"Una voluntad libre que hace la mía y me ama, dice unión entre el alma y Dios, dice filiación"

Vol 21-12

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De los escritos de la S. D. Luisa Piccarreta

Vol. 21-12 (2) Abril 3, 1927


 

"Una voluntad libre que me ama y que voluntariamente se anula para hacer la mía y obrar en Ella es el gran portento de la Creación”


(2) “… Una voluntad libre que me ama y que voluntariamente se anula para hacer la mía y obrar en Ella es el gran portento de la Creación, por el cual fueron creadas todas las cosas, porque debían servir a esta voluntad libre, no forzada, para amarme, y ella, teniendo dominio sobre todas y gozando de toda la Creación, debía servir como de voluntad a todas las cosas creadas, pues ellas no tienen voluntad y la criatura debía servir como de voluntad a ellas para dar en cada cosa creada su voluntad y su amor libre hacia su Creador. 

Y sólo en mi Voluntad la humana puede difundirse a todo para dar este honor tan grande a su Creador. Hija mía, una voluntad que no me ama libremente, sino forzada, dice distancia entre criatura y Creador, dice esclavitud y servidumbre, dice desemejanza. 

En cambio una voluntad libre que hace la mía y me ama, dice unión entre el alma y Dios, dice filiación, dice que lo que es de Dios es de ella, dice semejanza de santidad, de amor, de modos, tanto que lo que hace Uno lo hace el otro, donde se encuentra Uno, se encuentra el otro. 

Por eso creé al hombre libre de voluntad, para recibir este honor grande que conviene a un Dios; una voluntad forzada que me ama, que se sacrifica, Yo no sé qué hacer con ella, es más, ni siquiera la reconozco, ni merece ningún premio, por eso toda mi mira está sobre el alma que de espontánea voluntad vive en la mía. El amor forzado es de los hombres, no de Dios, porque se contentan con las apariencias y no bajan al fondo del oro de la voluntad para tener un amor sincero y leal; como el rey que se contenta con la sujeción de los soldados con tal de que esté formado su ejército, y no pone atención si los soldados tienen la voluntad lejana de él; si ésta está lejana, tendrá el ejército, pero no estará al seguro, puede ser un ejército que trama contra su corona y contra su vida. 

Un patrón tendrá muchos siervos, pero si no lo sirven de voluntad, sino por necesidad, por conveniencia, por temor, por cobrar su salario, estos siervos que comen de su pan pueden ser sus primeros enemigos. Pero tu Jesús que ve en el fondo de la voluntad no se contenta con las apariencias, y si esta voluntad espontáneamente quiere y vive en la mía, mi gloria, la Creación, todo está al seguro, porque son, no los siervos, sino mis hijos que la poseen y que aman tanto la gloria de su Padre Celestial, que estarían dispuestos y se sentirían honrados de dar la propia vida por amor suyo.” 

Fiat Divina Voluntad