Toman el vuelo hacia el Cielo

Esta enseñanza, Palabra Divina, podemos escucharla y leerla

completa y por párrafos:


🎧 Enseñanza completa Vol. 34-43

🎧 En el punto de la muerte Vol. 34-43 (5)

Vol. 34-43

De los escritos de la S. D. Luisa Piccarretavol. 34-43 Julio 12, 1937

Cómo las reflexiones humanas quitan el puesto a las divinas,

y son piedras que enturbian la fuente del alma.

Cómo la Divina Voluntad convierte en naturaleza su amor, y lo que hace en el punto de la muerte lo anticipa a quien vive en Ella



Vol. 34-43 (1-3)


(1) Estoy entre los brazos del Querer Divino, el cual más que vigilante centinela, no sólo quiere hacerse vida de cada uno de mis actos, sino que penetrando en cada rincón de mi corazón y de mi mente,

me reprende si todo lo que entra en mí no es parto del Fiat.

Y mi siempre amable Jesús, visitando mi pequeña alma, y poniéndose en actitud de maestro que en todo quiere enseñar a su hija, me ha dicho:

“Hija bendita de mi Voluntad,

tú debes saber que las reflexiones propias, las impresiones, las opresiones, las melancolías, las dudas, los pequeños temores,

impiden las reflexiones divinas, las impresiones santas, el rápido vuelo hacia el Cielo, las alegrías del verdadero bien, la paz celestial;

ellas son como tantas piedras arrojadas dentro de un lago mientras la persona se está mirando reflejada en aquellas aguas limpias como dentro de un espejo, y ve toda entera su persona, bella y ordenada como es; ahora, ¿qué sucede? Mientras se está mirando en aquellas aguas tersísimas, viene arrojada en aquel lago una pequeña piedra, el agua se encrespa, se enturbia y forma tantas ondas y ondas que se enturbia toda el agua, y de la pobre persona que se estaba mirando, ¿qué ha sucedido? Conforme se formaban las ondas en el agua, así se llevaban, quién un pie, quién un brazo, quién una mano, quién la cabeza, de modo que se veía toda destrozada por las ondulaciones de aquellas aguas; ¿quién ha sido la que ha hecho perder la limpieza de aquellas aguas de modo que no se ve más entera su imagen, sino en modo de dar piedad? ¿Quién ha sido? Una pequeña piedra.

Tal es el alma creada por Dios,

más que fuente tersísima, en la cual Dios debía mirarse en ella, y ella en Dios;

ahora; las reflexiones, las opresiones, las dudas, temores, etc., son como tantas piedras arrojadas en el fondo de su alma,

y Dios mirándose en ella, no lo siente todo entero, sino como dividido en tantas partes, por lo tanto dividida la fuerza, la alegría divina, la santidad, la unidad de la paz,

esto le impedirá conocer quién es Dios,

cuánto la ama y qué quiere de ella;

y queriéndose mirar ella en Dios, estas piedras le impedirán el paso haciéndola tropezar en el camino, impidiéndole el vuelo para mirarse en Aquél que la ha creado, mientras que parecen cosa de nada.

No obstante en esto viene formado el conocimiento de Dios en la criatura, la unión, la santidad, el mirarse Dios en la criatura, y ella en Dios. Si el alma no es turbada por estas piedras que se pueden llamar bagatelas del alma, que faltando la solidez y sustancia del verdadero amor,

están siempre enturbiadas y Dios no se puede espejear en ellas para formar su bella imagen, por eso sé atenta y busca siempre mi Voluntad”.

Jesús ha hecho silencio, y yo he quedado pensando en el gran mal que hacen las reflexiones propias, y mi dulce Jesús ha agregado:

(4) “Hija mía,

sólo en mi Voluntad el alma puede llegar al ápice de la santidad más alta,

y encerrar en sí, por cuanto a criatura es posible, un acto completo, de llenarse tanto, de no dejar ningún vacío en ella, tanto de convertirse en naturaleza propia el bien que hace;

si ama en mi Fiat,

la ola del amor le llueve por todas partes, le inviste las más íntimas fibras, y mientras le llueve encima arrollándola toda en el amor, se constituye reina y convierte en naturaleza su amor en la criatura, pero tanto, que se sentirá el respiro, el latido, el movimiento, el paso, todo su ser, que no sabe hacer otra cosa que amar; esta ola de amor se eleva hasta el Cielo, sin cesar de lloverle encima y toma por asalto a su Creador, y lo ama siempre, porque cuando el bien se convierte en naturaleza, se siente la necesidad de repetir el bien recibido como acto que constituye su vida.

Si adora,

se sentirá cambiada la naturaleza en adoración, así que en todo se sentirá sacar adoraciones profundas a su Creador.

Si repara,

sentirá el movimiento de ir buscando todas las ofensas para poner en ellas su reparación.

En suma, mi Voluntad con su fuerza creadora no deja ningún vacío y convierte en naturaleza todo lo que la criatura hace en Ella; mira qué diferencia entre quien vive en mi Voluntad y la posee como Vida obrante, y entre quien la reconoce como virtud, y tal vez en las ocasiones más dolorosas de la vida, y en todo el resto como si no existiera para ellos.


Vol. 34-43 (5)







(5) Ahora quiero decirte otra sorpresa consoladora: Es tanta nuestra complacencia cuando la criatura se decide con firmeza irremovible a vivir en nuestro Querer, que lo que debemos hacer

en el punto de la muerte,

de confirmarla en el bien en el cual se encuentra, porque tú debes saber que todo lo que ella ha hecho en vida, oraciones, virtudes, penas sufridas, obras buenas,

sirven para formar nuestra pequeña Vida Divina en su alma, ningún bienaventurado entra en el Cielo si no posee esta Vida Divina,

según el bien que hayan hecho, y si más me han amado y cumplido mi Voluntad, así la tendrán, quién más pequeña, quién más grande, porque la verdadera felicidad, las verdaderas alegrías se deben poseer dentro, así que cada uno tendrá dentro y fuera de ellos a su Dios, que le dará siempre nuevas alegrías, tanto, que

si las almas, muriendo no están llenas hasta el borde de amor y de Voluntad mía, las confirmo, sí, pero no entran al Cielo,

las mando al purgatorio a llenar estos vacíos de amor y de Voluntad mía por caminos de penas, de ansias y de suspiros, y cuando del todo se han llenado, de modo que se ve en ellas que están ya todas transformadas en mi amor y en mi Voluntad,

entonces toman el vuelo hacia el Cielo.


Ahora,

para quien no quiere hacer más su voluntad, sino sólo la mía,

no queremos esperar aquel punto, nuestro amor nos lleva con una fuerza irresistible a anticipar la confirmación en el bien, y convertir en naturaleza nuestro amor y nuestra Voluntad, así que sentirá que mi amor, mi Querer son suyos, sentirá más mi Vida que la suya,

pero ¡oh! con qué diferencia de aquellos que son confirmados en el punto de la muerte,

ellos no crecerán más en el bien, sus méritos han terminado;


en cambio en éstos mi Vida crecerá siempre, los méritos no terminan, es más, tendrán los méritos divinos, conforme continúen a amarme y a vivir de mi Voluntad, así me conocerán de más, y Yo los amo de más y aumento su gloria, puedo decir que corro en cada acto suyo para darles mi beso, mi amor, para reconocerlos que son míos y darles el valor, el mérito como si los hubiese hecho Yo. ¡Ah! tú no puedes comprender qué cosa sentimos por quien vive en nuestro Querer, cómo lo amamos, queremos volverlo contento en todo, porque en él encontramos realizado el fin de la creación, concentrada toda la gloria que todas las cosas nos deberían dar; y además, nuestra Voluntad cumplida es todo para Nosotros”.