INGREDIENTES: 28 biscotti DIFICULTAD: Fácil PREPARACIÓN: 20 min COCCIÓN: 30 min
-75 gr de pistachos sin corteza y sin sal
-75 gr de cerezas confitadas o en almíbar
-325-375 gr de harina común aproximadamente
-1 sobre de levadura química en polvo (16 gr)
-150 gr de azúcar
-3 huevos medianos
1. Quitar la corteza de los pistachos y la piel que sea posible, en total tiene que haber 75 gr. No hace falta picarlos. Sacar las guindas de su jugo si son en almíbar y secar. Si son confitadas no hará falta. Partir por la mitad. Reservar.
2. Precalentar el horno a 180º C. En un bol amplio juntar la harina (primero los 325 gr) con la levadura y el azúcar. Mezclar bien.
3. Hacer un hueco en el centro y cascar los tres huevos. Con ayuda de una cuchara de madera, mezclar hasta que se integren bien.
4. Incorporar los pistachos pelados y las guindas. Mezclar con una mano. Si veis que se pega mucho a la mano añadir más harina. La masa tiene que quedar ligeramente pegajosa pero no en exceso.
5. Forrar una bandeja de horno con papel parafinado. Dividir la masa en dos y formar dos especies de barra de pan o baguette. Depositar en la bandeja separadas entre sí, pues suelen crecer bastante. Hornear a 180º C con calor arriba y abajo durante 20 min aproximadamente.
6. Sacar del horno y dejar enfriar 10 min en una rejilla. Pasado ese tiempo, cortar con un cuchillo de sierrra cada barra en pequeñas rebanadas.
7. Volver a poner en la bandeja de horno y hornear 10 minutos más o hasta que se doren ligeramente.
NOTA: conservar los biscotti en un bote hermético para que os duren crujientes por más tiempo. Ideales para acompañar un café o un té a media tarde o como tentempié.