"Sin Él

me siento en ayunas,

sin fuerza, sin calor y sin vida,

es más, siento la muerte a cada instante, porque faltándome no hay quién pueda sustituirse a alimentar su Vida en mí"


“Llegará el momento en que el esposo les será quitado, y entonces ayunarán” (Mt: 9, 15)

Mi pequeña y pobre voluntad siente la extrema necesidad del Querer Divino, sin Él me siento en ayunas



De los escritos de la S. D. Luisa Piccarreta Vol. 34-5 (1,2) enero 5, 1936

Mi pequeña y pobre voluntad siente la extrema necesidad del Querer Divino,

sin Él me siento en ayunas,

sin fuerza,

sin calor

y sin vida,

es más, siento la muerte a cada instante,

porque faltándome no hay quién pueda sustituirse a alimentar su Vida en mí. Por eso voy repitiendo:

“Tengo hambre, ven ¡oh! Voluntad Divina a darme tu Vida para saciarme de ti, de otra manera yo muero.” Pero mientras deliraba porque

quería sentir en mí la plenitud de la Divina Voluntad,

mi dulce Jesús, repitiéndome su breve visita, toda bondad me ha dicho:

“Hija mía bendita, tus delirios, tu hambre que siente la extrema necesidad

porque quieres sentir a cada instante la Vida de mi Voluntad,

son heridas a mi corazón, son desgarros de amor que violentándome me hacen correr, volar para venir a hacer crecer la Vida de mi Voluntad en ti.

Tú debes saber que en cuanto la criatura

🔹 quiere hacer mi Voluntad para vivir y hacer sus actos en Ella,

LLAMA A SU CREADOR, el Cual se siente llamado POR LA POTENCIA DE SU MISMO QUERER en la criatura,

a la cual no le es dado resistir o poner la mínima resistencia.

Es más, como no nos dejamos vencer jamás en amor,

en cuanto vemos que está por llamarnos,

no le damos tiempo, Nosotros la llamamos a ella y ella corre en nuestro Ser Divino como en su propio centro, se arroja en nuestros brazos,

y Nosotros la estrechamos tanto, de transformarla en Nosotros,

sucede un acuerdo perfecto entre el Creador y la criatura, y es tanto nuestro énfasis de amor, que la amamos con nuevo y duplicado Amor, pero esto no basta, le damos tal comunicación de nuestro Ser Supremo, de hacernos amar con amor nuevo y duplicado por ella.


Y si tú supieras

qué significa ser amado por Dios con nuevo y duplicado Amor,

y poderlo amar con amor nuevo y duplicado, sólo en nuestra Voluntad Divina hay estas maravillas y prodigios.

Dios se ama a Sí mismo en la criatura,

todo es suyo, por eso no es maravilla que ponga en campo su siempre nuevo Amor,

lo duplica, lo centuplica cuanto quiere, y da la gracia a la criatura de amarlo con su mismo Amor,


si esto no fuese se vería gran disparidad entre quien puede amar y entre quien no puede amar, y la pobre criatura quedaría humillada, anulada, sin arrojo y unión de amor con su Creador, y cuando dos seres no se pueden amar con igual amor, la desigualad produce la infelicidad,


mientras que nuestra Voluntad es Unidad, y libremente

da a la criatura su Amor para hacerse amar,

da su Santidad para hacerla santa,

su Sabiduría para hacerse conocer,

no hay cosa que posea que no quisiera darle.

Mucho más que

🔹con vivir en nuestro Fiat,

como ha puesto a un lado su voluntad para dar vida a la nuestra en sus actos, ha formado la pequeña Vida de nuestro Querer en ella,

la cual reclama, suspira el crecimiento,

y basta un acto de más en Él para crecer,

un suspiro para quitarse el hambre,

un deseo total de que mi Querer corra en todo su ser

para formarse alimento suficiente para sentirse satisfecha de todo lo que pertenece a su Creador.

Se requiere atención suma, y mi Voluntad hará todo lo que se necesita para formar su Vida en la criatura.”

-Fiat Divina Voluntad!-