“Dile que en el acto en el que ella se siente como acosada

por persecuciones,

por dolores,

por sufrimientos...

piense que Yo le estoy presente,

y que puede servirse de sus sufrimientos para curar y cicatrizar mis llagas"

Vol. 7-47

De los escritos de la S. D. Luisa PiccarretaVol. 7, cap. 47 octubre 2, 1906

Cómo nuestros sufrimientos pueden aliviar a Jesús

Habiendo recibido la comunión, me he sentido fuera de mí y veía una persona muy oprimida por varias cruces, y a Jesús bendito que decía:


“Dile que en el acto en el que ella se siente como acosada por persecuciones, por dolores, por sufrimientos,

piense que Yo le estoy presente,

y que puede servirse de sus sufrimientos para curar y cicatrizar mis llagas;

así que sus sufrimientos me servirán ahora para curarme el costado, ahora la cabeza, ahora las manos y los pies, llagas demasiado Adoloridas, irritadas por las graves ofensas que me hacen las criaturas, y esto es un gran honor que le hago, dándole Yo mismo la medicina para curar mis llagas, y al mismo tiempo darle el mérito de la caridad de haberme curado”.


Mientras así decía, veía muchas almas purgantes, las cuales al oír esto, todas asombradas han dicho:

“Afortunadas ustedes que recibís tantas sublimes enseñanzas, que adquirís méritos de curar a un Dios, méritos que sobrepasan a todos los demás méritos, y vuestra gloria será distinta de la de los demás, como es distinto el Cielo de la tierra.

¡Oh! Si hubiéramos recibido nosotras tales enseñanzas, que nuestros sufrimientos podrían haber servido para curar a un Dios, ¿cuántas riquezas de méritos hubiéramos adquirido, y de los cuales ahora nos vemos privadas?”

Fiat Divina Voluntad