TARTA DE QUESO Y FRESAS

INGREDIENTES: 6 personas DIFICULTAD: Fácil

Para la base:

-250 g de galletas

-80 g de mantequilla

Para el relleno:

-3 hojas de gelatina

-400 g de fresas

-400 g de queso para untar (puede ser light)

-5 cucharadas de miel

-200 ml de nata para montar

Para la decoración:

-150 g de fresas

1. Meter las varillas de la batidora y el vaso en la nevera para que esté muy frío cuando vayamos a utilizar. Poner a remojo las hojas de gelatina.

2. Triturar las galletas finamente y mezclar muy bien con la mantequilla. Distribuir este compuesto en el fondo de un molde de paredes desmontables. Guardar en el frigorífico.

3. Poner las fresas en un colador y pasarlas bajo el grifo. Escurrir el exceso de agua. Quitar el péndulo de las fresas, trocearlas y triturarlas con la batidora. Reservar.

4. Poner en un bol amplio el queso y la miel. Mezclar muy bien y añadir las fresas trituradas. Integrar bien.

5. Poner en un vaso las hojas de gelatina ya hidratadas, sin escurrir. Calentar unos segundos en el microondas hasta que la gelatina se disuelva. Añadir a la mezcla anterior. Remover bien.

6. Sacar del frigorífico la nata para montar, las varillas, el vaso de la batidora y montar la nata. Agregar a la mezcla anterior con movimientos suaves y envolventes.

7. Sacar del frigorífico el molde y poner poco a poco la mousse de fresa encima de las galletas.

8. Cuando hayáis vertido toda la mousse, dar unos golpes al molde para que se siente la masa. Guardar en el frigorífico toda uno noche o 6 horas como mínimo. Desmoldar con cuidado justo cuando se vaya a servir. Adornar con fresas lavadas y secas.

NOTA: Si no os gusta la miel, podéis sustituirla por 100 g de azúcar glas, aunque os aseguro que la tarta no sabe nada a miel, y queda endulzada en su punto justo. Recordar también que la miel tiene un montón de nutrientes y propiedades muy óptimas para la salud.

Si queda tarta, habrá que guardarla en la nevera.