INGREDIENTES: 4 corales DIFICULTAD: Fácil PREPARACIÓN: 20 min COCCIÓN: 50 min
-2 remolachas crudas o cocidas
-250 ml de agua
-100 ml de aceite de oliva
-25 gr de harina
-8 fresones
-300 ml de nata para montar
-3 cucharadas de azúcar
1. Trocea las remolachas, ponlas en un cazo con el agua y hierve durante 10 minutos. Cuela las remolachas reservando el agua de cocción.
2. Pon en un bol el aceite junto con la harina y bate hasta integrar bien.
3. Añade el líquido de cocción de la remolacha y mezcla bien.
4. Pon una sartén pequeña al fuego sin nada de grasa y añade un cacito del líquido. Tiene que quedar tipo crêpe. No hagas muy fina la capa de líquido porque se puede romper el coral de remolacha. Deja que el líquido se evapore poco a poco a fuego no muy fuerte. A mí se me quedó el aceite por encima, así que lo iba volcando en un vasito para evitar el exceso. Deja que el coral forme burbujas y cuando veas que se retira bien los bordes con ayuda de una espátula, despega con cuidado y pon encima de un papel de cocina absorbente. Tardará un buen rato en cocinarse, entre 12-15 min.
5. Mientras se cocinan los corales, bate con ayuda de unas varillas eléctricas la nata, cuando esté casi montada, añade las cucharadas de azúcar.
6. A la hora del montaje, pon el coral de remolacha en el plato, pon encima la nata y dos fresas troceadas y sirve.
NOTA: consume preferiblemente el mismo día de su elaboración, al día siguiente estará igual de meno pero perderá la textura crujiente.
Otra forma de presentarlo es darle forma de tulipa. Nada más que lo saques de la sartén ponlo encima de un cuenco boca-abajo y dale un poco de forma con la mano y déjalo secar.