Un sistema de poleas, se trata sencillamente de la combinación de varias poleas, las cuales proveen una gran ventaja mecánica, es decir, que se pueden levantar objetos muy pesados con poco esfuerzo.
Las poleas se utilizan con mucha frecuencia para aprovechar la energía generada por una fuente en movimiento o por un motor eléctrico, debido a que las mismas tienen la capacidad de transferir velocidad angular y movimientos, permitiendo que sean aprovechados para mover cualquier dispositivo por medio de la energía mecánica.
La polea movil no es otra cosa que una polea de gancho conectada a una cuerda que tiene uno de sus extremos anclado a un punto fijo y el otro (extremo movil) conectado a un mecanismo de tracción.
Estas poleas disponen de un sistema armadura-eje que les permite permanecer unidas a la carga y arrastrarla en su movimiento (al tirar de la cuerda la polea se mueve arrastrando la carga).
En ellas se distinguen los siguientes elementos tecnológicos básicos:
Podemos ver que la polea móvil está colgando de dos tramos de cuerda; además también vemos que la resistencia (R) tira hacia abajo, mientras que la potencia (P) y la tensión (T) lo hacen hacia arriba, por tanto, en este mecanismo la resistencia queda anulada o compensada con las fuerzas de la potencia y la tensión, cumpliéndose que su suma vectorial es nula.
El inconveniente de este montaje es que para elevar la carga tenemos que hacer fuerza en sentido ascendente, lo que resulta especialmente incómodo y poco efectivo. Para solucionarlo se recurre a su empleo bajo la forma de polipasto (combinación de poleas fijas con móviles).