La Santísima TrinidadModelo del Verdadero Amor Perfecto
Amarse a Sí Mismaen lo que Quiere hacer y producirLibro de Cielo Vol. 35-12 (4)

AUDIO


La Santísima TrinidadModelo del Verdadero Amor Perfecto
Amarse a Sí Mismaen lo que Quiere hacer y producir
De los escritos de la S. D. Luisa PiccarretaVol. 35-12 (4) Octubre 19, 1937

“Hija mía, no te maravilles, todo es posible a mi Voluntad. El verdadero amor, cuando es perfecto, comienza de sí mismo, el verdadero modelo es la Trinidad Sacrosanta: Mi Padre Celestial se amó a Sí mismo, y en su amor generó a su Hijo, cuando se amó a Sí mismo en el Hijo. Yo, su Hijo, me amé a Mí mismo en el Padre, y de este amor procedió el Espíritu Santo. 

En este amarse a Sí mismo, el Padre Celestial generó un solo amor, una sola potencia y santidad, y así de todo lo demás, vinculó la unión inseparable de las Tres Divinas Personas. Y cuando creamos la Creación nos amamos a Nosotros mismos, así que nos amamos a Nosotros mismos en el extender el cielo, en el crear el sol, fue el amor de Nosotros mismos lo que nos impulsó a crear tantas cosas bellas dignas de Nosotros e inseparables de Nosotros. Y cuando creamos al hombre, el amor de Nosotros mismos se hizo más intenso, y amándonos a Nosotros mismos en él, nuestro amor reprodujo nuestra Vida y semejanza en el fondo de su alma. No se puede dar sino lo que se tiene, y como nuestro amor era perfecto, amándonos a Nosotros mismos no nos podíamos separar de lo que salía de Nosotros. Ahora, nuestra Voluntad, con el querer a la criatura para que viva en Ella para formar su reino, se ama a Sí misma, y amándose a Sí misma quiere dar lo que posee, y sólo está contenta cuando forma la repetición de nuestra Vida, cuando obra en los actos de la criatura, y triunfante y victoriosa, con suma gloria y honor nuestros, nos la lleva a nuestro seno divino para hacer que Nosotros reconozcamos nuestra Vida en el obrar de quien vive en su Querer. 

Es propiamente esto lo que significa amarse a Sí misma en lo que quiere hacer y producir: Darse a Sí misma para poder formar otro ser similar a Ella. Nuestra Voluntad es la fecundadora y la inseminadora de nuestra Vida, y donde encuentra almas dispuestas se ama a Sí misma, con su amor las fecunda y siembra en ellas sus actos divinos, los cuales, unidos juntos forman el gran prodigio de la Vida Divina en la criatura. Por eso déjate en poder de mi Voluntad, y haz que haga de ti lo que Ella quiere hacer, y seremos felices tú y Nosotros”. 


Fiat Divina Voluntad