“Todo aquel que se encolerice contra su hermano, será reo ante el tribunal” (Mt: 5, 22)
“Todo aquel que se encolerice contra su hermano, será reo ante el tribunal” (Mt: 5, 22)
AUDIOSobre la Caridad
De los escritos de la S. D. Luisa PiccarretaVol. 2, cap. 50 Julio 30, 1899
Sobre la caridad y sobre la estima de la palabra de Jesús
Sobre la caridad y sobre la estima de la palabra de Jesús
Continua casi siempre lo mismo. Esta mañana, transportándome Jesús según su costumbre fuera de mí misma, hemos pasado en medio de mucha gente, y la mayor parte de ellas estaban atentas a juzgar las acciones de los demás, sin mirar las propias, y mi amado Jesús me ha dicho:
Continua casi siempre lo mismo. Esta mañana, transportándome Jesús según su costumbre fuera de mí misma, hemos pasado en medio de mucha gente, y la mayor parte de ellas estaban atentas a juzgar las acciones de los demás, sin mirar las propias, y mi amado Jesús me ha dicho:
“El medio más seguro para ser recto con el prójimo
es no mirar en absoluto lo que hacen, porque
mirar, pensar y juzgar es lo mismo,
además, mirando al prójimo vienes a defraudar la propia alma, por lo que sucede que no se es recto ni consigo mismo, ni con el prójimo, ni con Dios”.
además, mirando al prójimo vienes a defraudar la propia alma, por lo que sucede que no se es recto ni consigo mismo, ni con el prójimo, ni con Dios”.
Sobre la Palabra
Después de esto le he dicho: “Mi único Bien, ya hace tiempo que no me has dado ni siquiera un beso”. Y así nos hemos besado. Y queriéndome casi corregir ha agregado: "Hija mía,
Después de esto le he dicho: “Mi único Bien, ya hace tiempo que no me has dado ni siquiera un beso”. Y así nos hemos besado. Y queriéndome casi corregir ha agregado: "Hija mía,
lo que te recomiendo es
conservar y estimar mis palabras,
porque mi palabra es eterna y santa como Yo mismo,
y conservándola en tu corazón y aprovechándola, tendrás tu santificación y por ello recibirás en recompensa un esplendor eterno, producido por mi palabra; haciendo de otra manera tu alma recibirá un vacío y quedarás deudora de Mí”.
y conservándola en tu corazón y aprovechándola, tendrás tu santificación y por ello recibirás en recompensa un esplendor eterno, producido por mi palabra; haciendo de otra manera tu alma recibirá un vacío y quedarás deudora de Mí”.