INGREDIENTES: 4 tartaletas DIFICULTAD: Fácil PREPARACIÓN: 30 min COCCIÓN: 30 min
-1 plancha de hojaldre
-2 calabacines medianos
-4 cucharadas de pesto (el mío de la marca Consum)
-4 ramitas de tomillo fresco
-2 cucharadas de queso rallado
-1 huevo
-2 cucharadas de leche
-sal y pimienta negra recién molida
1. Lava los calabacines y sécalos, corta los extremos y pela en láminas finas, mejor si usas una mandolina, pues con cuchillo no quedarán tan finas y necesitarás, entonces más calabacines (yo necesité en total un calabacín y medio).
2. Pon en una olla grande a calentar agua y cuando hierva retira del fuego y escalda las tiras de calabacín durante 1 minuto en el agua hirviendo. Pasado el minuto, pasa por agua fría, escurre y pon las láminas de calabacín en papel de cocina para retirar el exceso de agua. Las láminas de calabacín se volverás más maleables para poder enrollarlas después al escaldarlas.
3. Engrasa cuatro tartaletas, puedes hacerlo con mantequilla o con un spray desmoldante como he hecho yo. Forra las tartaletas con el hojaldre, retirando el exceso de masa y acoplando bien a la forma de la tartaleta.
4. Pincha el fondo de las tartaletas con un tenedor y pon en el centro de cada tartaleta una cucharada generosa de pesto.
5. Enrolla una lámina de calabacín y ponla en el centro de la tartaleta, se sujetará gracias al pesto. Después, ve enrollando más tiras de calabacín alrededor. Yo usé unas cinco tiras de calabacín para formar la rosa central. Haz lo mismo con todas las tartaletas.
6. Espolvorea cada tartaleta con queso rallado y con las hojitas del tomillo fresco.
7. En un bol pequeño bate el huevo junto con las dos cucharadas de leche y sal y pimienta al gusto.
8. Vierte el huevo batido con la leche por encima de las tartaletas. Reparte de forma igualitaria y ten cuidado de que no rebose. Cuece en horno precalentado a 200º C con calor arriba ya bajo durante 30 minutos o hasta que el hojaldre esté cocido.