Tú no debes afligirte por los pensamientos, sino por los hechos.


¿No es verdad acaso que tu voluntad, abrazando la mía quiere encontrar a todos

para vincularlos con la mía,

para reanudar todas las relaciones rotas entre la voluntad humana y la Divina,

ofreciéndote a defender y excusar a las criaturas y a reparar al Creador?

Esto ciertamente es un hecho en ti;



¿no es cierto que juraste querer vivir en mi Querer pronunciando un sí?


¡Ah! ese te es cadena que te tiene atada en mi Voluntad, y gustando de Ella te hace aborrecer hasta la sombra de la tuya, esto es un hecho, y además, tantas otras cosas que tú sabes.

AUDIO

De los escritos de la S. D. Luisa PiccarretaVol. 16-31 Noviembre 20, 1923


Temores de Luisa.

La voluntad humana pone al alma en la pendiente del mal, la Divina en cambio hace resurgir todo


Sentía temor sobre lo que escribo, y pensaba entre mí: “¿Cuál no será mi confusión en el día del juicio, si en vez de ser mi Jesús el que me habla fuera una fantasía mía, o bien el enemigo infernal? Mi Jesús, me siento morir con sólo pensarlo, y Tú sabes el gran rechazo que siento al escribir, si no fuera por la bendita obediencia no habría escrito ni siquiera una palabra”. Y sentía tal confusión, que si hubiera estado en mi poder hubiera quemado todo.


Ahora, mientras me encontraba en este estado, mi siempre adorable Jesús ha salido de dentro de mi interior como pequeño niño, y poniendo su cabecita sobre mi hombro se estrechaba a mi cara, y me ha dicho:


“Hija mía, ¿por qué temes? Tú no debes afligirte por los pensamientos, sino por los hechos.


¿No es verdad acaso que tu voluntad, abrazando la mía quiere encontrar a todos para vincularlos con la mía, para reanudar todas las relaciones rotas entre la voluntad humana y la Divina, ofreciéndote a defender y excusar a las criaturas y a reparar al Creador? Esto ciertamente es un hecho en ti;



¿no es cierto que juraste querer vivir en mi Querer pronunciando un sí?


¡Ah! ese sí te es cadena que te tiene atada en mi Voluntad, y gustando de Ella te hace aborrecer hasta la sombra de la tuya, esto es un hecho, y además, tantas otras cosas que tú sabes.


Si tú escribieras y no existiera en ti la vida, los hechos de lo que escribes, entonces habrías podido temer, y Yo no te hubiera dado ni fuerza, ni luz, ni asistencia, más bien te habría disminuido y no habrías podido seguir adelante,


por eso cálmate y continúa viviendo como empastada en mi Voluntad, a fin de que ensanches los confines de tu voluntad humana en la mía. Mira, también mi Humanidad fue pequeña y fue creciendo como empastada con la Divina Voluntad, de modo que conforme crecía, así mi voluntad humana, viviendo junto con la Divina, agrandaba sus confines en la del Eterno y preparaba la Redención y el Fiat Voluntas Tua como en el Cielo así en la tierra.


¿Y tú no quieres seguir mi crecimiento y tu vuelo en mi Voluntad? Mi Voluntad no sólo es vida, sino es aire del alma, y si falta el aire a la vida, la naturaleza comienza a declinar, el respiro es dificultoso, el corazón es obstruido en su latir, la circulación de la sangre es irregular, la inteligencia queda aturdida, el ojo casi ciego, la voz apagada, las fuerzas perdidas; ¿qué cosa es lo que provoca tanto desorden en la vida humana? La falta del aire, así que un aire balsámico puede restituir el orden, el vigor a la naturaleza. Y esto lo hace la propia voluntad, que como aire malo pone el desorden, la irregularidad, la debilidad y la declinación a lo que es bien en el alma, y si no se ayuda con el aire celestial de mi Voluntad, que todo hace resurgir, fortifica, ordena, santifica, la vida humana será una vida casi muerta, desordenada y en el declive del mal”.


Fiat Divina Voluntad