Para las galletas:
-200 gr de harina
-50 gr de azúcar
-50 gr de almendra molida
-125 gr de mantequilla fría sin sal
-1 huevo M
Para el relleno:
-200 ml de helado (nata o limón)
-75 gr de pistachos pelados
1. Primero, vamos a hacer las galletas, aunque podéis utilizar unas galletas de compra. Para ello, pon en un bol la harina junto con el azúcar y la almendra molida y mezcla con las manos. Añade la mantequilla fría cortada en trozos y amasa con las manos deshaciendo la mantequilla con la mezcla de harina y azúcar hasta conseguir una textura tipo serrín.
2. Incorpora el huevo y sigue amasando con las manos hasta integrarlo pero no mezcles en exceso.
3. Forma una bola y envuelve en papel film. Deja reposar 30 minutos en la nevera o si quieres acelerar el proceso, lleva al congelador unos 15 minutos.
4. Precalienta el horno a 180º C. Enharina una superficie de trabajo y extiende la masa con un rodillo también enharinado. Con un cortador de pastas forma las galletas. Yo he utilizado un cortado pequeño, de unos 5 cm de diámetro.
5. Ve depositando las galletas en una bandeja con papel de horno y cuece a 180º C con calor arriba y abajo durante 7-8 minutos o hasta que estén ligeramente doraditas.
6. Deja enfriar en una rejilla.
7. Mientras se enfrían, pica los pistachos con un cuchillo afilado.
8. A la hora del montaje, tienes que trabajar un poco rápido para que no se derrita el helado. Coge dos galletas y pon helado generosamente en una de las galletas, tapa con la otra y presiona ligeramente. Rellena los huecos que queden por los laterales con más helado.
9. Seguidamente, reboza los bordes con los pistachos picados y lleva al congelador rápidamente (puedes envolverlos individualmente en papel film para llevarlos al congelador, pero no aprietes el papel film en el sandwich para que no queden chafados y no pierdan la forma). Antes de consumir, sacar unos minutos antes del congelador.