INGREDIENTES: 6 personas DIFICULTAD: Fácil
-10 hojas de gelatina
-500 ml de leche (puede ser desnatada)
-4 huevos
-2 cucharadas soperas de harina (también puede ser maizena)
-275 g de azúcar
-3 cucharadas soperas de mantequilla (puede ser light)
-la ralladura de un limón
-el zumo de tres limones
-200 ml de nata líquida
1. Poner en agua fría las hojas de gelatina para que se hidraten.
2. Poner la leche en un cazo al fuego y hervir. Retirar del fuego. Reservar.
3. En un bol amplio, poner los huevos junto con la harina. Batir hasta que no quede ningún grumo.
3. Añadir 175 g de azúcar y una cucharada de mantequilla. Remover bien. No os preocupéis si la mantequilla no se disuelve del todo.
5. Verter poco a poco la leche caliente e ir mezclando mientras lo hacemos.
6. Añadir la ralladura de limón. Poner al fuego e ir removiendo hasta que espese sin llegar a hervir. Retirar del fuego.
7. Escurrir las hojas de gelatina y añadir a la crema caliente. Remover hasta que la gelatina se disuelva. Reservar.
8. En otro bol poner dos cucharadas de mantequilla (fundida en el microondas unos segundos) y el azúcar restante (100 g). Mezclar.
9. Añadir el zumo de los dos limones. Mezclar.
10. Juntar este compuesto a la crema que teníamos reservada. Mezclar bien.
11. Batir un poco la nata líquida y añadir a la crema. Mezclar.
12. Verter el compuesto en un molde desmoldable engrasado con un poco de mantequilla, o en un molde de silicona. Tapar con papel film y meter en la nevera de 4 a 6 horas (yo lo tuve toda la noche). Desmoldar y adornar con rodajas de limón y un poco de menta fresca.
NOTA: si queréis el pastel más cremoso, sustituir la nata líquida por nata para montar. Con ayuda de unas varillas montarla firmemente y añadir a la mezcla con movimientos envolventes, con cuidado que no se bajen pero que queden bien integrada. Se conserva en la nevera 3 días perfectamente.