“Hija mía, cuando Yo te pregunté

si tú consentías en querer hacer vida en mi Querer,... tú aceptaste


así que tu vida terminó,

tu voluntad no tiene más razón de vivir..."

Vol. 12-125

La vida en mi Voluntad es

vivir sin vida propia, sin reflexiones personales, sino que es la vida que abraza todas las vidas juntas.




De los escritos de la S. D. Luisa PiccarretaVol. 12, cap. 125 marzo 19, 1920

“¡Ah hija mía, cálmate, de otra manera me haces mal, abres heridas más profundas en mi corazón! ¿Me quieres tú tal vez superar? También Yo habría querido encerrar en Mí todas las penas de las criaturas, era tanto el amor hacia ellas, que habría querido que ninguna pena las tocara, pero esto no lo pude obtener, debí someterme a la sabiduría y a la justicia del Padre, que mientras me permitía satisfacer en gran parte a las penas de las criaturas, no quiso mi satisfacción por todas las penas, y esto por decoro y por equilibrio de su justicia.

Mi Humanidad habría querido sufrir tanto, para poder poner término al infierno, al purgatorio y a todos los castigos, pero la Divinidad no quiso y la justicia dijo a mi amor:

“Tú has querido el derecho del amor, y te ha sido concedido,

Yo quiero los derechos de la justicia”.


Yo me resigné a la sabiduría de mi Padre, la vi justa, pero mi gimiente Humanidad sentía la pena por las penas que tocaban a las criaturas.

Ahora al oír tus lamentos por no poder sufrir, escucho el eco de mis lamentos y corro a sostener tu corazón para darte fuerza, sabiendo cómo es dura esta pena, pero debes saber que ésta es una pena también de tu Jesús”.


... “Hija mía, cuando Yo te pregunté si tú consentías en querer hacer vida en mi Querer, y tú aceptaste diciendo:

“Digo sí no en mi querer, sino en el tuyo, a fin de que el mío tenga todo el poder y el valor de un sí de un Querer Divino”.

Aquel sí existe y existirá siempre, como existirá mi Querer, así que tu vida terminó, tu voluntad no tiene más razón de vivir y por eso te dije que estando en mi Voluntad todas las criaturas, a nombre de toda la familia humana

vienes a deponer en modo divino, a los pies de mi trono,

en tu mente los pensamientos de todos para darme la gloria de cada pensamiento,

en tu mirada,

en tu palabra,

en tu acción,

en el alimento que tomas,

aun en el sueño, lo de todos;

así que tu vida debe abrazar todo,

por eso ves que cuando alguna vez, oprimida por el peso de mi privación, alguna cosa de lo que haces se te escapa y no unes a toda la familia humana junta, Yo te reclamo, y si no me pones atención, afligido te digo:

“Si no quieres seguirme, Yo lo hago por Mí mismo.” La vida en mi Voluntad es vivir sin vida propia, sin reflexiones personales, sino que es la vida que abraza todas las vidas juntas.

Sé atenta en esto y no temas”.

Fiat Divina Voluntad