En virtud de la Divina Voluntad por las Palabras de Jesús en el vol.6, cap. 9(2) "Cómo el santo deseo de recibir a Jesús suple el sacramento, haciendo que el alma respire a Dios, y que Dios respire al alma"
"No habiendo podido recibir la comunión esta mañana, estaba toda afligida, pero resignada, y pensaba entre mí que si no hubiera sido porque me encontraba en esta posición de estar en la cama, y de ser víctima, ciertamente la habría podido recibir, y decía al Señor: “Mira, el estado de víctima me somete al sacrificio de privarme de recibirte en el sacramento, al menos acepta el sacrificio de privarme de Ti para contentarte, como un acto más intenso de amor por Ti, porque al menos el pensar que tu misma privación atestigua de más mi amor por Ti, endulza la amargura de tu privación”. Y mientras esto decía, las lágrimas me descendían de los ojos, pero, oh bondad de mi buen Jesús, no apenas me he adormecido, sin hacerme esperar tanto y buscar según lo acostumbrado, ha venido súbito y poniéndome sus manos en la cara, me acariciaba y me decía:
Fiat