BUNDT DE REMOLACHA

INGREDIENTES: 6 personas DIFICULTAD: Fácil PREPARACIÓN: 15 min COCCIÓN; 45 min


-100 g de remolacha cocida (más o menos media remolacha )

-125 g de queso philadelphia

-75 g de mantequilla sin sal reblandecida

-200 g de azúcar

-1 cucharadita de extracto de vainilla

-3 huevos L

-225 g de harina

-1/2 cucharada sopera de levadura química

-una pizca de sal

-50 ml de leche

Para el glaseado:

-100 g de azúcar glas

-2 cucharadas soperas del jugo de la remolacha


1. Utiliza para hacer este bundt, remolacha de las que vienen cocidas, de esas que van envasadas, así podrás reutilizar el poco jugo que llevan, al fin y al cabo, vas a necesitar poca cantidad para el glaseado. Seca bien el trozo de remolacha que vayas a usar, más o menos se necesita media remolacha cocida. Corta en cubitos pequeños y reserva.

2. Pon en un bol amplio el queso crema con la mantequilla reblandecida (dale un golpe de calor en el microondas si no está blanda pero sin que llegue a fundirse), el azúcar y la vainilla líquida. Bate con las varillas de una batidora eléctrica potencia alta.

3. Ve añadiendo los huevos uno a uno mientras seguimos batiendo.

4. Mezcla la harina junto con la levadura química y la sal. Tamiza encima de la mezcla anterior poco a poco mientras seguimos batiendo con las varillas eléctrica pero esta vez a baja potencia.

5. Ve alternando la harina con la leche mientras sigues batiendo hasta acabar con toda la harina y toda la leche.

6. Precalienta el horno a 180º C. Añade los trozos de remolacha y remueve, esta vez con una espátula hasta que quede bien integrada.

7. Engrasa un molde de bundt cake. Espolvorea también con un poco de harina para que el bundt no se pegue, pues queda un bizcocho muy tierno. Hornea el bundt con calor arriba y abajo a 180º C durante 45 minutos o hasta que al pincharlo por varios sitios con una brocheta de madera y salga sin restos de masa. Cubre con papel de horno una vez empiece a dorarse para que no se tueste demasiado.

8. Deja enfriar en el molde unos 15 minutos y después desmolda y deja enfriar en una rejilla. Una vez esté bien frío, hacemos el glaseado. Tamiza el azúcar glas y ve añadiendo poco a poco el jugo de conservación de la remolacha. No añadas de golpe las dos cucharadas de jugo, tal vez no lo necesites todo o tal vez un poquito más, de todas formas, deja un glaseado bastante espeso, no tengas la tentación de dejarlo muy líquido (si no tienes bastante jugo, puedes añadirle un poquito de agua).

9. Pon un plato o un papel de horno debajo de la rejilla donde se ha enfriado el bundt y ve añadiendo el glaseado de remolacha por encima. Deja secar y sirve.

NOTA: Si no te gusta mucho el sabor a remolacha, puedes triturar la remolacha que va en el interior. Pon el puré de remolacha al final, en el mismo paso donde hay que poner los daditos de remolacha y mezcla, no mezcles demasiado de todas formas. El bonito color desaparecerá con el horneado, no como cuando añadimos los daditos que sigue manteniendo su colorido, pero no te sabrá a penas a remolacha. La miga del bundt también quedará distinta, pero muy ricos de las dos maneras.

Si te sobra bundt, puedes guardarlo hasta dos días fuera de la nevera cubierto con papel film, pero si ya lo tienes que guardar por más tiempo, mételo en la nevera para que la remolacha del interior no se estropee.