QUÉ ES EXACTAMENTE LA CIENCIA Y QUE NO LO ES

QUÉ ES EXACTAMENTE LA CIENCIA Y QUE NO LO ES

Charla de Antonio Dieguez Lucena disponible en https://www.youtube.com/watch?v=tONZCRNsnaQ&t=677s

 

Definición aproximada:
 

Ciencia es el conocimiento estructurado sistemáticametne que permite, mediante le establecimiento de leyes universales, la explicación y predicción de los  fenómenos, y que ha sido obtenido a partir de un método crítico basado en la contrastación empírica. Este método garantiza la objetividad y autocorrección y en él descansa el amplio acuerdo que puede encontrarse entre los ceintíficos acerca de las cuestiones fundamentales, posibilitando un amplio progreso en los conocimientos.  

 

El consenso es muy impotante: en ciencia hay un manual único, y no hay una actividad cultural humana en la que ocurra tal cosa.

 

El problema es que esta definición hace agua por todas partes:

¿Hay leyes universales de psicología, economía, bioquímica, biología? Parece que fuera de la física y de la química no hay tales. La diversidad de la ciencia es tan grande que impide una unificación metodológica entre, por ejemplo, la física, la biología, la paleontología y la arqueología.  Por otra parte, el método tampoco es algo unificado: en el siglo XVII era importante que una sólida ciencia tuviera una sólida base metafísica. Por ello los franceses rehusaban aceptar la gravitación universal de Newton, al no explicar la naturaleza metafísica de las fuerzas a distancia. Hoy en cambio ya no tiene tanta importancea. Nadie pone en cuestión la cientificidad de la teoría cuántica por no estar claro el estatus metafísico de las leyes cuánticas.


El método hiptético deductivo se aplican en la vida diaria para cosas muy deferentes de hacer ciencia. Por otro lado, hay muy pocas cosas en común entre el quehacer de los científicos de diversas ciencias. Como decía Paul Feyerabend, hay muchos métodos científicos. No hay algo único que se denomine Método Científico.

Además en las áreas punteras (donde se está haciendo ciencia nueva) no hay consenso, sino disenso. Y es un disenso fértil.

 

El Círculo de Viena

El criterio de demarcación es un esfuerzo para aclarar estos conceptos tan escurridizos, y es un esfuerzo que fracasa. El primer intento fue del Círculo de Viena, eran fuertemente empiristas, antimetafísicos, y tenían gran admiración por la ciencia. Para ellos había un problema lingüístico: lo que diferenciaba a la Ciencia era el lenguaje que hacía que su conexión con la experiencia fuera posible. Afirmaban que el discurso científico es el único significativo; los demás discursos no significan empíricamente nada (aunque puedan ser útiles en otro aspecto, como la poesía o la música). La filosofía pertenecería a lo no significativo. Los enunciados podrían ser analíticos (cuya verdad o falsedad se determina atendiendo solo a los significados de las palabras (ningún soltero está casado). La matemática es mera combinación de símbolos, no habla del mundo, y por tanto es analítica. Las ciencias empíricos por otro lado tienen un lenguaje basado en afirmaciones verificables empíricamente. Esto lo definían así:


Un enunciado E tiene significado empírico o literal si y solo si es posible encontrar un conjunto finito y consistente de enuncaidos observacionales O1, O2,..., On tales que si son verdaderos, entonces E es necesariamente verdadero.

 

 

Según esto, pueden haber enunciados que no hemos podido verificar, pero que son verificables en el futuro.  El gran problema de la verificabilidad está en que las leyes ceintíficas nunca son verificables en este sentido. Y no lo son porque son leyes generales que afirman cosas en cualqueir situación , tiempo y lugar, no se puede comprobar en todo caso. Piénsese en la ley de gravitación Universal: para todo par de cuerpos... Νο hay un conjunto finito de observaciones que peuda verificar esto. Esto se denomina el problema de Hume: los razonamientos inductivos no pueden demostrar la verdad de un enunciado científico, solo peuden aumentar su evidencai a favor. Karnap habló de confirmabilidad en lugar de verificabilidad. La confirmación no es cuestión de todo o nada, admite grados. Un enunciado puede estar más o mneos confirmado de otro.

 

Según esto las teorías científicas no se caracterizan por su verificabilidad, sino por su confirmabilidad: es posible encontrar experiencias que vayan aumentando la confirmación de la bondad de las leyes. Con esto los positivistas consiguen dejar fuera la metafísica (que no es ni confirmable ni verificable). Los metafísicos hacen lo mismo que los poetas, pero peor. Podemos decir que las leyes de una teoría están bien confirmadas si existe un gran número de observaciones que son acordes con sus predicciones, sin haberse encontrado contraejemplos.

 

Tampoco esto soluciona el problema, como lo demuestra la paradoja del cuervo (la observación de pollitos amarillos apoya la afirmación de que todos los cuervos son negros). Asímismo, un enunciado será confirmable si habla de cosas observables. Pero no todos los conceptos físicos son directametne obsrevables (campos eléctricos, entropía, quarks,...). Por eso Carnap amplió el concepto de observabilidad admitiendo términos que aunque no fueran explícitametnetraducibles a predicados observacionales, sí pudieran ser conectados parcial e indirectamente con la observación a través de oraciones reductivas o reglas de correspondencia, que proporcionarían una interpretación empírica a las teorías de las cuales esos términos forman parte. Pensemos, por ejemplo, en el Segundo Principio de la Termodinámica (en todo sistema aislado la entropía permanece constante o aumenta).

 

Falsacionismo de Popper

 

Frente a todos estos problemas Popper plantea su conocidísimo principio de falsabilidad. Popper mostró que todas las teorías científicas y pseudocientíficas tienen observaciones que las confirmen, al menos a los ojos de sus defensores. Popper dice que no está nada claro cuándo una experiencia confirma una teoría, pero en cambio está muy claro cuando un resultado choca frontalmente con los resultados predichos por la teoría. Tampoco, ante un resultado experimental, está nada claro qué es lo que realmente prueba ese resultado. Además, algunos enunciados son verificables pero nadie en absoluto se le ocurriría incluírlos como enunciados científicos (Hay en la Galaxia de Andrómeda algún planeta com hombrecillos verdas). Por todo ello Popper decalra que la confirmabilidad no puede ser el criterio de cientificidad, sustituyéndolo por el de la falsabilidad. 

 

Popper resuelve el problema de Hume considerando que la inducción no tiene un papel relevante en la Ciencia, sino la deducción. Popper se abraza al método hipotético deductivo. Lo que caracteriza a la ciencia no es que sus enunciados puedan ser confirmados, sino que sus enunciados pueden ser falsados, cuando entran en conflicto como las observaciones.  Es por tanto el espíritu crítico lo que caracteríaz a la ciencia. Según explica el propio Popper: 

 

Descubrí que aquellos de mis amigos que eran admiradores de Marx, Freud y Adler estaban impresionados por el número de puntos comunes en
estas teorías, y especialmente por su aparente poder explicatiuo. Estas teorías parecían capaces de explicar prácticamente todo lo que sucedía dentro de los campos a los que se referían. El estudío de cualquiera de ellas parecía tener el efecto de una conversión o revelación intelectuales qre abríalos ojos a nuevas verdades escondidas para los no iniciados. Una vez que los ojos se abrían de esta manera, se veían ejemplos confirmadores por todas partes: el mundo estaba lleno de verificaciones de la teoría. Sucediera lo que sucediera, siempre era una confirmación de la teoría. De este modo, su verdad parecia manifiesta; y los incrédulos eran claramente personas que no querían ver la verdad manifiesta; que rehusaban verla, ya fuera porque iba contra sus intereses de clase, ya fuera a causa de sus represiones, que aún no estaban <<analizadas>> y clamaban por un tratamiento. Me pareció que el elemento más característico de esta situación era la incesante corriente de confirmaciones, de observaciones que 'verificaban' las
teorías en cuestión; y éste era un punto que sus partidarios enfatizaban constantemente. Un marxista no podía abrir un periódico siri encontrar en cada página evidencia que confirmara su interpretación de la historia; no sólo en las noticias, sino también en su presentación -que revelaba los prejuicios de clase del periódico- y especialmente, claro está, en lo que el periódico no decía. El analista freudiano iubrayaba que sus teorías eran verificadas constantemente por sus 'observaciones clínicas'. En lo que respecta a Adler, me impresionó mucho una experiencia personal. En cierta ocasión, le informé de un caso que no me parecía particularmente adleriano, pero que él no encontró ninguna dificultád en anñzar en los términos de su teoría de los sentimientos de inferioridad, aunque ni siquiera había visto al niño. Un poco escandalizado le pregunté cómo podía estar tan seguro. 'Por mi experiencia de mil casos', replitó; a lo que no pude evitar contestarle: 'Y con este nuevo caso supongo que su experiencia es ahora de mil y un casos.'
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[...] Era precisámente este hecho -que siempre encajaban, que siempre eran confirmádus- 1o que a los ojos de sus admiradores constituía el argumento más fuerte a favoide estas teorías. Empecé entonces a comprender que estafueruaaparente era de hecho su debilidad. Con la ieoría de Einstein la situación era muy diferente. Tomemos un ejemplo típico -la predicción einsteiniana, que acababa de ser confirmada por lós haliazgos de la expedíción de Eddington. La teoría de la gravedad de Einstein llevaba al resultado de que la luz debía ser atraída por cuerpos pesados (como el Sol), tal como son atraídos los cuerpos materiales. En consecuencia, podía calcularse que laluz de una estrella fíja distante cuya posición aparente estuviera cercanial Sol llegaría alaTierra desde tal dirección que la estrella parecería estar ligeramente desplazada con respecto al Sol; o, en otros
términos, las estrellas cercanas al Sol se verían como si se hubiesen separado un poco del Sol y unas de otras. Esto es algo que no puede observarse normalmente, ya que id.r estrellur se vuelven invisibles durante el día debido al abrumador brillo del Sol; pero durante un eclipse es posible tomar fotografías de ellas. Si la misma constélación es fotografiada por la noche, se pueden medir las distancias sobre las dos fotografías y comprobar el efecto predicho. Ahora bien, lo impresionante en este caso es el riesgo que implica una predicción de este tipo. Si la observación muestra que el efecto predicho está definitivamente ausente, la teoríasimplemente queda refutada. La teoría es incompatible con ciertos resultados posibles de la observación -de hecho, con resultados que todo el mundo habna esperado antes de Einstein (Popper,2002, páss.45-47).

 

 

El faslacionismo de Popper también tiene, desgraciadamente, problemas. Las ríticas vinieron de mano de Kuhn, Lakatos y Feyerabend: para ellos el faslacionismo no es posible tal y como lo describe Popper: también podemos equivocarnos al presentar un resultado refutador, pueden haber refutaciones de los métodos empleados en ellos, y no siempre se puede tirar por la borda una buena teoría, hay unas estrategias defensivas (refutando el resultado, añadiendo hipótesis ad hoc, cuestionando las hipótesis adicionales, etc).

Queda claro que no todo en ciencia es falsable. Pensemos en el Segundo Principio de la Termodinámica. ¿Cómo podríamos falsarlo? Lo que ocurre es lo contrario: se rechaza el experimento. Ningún físico va a aceptar una máquina del Movimiento Perpetuo, porque viola el Segundo Principio. ELa segunda Ley de Newton es infalsable, toda vez que nunca se peude sumar la totalidad de fuerzas que actúan sobre un cuerpo. Por otro lado, muchas tonterías pseudocientíficas sí son falsable (edad de la Tierra, memoria del agua, etc), y no por eso son ciencia. Por tanto, la falsabildiad no es ciriterio de demarcación.

¿Qué podemos concluir de todos estos problemas?

Posición de Feyeraben: el prestigio de la Ciencia es inmerecido, conseguido con una alianza artera con el poder de cada momento. Lo saludable es propiciar una separación enre la Ciencia y el Estado, que la Ciencia quede para los que les gusta. Es una posición muy extrema

Posición relativista de los sociólogos de la Ciencia: Ciencia es lo que consideran los científicos consideran Ciencia. Es asimismo inaceptable. Según esto Lysenko sería un ceintífico de primer orden en la URSS, pero sun ideas no fueron ceintíficas, eran falsas.


Actitud de pluralidad metodológica: no hay una demarcación calra, nítida e intemporal; sino una escala gradual, en la parte más alta estará la física, la bioquímica, etc, en el otro extremo estaría la astrología, la homeopatía, y habría una graduaciónd e grises intermedia, en la que habría unas criterios indicadores de buena práctica científica, aunque no demarcadores:


1. Las hipótesis han de estar formuladas en un lenguaje preciso (y a ser posible, en forma matemática). Los conceptos deben estar claramente definidos.

2. Las hipótesis han de ser contrastables empíricamente, es decir, deben darse indicaciones de cómo cualquier investigador puede comprobar su validez si así lo desea a partir de la experiencia. Para ello, es conveniente que puedan dar lugar a predicciones nuevas y arriesgadas.

3. Por esta razón, las explicaciones han de ser naturalistas, es decir, no pueden apelar a causas o procesos no naturales.

4. Las ideas científicas han de estar abiertas a la crítica racional y pública y no deben ser defendidas en contra de la evidencia más allá de un límite razonable. La revisión constante y la corrección de los errores deben ser siempre facilitadas y nunca impedidas o dificultadas.

5. Las teorías científicas deben cambiar como consecuencia del choque con la evidencia empírica o ante el surgimiento de teorías mejores. Deben hacer progresos.

6. Es deseable la interconectividad teórica. Las nuevas propuestas teóricas deben establecer conexiones con otras teorías de la misma disciplina o de otras distintas pero cercanas.

 

Tras esto nos podríamos preguntar si la ciencia siempre cumple estos requisitos. Tenemos ejemplos de ciencia basura, por ejemplo con Blondot y los rayos N, o con la fusión fría. La teoría de supercuerdas no recibe empujón empírico alguno, etc.