"Nuestra Voluntad todo puede hacer, a todo puede llegar

cuando el alma nos da libertad de obrar y no interrumpe con su voluntad humana nuestro obrar”

"Al enemigo

le quedó cerrado el paso por los incalculables méritos míos y no pudo hacerle ningún daño"




De los escritos de la S. D. Luisa PiccarretaVol. 16, cap. 36 diciembre 8, 1923

"... Ahora, todo lo que Yo, Verbo Eterno debía hacer en mi asumida Humanidad, formaba un solo acto con aquel acto único que contiene mi Divinidad, así que antes de que esta noble Criatura fuese concebida, ya existía todo lo que debía hacer en la tierra el Verbo Eterno, por lo tanto, en el acto en que

esta Virgen fue concebida, se alinearon en torno a su Concepción todos mis méritos, mis penas, mi sangre, todo lo que contenía la Vida de un Hombre Dios, y quedó concebida en los interminables abismos de mis méritos, de mi sangre divina, en el mar inmenso de mis penas.

En virtud de ellos quedó inmaculada, bella y pura;

al enemigo le quedó cerrado el paso por los incalculables méritos míos y no pudo hacerle ningún daño.

Era justo que quien debía concebir el Hijo de un Dios, debía primero ser Ella concebida en las obras de este Dios, para poder tener virtud de concebir al Verbo que debía venir a redimir al género humano"


...Ahora mi Mamá, el ser concebida en una criatura de la raza humana no le causó ningún daño, porque su alma era inmune de toda culpa, entre su voluntad y la de su Dios no había división, las corrientes divinas no encontraban obstáculo ni oposición para derramarse sobre Ella, a cada instante estaba bajo la tupida lluvia de nuevas gracias. Entonces,

con esta voluntad y esta alma toda santa, toda pura, toda bella,

el recipiente de su cuerpo que tomó de su madre quedó perfumado, rehabilitado, ordenado, divinizado, en modo de quedar exenta aun de todos los males naturales de los que está invadida la naturaleza humana.

¡Ah! fue propiamente Ella la que recibió el germen del Fiat Voluntas Tua como en el Cielo así en la tierra, que la ennobleció y la restituyó a su principio, tal como el hombre fue creado por Nosotros antes de que pecara; es más, lo sobrepasó, la embelleció aún más a los continuos flujos de aquel Fiat que tiene sólo virtud de reproducir imágenes todas semejantes a Aquél que las ha creado, y en virtud de esta Voluntad Divina que obraba en Ella, se puede decir que lo que Dios es por naturaleza, Ella lo es por gracia. Nuestra Voluntad todo puede hacer, a todo puede llegar cuando el alma nos da libertad de obrar y no interrumpe con su voluntad humana nuestro obrar”.


Fiat Divina Voluntad