hombre. ¿Y cuántos bienes no hace el sol a la tierra? ¿Cuánta gloria en su muda luz no da a su Creador? Puedo decir que me glorifica y me hace conocer más el sol en su mudo lenguaje, por los inmensos bienes que hace a la tierra, que todas las demás cosas juntas, y esto porque es pleno en su luz y estable en su curso. Cuando miré el sol que con tanta luz sólo Adán y Eva gozaban, miré también a todos los vivientes, y viendo que esa luz debía servir a todos, mi paterna bondad exultó de alegría y quedé glorificado en mis obras. 

Así hice con mi Mamá, la llené de tanta gracia que puede dar gracias a todos sin agotar una sola; 

así hice con mi Humanidad, no hay bien que no posea, encierra todo, aún a la misma Divinidad, para darla a quien la quiera; 

así he hecho contigo, he encerrado en ti mi Voluntad, y con Ella me he encerrado a Mí mismo; he encerrado en ti sus conocimientos, sus secretos, su luz; he llenado tu alma hasta el borde, tanto, que lo que escribes no es otra cosa que el desahogo de lo que contienes de mi Voluntad, y a pesar de que ahora te sirve sólo a ti, y algún rayo de luz a alguna otra alma, Yo me contento, porque siendo luz, por sí misma, más que segundo sol se hará camino para iluminar las generaciones humanas y llevar el cumplimiento de nuestras obras, que nuestra Voluntad sea conocida y amada y reine como vida en las criaturas. Esta fue la finalidad de la Creación, éste su principio, éste será el medio y el fin. Por eso sé atenta, porque se trata de poner a salvo esa Voluntad Eterna que con tanto amor quiere habitar en las criaturas, pero quiere ser conocida, no quiere estar como extraña, sino quiere dar sus bienes y hacerse vida de cada uno, pero quiere sus derechos, su lugar de honor, quiere que la voluntad humana se ponga a un lado, única enemiga suya y del hombre. 

La misión de mi Voluntad fue la finalidad de la creación del hombre. Mi Divinidad no partió del Cielo, de su trono, pero mi Voluntad no sólo partió, sino que descendió en todas las cosas creadas y ahí formó su Vida. 

Pero mientras todas las cosas me reconocieron, y Yo con majestad y decoro en ellas habito, sólo el hombre me arrojó; pero Yo quiero conquistarlo y vencerlo, y por eso mi misión no ha terminado, por eso te he llamado a ti, confiándote mi misma misión, a fin de que pongas en el regazo de mi Voluntad al que me arrojó, y todo me regrese en mi Querer. 

Por eso no te asombres por cuantas cosas grandes y maravillosas pueda decirte para esta misión, por cuantas gracias pueda hacerte, porque no se trata de hacer un santo, de salvar a las generaciones, sino se trata de poner a salvo una Voluntad Divina, que todos regresen al principio, al origen del cual todos salieron, y que la finalidad de mi Voluntad tenga su cumplimiento”.