Intercambio de Voluntad

Giros del Alma

De los escritos de la S. D. Luisa PiccarretaVol. 18-6 (1 al 3) octubre 10, 1925

"Te haremos Don de la (Voluntad) nuestra"


AUDIO



Mt: 10, 34

Y el que pierda su vida por mí, la encontrará



"Intercambio de Voluntad entre Dios y la Santísima Virgen y Luisa"


Encontrándome en mi acostumbrado estado, mi pobre mente se encontraba en una atmósfera altísima, me parecía ver a la Divinidad y sobre una rodilla del Padre Celestial a mi Reina Mamá muerta, como si no tuviera vida; yo maravillada pensaba entre mí: “Mi Mamá está muerta, pero qué muerte feliz morir sobre las rodillas de nuestro Creador”. Pero mirando mejor, veía como si su voluntad estuviese separada del cuerpo, estaba en las manos del Padre Divino.

Yo asombrada miraba pero no me sabía explicar lo que veía, pero una voz que salía del trono decía: “Esta es la elegida entre todas las elegidas, es la toda bella, es la única criatura que nos hizo don de su voluntad, y muerta nos la dejó sobre las rodillas, en nuestras manos, y Nosotros en correspondencia le hicimos don de nuestra Voluntad.

Don más grande no podíamos hacerle, porque con la adquisición de esta Suprema Voluntad tuvo poder de hacer descender al Verbo sobre la tierra y de hacer formar la Redención del género humano. Una voluntad humana no tendría poder sobre Nosotros ni ningún atractivo, en cambio una Voluntad Divina dada por Nosotros mismos a esta incomparable criatura nos venció, nos conquistó, nos raptó, y no pudiendo resistir cedimos a sus instancias de hacer descender al Verbo sobre la tierra.

Ahora esperamos que vengas tú a morir sobre la otra rodilla, donándonos tu voluntad, y Nosotros, viéndola muerta en nuestras manos, como si no existiera más para ti, te haremos don de la nuestra y por medio tuyo, es decir, por medio de esta nuestra Voluntad donada a ti, regresará a vivir nuestro Fiat sobre la tierra.

Estas dos voluntades muertas sobre nuestras rodillas serán el rescate de tantas voluntades rebeldes, y las tendremos como prendas preciosas que nos reharán de los tantos males de todas las demás criaturas, porque con nuestra Voluntad podrán satisfacernos”.

La voz no se oía más, y yo me he encontrado sobre la otra rodilla Paterna en acto de dar el último respiro quedando muerta, pero en ese mismo instante me he encontrado en mí misma, pero no sé decir lo que sentía en mí, sólo rogaba de corazón que no más mi voluntad entrara en mí, sino que sólo la Divina tuviese vida en mí. ¡Ah, sólo Ella es la portadora de todos los bienes y la repetidora de Jesús en las almas, que haciendo eco al Fiat de la Creación abraza todo y a todos como de un solo golpe y corresponde a Dios por la obra de la Creación, Redención y Santificación! La Voluntad Divina obrante en nosotros todo puede hacer, es la verdadera Reina que reina e impera sobre todo.