PANES DE ACEITE DE OLIVA Y AZAHAR

INGREDIENTES: 6 panes PREPARACIÓN: 25 min REPOSO: 2 h 30 min COCCIÓN: 20 min

-500 gr de harina de fuerza

-100 gr de azúcar

-una pizca de sal

-150 ml de agua

-25 gr de levadura de panadero

-100 ml de aceite de oliva virgen extra

-2 cucharadas soperas de agua de azahar

-la ralladura de medio limón (o de una naranja pequeña)

-aceite de oliva para pincelar y un poco de azúcar

1. Mezclar la harina con el azúcar y la pizca de sal.

2. Templar 50 ml de agua y desmigar en ella la levadura de panadero. Remover con una cuchara para que se disuelva del todo.

3. Verter la levadura disuelta encima de la harina junto con el aceite de oliva, la ralladura de limón o naranja y las dos cucharadas de agua de azahar. Si tenéis un robot de cocina, poner el gancho amasador y amasar a baja potencia durante cinco minutos. Si lo hacéis a mano, mezclar primero con una cuchara de madera y luego a mano en una superficie ligeramente enharinada. Ir vertiendo el agua restante poco a poco (100 ml) hasta que esté todo bien integrado y se haya hecho una masa elástica ligeramente pegajosa.

4. Dejar la masa dentro del bol tapada con un paño y dejar reposar en un lugar cálido durante 2 horas o hasta que la masa haya doblado el volumen.

6. Enharinar ligeramente una superficie de trabajo, depositar la masa y cortar en seis partes iguales. Formar un rulo con cada una de ellas a lo largo y hacerle forma de rosco.

7. Forrar una bandeja de horno con papel sulfurizado y depositar los panes en ella separados entre si. Con ayuda de un cuchillo o de una rasqueta, hacer cortes sin llegar hasta abajo alrededor de las roscas. Tapar de nuevo con un paño y dejar reposar la masa 30 min. Precalentar el horno a 180º C y hornear con calor arriba y abajo durante 20 minutos o hasta que los panes estén dorados.

8. Depositar los panes en una rejilla y pincelar con un poco de aceite de oliva cada pan. Espolvorear con azúcar.

NOTA: los panes están mejor el mismo día de su elaboración, al día siguiente estarán muy buenos aunque un poco más apelmazados, pero blandos aún. Los podéis congelar el mismo día de su horneado una vez fríos envueltos en papel de aluminio o de papel film.