INGREDIENTES: 8-10 personas DIFICULTAD: Fácil PREPARACIÓN: 1 hora REPOSO: 12 horas
Para la base:
-300 gr de dátiles
-275 gr de almendras crudas peladas
-1 cucharadita de canela molida
-1/2 cucharadita de sal
Para la cheesecake:
-300 gr de anacardos crudos
-150 ml de manteca de coco (o de aceite de coco)
-250 ml de leche de coco (la de lata)
-174 ml de sirope de ágave o de arce
-el zumo de medio limón
-1 cucharada de extracto de vainilla
Para decorar:
-50 gr de arándanos:
1. La noche previa, vamos a poner a hidratar en agua los anacardos. Los dejamos toda la noche o mínimo cuatro horas.
2. Al día siguiente, ponemos también a remojo, pero esta vez en agua caliente, durante 15 minutos los dátiles deshuesados. Yo he aprovechado también a poner en el mismo agua caliente las almendras para quitarle la piel. Las almendras sólo las escaldé dos minutos y la piel salió con facilidad.
3. Ponemos en un bol los dátiles reblandecidos (retirar las pieles que se hayan desprendido o queden sueltas), las almendras, la canela y la sal. Trituramos con una batidora eléctrica. Si quedan trozos de almendra, tampoco pasa nada, no hace falta que esté perfectamente triturado.
4. Engrasamos bien un molde desmontable de unos 20 cm de diámetro con un spray desmoldante, con un poco de aceite, margarina...o lo forramos con papel de horno. Ponemos la pasta de dátiles y almendra en el fondo chafando bien con la mano. Reservamos en la nevera.
5. En un bol amplio ponemos todos los ingredientes para la cheesecake, los anacardos escurridos, la manteca de coco, la leche de coco, el sirope, el zumo de limón y el extracto de vainilla. Batimos todo bien con una batidora eléctrica.
6. Sacamos el molde de la nevera y vertemos la crema nivelando la superficie. Guardamos en el congelador unas cuatro horas. Pasado este tiempo, la sacamos del congelador y la desmoldamos.
7. Trituramos la mitad de los arándanos con una batidora.
8. Extendemos con una cuchara los arándanos triturados y decoramos con los arándanos enteros. Reservamos en la nevera hasta su momento de servir.
NOTA: la tarta tiene que servirse totalmente descongelada, sólo la meteremos en el congelador para cuajarla, pero luego habrá que meterla en la nevera.