Giro en el Edén terrenal

"... y junto contigo seguir tus giros en mi Eterno Querer para establecer su Reino”

De los escritos de la S. D. Luisa PiccarretaVol. 22, cap. 18 agosto 15, 1927

"... Después de esto estaba comenzando mi giro en la Divina Voluntad y poniéndome en el Edén terrenal, donde Adán había hecho el primer acto de sustracción de su voluntad a la Divina, decía a mi dulce Jesús:

“Amor mío, quiero aniquilar mi querer en el tuyo, para que jamás tenga vida, para hacer que en todo y por siempre tenga vida la tuya,

para reparar el primer acto que hizo Adán, para volver a dar toda aquella gloria a tu Supremo Querer como si Adán no se hubiera sustraído de Él.

¡Oh! cómo quisiera volver a darle el honor perdido por él porque hizo su voluntad y rechazó la tuya, y este acto intento hacerlo por cuantas veces todas las criaturas han hecho su voluntad, causa de todos sus males y han rechazado la tuya, principio y fuente de todos los bienes, por eso

te ruego que venga pronto el Reino del Fiat Supremo,

a fin de que todos, desde Adán hasta todas las criaturas que han hecho su voluntad, reciban el honor, la gloria perdida y tu Querer reciba el triunfo, la gloria y su cumplimiento”.

Ahora, mientras esto decía, mi Sumo Bien Jesús se ha conmovido todo y enternecido, y haciéndome presente a mi primer padre Adán, ha hecho que él me dijera con un énfasis de amor todo especial:

“Hija bendita, finalmente mi Señor Dios después de tantos siglos, ha hecho salir a la luz del día a aquella que debía pensar en volverme a dar el honor y la gloria que perdí con hacer desdichadamente mi voluntad. Cómo me siento duplicada mi felicidad, hasta ahora ninguno ha pensado en volver a darme este honor que perdí, por eso agradezco vivamente a Dios que te ha hecho salir a la luz, y te agradezco a ti, como hija a mí muy amada, que hayas tomado el empeño de volver a dar a Dios la gloria como si jamás su Voluntad hubiese sido ofendida por mí, y a mí el gran honor de que el Reino del Fiat Supremo sea restablecido en medio de las generaciones humanas.

Es justo que te ceda el lugar que a mí me tocaba, como primera criatura salida de las manos de nuestro Creador”.

Después de esto mi amable Jesús estrechándome a Él me ha dicho:

“Hija mía, no sólo Adán, sino

todo el Cielo esperan tus actos en mi Querer, a fin de que reciban el honor que les ha quitado su querer humano;

tú debes saber que he puesto más gracia en ti que no puse en Adán, para hacer que mi Querer te poseyera y con triunfo te dominara, y el tuyo se sintiese honrado de no tener jamás vida y cediera el puesto a mi Voluntad. En él no puse mi Humanidad como ayuda y fuerza suya y como cortejo de mi Voluntad, porque no la tenía entonces, en ti la he puesto para suministrarte todas las ayudas que se necesitan para hacer que la tuya esté en su puesto y la mía pueda reinar,

y junto contigo seguir tus giros en mi Eterno Querer

para establecer su Reino”.

Yo al oír esto, como sorprendida he dicho: “Jesús mío, ¿qué dices? Me parece que quieres tentarme y burlarte de mí. ¿Será posible que has puesto más gracia en mí que en Adán?”

Y Jesús: “Cierto, cierto hija mía, debía hacer de modo que tu voluntad fuera sostenida por una Humanidad Divina para hacer que no vacilara y estuviera firme en mi Voluntad, por eso no me burlo, sino que te lo digo a fin de que me correspondas y seas atenta”.

Fiat