Sorpresa magnética

Sorpresa magnética

Para realizar nuestro experimento necesitamos un imán, un clavo y unas bolas de acero.

En primer lugar pegamos al imán una bola de acero. Luego cogemos el clavo y tocamos la bola con uno de los extremos del clavo. Al tirar del clavo la bola se queda pegada a la punta y sorprendentemente se separa del imán.

Explicación

En contacto con un imán, un objeto de acero se magnetiza y se comporta como un verdadero imán. Al separar el objeto del imán pierde sus propiedades magnéticas.

En nuestro caso, la bola de acero se magnetiza por contacto con el imán y luego magnetiza el clavo de acero. En principio, podríamos pensar que el magnetismo es menor en el clavo al no estar en contacto directo con el imán. Sin embargo, el magnetismo es más intenso en la punta y al alejar el clavo la bola se separa del imán. Por último, al alejar el clavo del imán la magnetización desaparece y la bola se separa del clavo.