Tú no puedes entender todo el bien, la luz, la fuerza que hay dentro de una palabra, pero tú Jesús lo sabe, y sabe a quién debe servir y el bien que debe hacer"

Vol. 16-40 (3)

Esta Oración para Fundirnos en el Espíritu Santificador es en virtud de la Palabra de Jesús del vol. 17, cap. 43 (5)

Giro con Reparación al Espíritu Santo

AUDIO


Me Fundo en Ti, Espíritu Santo



    Me fundo en el orden de tu Gracia, en todo lo que has hecho y harás en nosotros los santificantes. 

    ¡Ven Divino Espíritu!, haz desahogo de Tu obra en el Fiat Voluntas Tua!  Danos pronto a conocer Vuestra Voluntad, Vuestro primer acto de su Santificación completa, el cual es la Divina Voluntad! 

      Vengo ante ti Suprema Majestad, para dar la correspondencia de amor al Espíritu Santificador a nombre de todos los santificantes, entro en el orden de Tu gracia para poder darte Amor, Honor y Gloria como si todos fuéramos santos, reparo por todas las oposiciones e incorrespondencias a los actos de Tu gracia haciendo mío Tu dolor, Tus gemidos inenarrables secretos, Tus suspiros angustiosos ocultos en el fondo de los corazones. Por el dolor que te damos, perdón Espíritu Santificador. 


¡Ven Divino Espíritu en mí!, haz desahogo de Tu obra en el Fiat Voluntas Tua. Fiat!

Estamos en la Era del Tercer Fiat!

La Era Celestial y Trina de la Divina Voluntad


Oremos al Espíritu Santo por Este Pentecostés Divino



En tu Divino Querer, unidos a Nuestra Madre María, y a Luisa, la pequeña hija de la Divina Voluntad, en el Cenáculo del Monte Sión (1era. Iglesia Cristiana), oramos por la Gran Efusión de Ti, Espíritu Santo, para un Segundo Pentecostés para toda la humanidad, que se extienda el Reino de Tu Divina Voluntad y triunfe en todos la Era del Tercer Fiat!

Al final de la página, ver Pequeñas notas referente a: 

El Don de Entendimiento-

El Don de Inteligencia

AUDIO

⚜️ Para el Don de Entendimiento

De los escritos de la S. D. Luisa PiccarretaVol. 16-46 (2-3) Feb 10, 1924

La doctrina sobre la Divina Voluntad es la más pura, la más bella, por la cual será renovada la Iglesia y transformada la faz de la tierra 



... en mi Omnividencia veo que estos escritos serán para mi Iglesia como un nuevo Sol que surgirá en medio de Ella, y los hombres atraídos por su luz deslumbrante se aplicarán para transformarse en esta Luz y salir espiritualizados y divinizados, por lo cual renovándose la Iglesia, transformarán la faz de la tierra.


La doctrina sobre mi Voluntad es la más pura, la más bella, no sujeta a sombra de materia o de interés, tanto en el orden sobrenatural como en el orden natural, por eso será, a manera de sol, la más penetrante, la más fecunda y la más bienvenida y acogida. Y como es Luz, por sí misma se hará entender y se abrirá camino. No estará sujeta a dudas, a sospechas de error, y si alguna palabra no se entenderá, será la demasiada Luz, que eclipsando la inteligencia humana no podrán comprender toda la plenitud de la verdad, pero no encontrarán una palabra que no sea verdad, a lo más, no podrán del todo comprenderla. Por eso, en vista del bien que veo, te incito a que nada dejes de escribir, un dicho, un efecto, una semejanza sobre mi Voluntad, puede ser como un rocío benéfico sobre las almas, como es benéfico el rocío sobre las plantas después de un día de sol ardiente, como una lluvia abundante después de largos meses de sequía. Tú no puedes entender todo el bien, la luz, la fuerza que hay dentro de una palabra, pero tú Jesús lo sabe, y sabe a quién debe servir y el bien que debe hacer".


Ahora, mientras esto decía me ha hecho ver en medio de la Iglesia una mesa, y todos los escritos sobre la Divina Voluntad puestos encima, muchas personas venerables rodeaban esa mesa y salían transformadas en luz y divinizadas, y conforme caminaban comunicaban aquella Luz a quien encontraban.

Y Jesús ha agregado: "Tú verás desde el Cielo el gran bien, cuando la Iglesia recibirá este alimento celestial, que fortificándola la hará resurgir en su pleno triunfo." ...

Fiat Divina Voluntad

Don de Inteligencia

Don de Entendimiento


El don de entendimiento o Inteligencia es una gracia especial del Espíritu Santo que nos permite comprender la Palabra de Dios y todas las verdades reveladas. Por la acción iluminadora del Espíritu Santo, la inteligencia del hombre se hace apta para profundizar las verdades reveladas. Es como un fogonazo que nos ilumina para comprender al instante una verdad revelada. Tomamos la Sagrada Escritura, la leemos y no comprendemos algún pasaje; pero, de repente, una luz penetrante del Espíritu Santo nos hace comprender de inmediato aquello inaccesible para nuestra capacidad humana, como les sucedió a los discípulos de Emaús, cuando se les abrieron los ojos y reconocieron a Jesús. 

La palabra «inteligencia» deriva del latín intus legere, que significa «leer dentro», penetrar, comprender a fondo. Mediante este don el Espíritu Santo, que «escruta las profundidades de Dios» (1 Cor 2,10), comunica al creyente una chispa de capacidad penetrante que le abre el corazón a la gozosa percepción del designio amoroso de Dios. Se renueva entonces la experiencia de los discípulos de Emaús, los cuales, tras haber reconocido al Resucitado en la fracción del pan, se decían uno a otro: «¿No ardía nuestro corazón mientras hablaba con nosotros en el camino, explicándonos las Escrituras?» (Lc 24:32)

Otro efecto es que nos abre el sentido oculto de las Sagradas Escrituras. Fue lo que les ocurrió a los discípulos de Emaús cuando «les abrió la inteligencia para que entendiesen las Escrituras» (Le 24,45), y es lo que les sucede a los místicos han experimentado este fenómeno, quienes, sin estudios ni otro tipo de ayuda humana, el Espíritu Santo les descubre de pronto el sentido profundo de algún pasaje de las Sagradas Escrituras. Por eso se les caen de las manos los libros escritos por los hombres y deciden mejor escuchar solo las palabras que brotan del Verbo Encarnado. 

No se rompen jamás del todo en esta vida los velos del misterio, como decía San Pablo: «ahora vemos como en un espejo y oscuramente» (1 Cor 13,12), pero nos da una seguridad inquebrantable de las verdades de la fe.

Del don de Entendimiento se producen los frutos del gozo espiritual y la certeza inquebrantable de la fe.