“Pero, ¿para qué sirven las tantas veces que giro y vuelvo a girar en el Fiat Supremo para seguir sus actos?


"... Misión en el momento presente"


Abril 1, 2020

Lectura y comentario del Padre Carlos Massieu, Ex Vice Postulador de la Causa de Luisa Piccarreta.

Nos dice Padre Carlos:

"... Misión en el momento presente"




De los escritos de la S. D. Luisa PiccarretaVol. 28, cap. 7 abril 1, 1930

Qué significa entrar en el acto primero del Querer Divino; las gotitas que la criatura forma en su mar de luz. Cómo Dios en todas las cosas creadas pone tantos actos de amor por cuantas veces se debía servir de ellas la criatura. Cómo la vida tiene necesidad de alimento

Mi pobre inteligencia se siente como atraída a navegar el mar inmenso del Fiat Divino, y en su mar va en busca de sus actos para amarlos, adorarlos y hacerles compañía, así que mi pobre mente está bajo el influjo de una fuerza irresistible, que la hace ir siempre vagando en busca de los actos del Supremo Querer. Pero mientras esto hacía pensaba:

“¿Qué bien hago en girar y volver a girar en el mar del Fiat Divino?”

Y mi dulce Jesús me ha dicho:

“Hija mía, por cuantas veces giras en el mar de mi Querer Divino,

tantos puestos tomas en Él, y formas tus gotitas en nuestro mar, las cuales se pierden en él y quedan inseparables, y Nosotros sentimos tus gotitas que nos aman y hacen una sola vida con Nosotros y decimos:

‘La recién nacida de nuestro Querer nos ama en nuestro mar, no fuera de él, es justo que le cedamos los derechos de hacerla venir cuantas veces quiera a nuestro mar, mucho más que ella no quiere otra cosa que lo que queremos Nosotros, y ésta es la alegría más grande que nos trae, como si nos trajese en su pequeño regazo toda nuestra Divina Voluntad, que desbordándola por todas partes queda eclipsada en su luz, y Nosotros gozamos al ver tu pequeñez encerrada en nuestra luz’.

Y si tú sientes la fuerza irresistible de venir a hacer tus giros en el mar de nuestro Fiat, es la fuerza imperante de Él, que ama tanto el ver tu pequeñez formar las gotitas de luz en su mar.

He aquí lo que significa entrar en el acto primero de nuestro Querer, la criatura que toma su puesto en Él y ahí forma sus gotitas.

Por eso, ten como gran fortuna tu girar siempre en nuestro Fiat”.

Después seguía los actos del Fiat Divino en la Creación, y me parecía que todos palpitaban de amor de su Creador hacia las criaturas. El cielo, las estrellas, el sol, el aire, el viento, el mar, y todas las cosas creadas están en perfecto acuerdo entre ellas, tanto, que si bien son distintas entre ellas, pero viven como fundidas juntas, tan es verdad, que donde está la luz del sol, en el mismo espacio está el aire, el viento, el mar, la tierra, pero cada una tiene su latido de amor distinto hacia la criatura. Pero mientras esto y otras cosas pensaba, mi siempre amable Jesús estrechándome entre sus brazos me ha dicho:

“Hija mía, nuestro amor en la Creación fue exuberante, pero siempre hacia el hombre, en cada cosa creada poníamos tantos actos de amor por cuantas veces se debía servir de ellas la criatura.

Nuestro Fiat Divino que mantiene el equilibrio en toda la Creación y es vida perenne de ella,

en cuanto ve que la criatura está por servirse de la luz del sol, pone en ejercicio a nuestro amor para hacerlo encontrar en la luz que la criatura recibe; si bebe agua, nuestro amor se hace encontrar para decirle mientras bebe: ‘Te amo’; si respira el aire, nuestro amor le dice repetidamente: ‘Te amo’; si camina, la tierra le dice bajo sus pasos: ‘Te amo.’ No hay cosa que la criatura tome, toque o vea, en que nuestro amor no haga su feliz encuentro con la criatura con decirle: ‘Te amo’, para darle amor.

¿Pero saber tú cuál es la causa de tanta insistencia de nuestro amor?

Para recibir en cada cosa que tome la criatura el encuentro de su amor. Por eso el amor infinito quería encontrarse con el amor finito y formar uno solo para poner en la criatura el equilibrio de su amor.

Y como la criatura se sirve de las cosas creadas sin ni siquiera pensar que nuestro amor le va al encuentro en las cosas que toma,

para oír nuestro repetido estribillo: ‘Te amo, te amo’, y se sirve de ellas sin tener una mirada para Aquél que se las manda,

el amor de la criatura queda desequilibrado, porque no encontrándose con nuestro amor, pierde el equilibrio y queda desordenado en todos sus actos, porque ha perdido el equilibrio divino y la fuerza del amor de su Creador.

Por eso sé atenta con tu correspondencia de amor para repararme por tanta frialdad de las criaturas”.

Después seguía mi giro en los actos de la Divina Voluntad, y pensaba entre mí:

“Pero, ¿para qué sirven las tantas veces que giro y vuelvo a girar en el Fiat Supremo para seguir sus actos?

Y mi dulce Jesús ha agregado:

“Hija mía, todas las vidas tienen necesidad de alimento, sin alimento ni se forma ni crece la persona, y si éste falta, hay peligro que le sea quitada la vida.

Ahora, el seguir a mi Voluntad, unirse a sus actos, girar y volver a girar en Ella, sirve para formar el alimento para alimentar, formar y hacer crecer su Vida en tu alma.

Ella no sabe alimentarse de otros actos sino de aquellos que se hacen en su Querer, ni se puede formar en la criatura, ni crecer, si no entra en Ella, y con la unión de sus actos forma su parto de luz, para formar su Vida de Divina Voluntad en la criatura. Y por cuantos más actos de Divina Voluntad forma, tanto más se une con sus actos y vive en Ella, tanto más alimento abundante forma para alimentarla y hacerla crecer siempre más rápido en su alma.

Por eso tu girar en Ella es

Vida que forma, es alimento que sirve al desarrollo de la Vida a mi Divina Voluntad en tu alma, y sirve para preparar el alimento para alimentar mi Voluntad en las otras criaturas. Por eso sé atenta y no quieras detenerte”.

Fiat