Al Fundirnos estamos viviendo el verdadero Espíritu de Adoración


"y como el acto por cuanto más simple, tanto más fácil para unirse con Dios, Espíritu simplísimo,

por eso en este acto se fundió en Mí y continuó lo que obraba Yo mismo en mi interior"

De los escritos de la S. D. Luisa PiccarretaVol. 6, cap. 11 diciembre 17, 1903

El verdadero espíritu de adoración

consiste en esto: Que la criatura se pierda a sí misma y se encuentre en el ambiente divino, y adore todo lo que Dios obra, y que se una con Él.

Continuando mi habitual estado, por pocos instantes he visto al bendito Jesús con la cruz sobre la espalda, en el momento de encontrarse con su Santísima Madre, y yo le he dicho: “Señor, ¿qué cosa hizo tu Madre en este encuentro dolorosísimo?”

Y Él: “Hija mía, no hizo otra cosa que

un acto de adoración profundísimo y simplísimo,

y como el acto por cuanto más simple, tanto más fácil para unirse con Dios, Espíritu simplísimo,

por eso en este acto se fundió en Mí y continuó lo que obraba Yo mismo en mi interior;

y esto me fue sumamente más grato que si me hubiese hecho cualquier otra cosa más grande, porque

el verdadero espíritu de adoración consiste en esto,

que la criatura se pierda a sí misma y se encuentre en el ambiente divino, y adore todo lo que obra Dios, y con Él se una.

¿Crees tú que sea verdadera adoración aquella en que la boca adora mientras la mente está en otra parte, o sea, la mente adora y la voluntad está lejos de Mí? O bien, ¿que una potencia me adora y las otras están todas desordenadas?

No, Yo quiero todo para Mí, y todo lo que le he dado en Mí, y éste es el acto de culto y de adoración más grande que la criatura puede hacerme”.

Fiat