1. Teorías de la cultura

Introducción

Los antropólogos usan la palabra “cultura” creyendo que significa algo definido. Pero la definición previa de que se trata de “la herencia común de conducta simbólica aprendida que convierte a los humanos en humanos” se tambalea ante tres evidencias:

1.- Estudios primatológicos que evidencian transmisiones culturales entre no humanos.

2.- Los enmarañados hilos del cambio y de la diversidad cultural dificultan el mero concepto de “herencia común”

3.- El concepto así expresado abarca demasiado para llegar a no revelar nada en la práctica.

Así las cosas, se ha hecho un esfuerzo para que la definición incluya menos cosas y revele más. A continuación se repasan esos intentos en cuatro frentes:

Desde la perspectiva evolucionista

Las culturas como sistemas adaptativos

Desde la perspectiva ideacional

Las culturas como sistemas cognitivos

Las culturas como sistemas estructurales

Las culturas como sistemas simbólicos

Las culturas como sistemas adaptativos

Desde la perspectiva evolucionista se ve que el diseño biológico no está terminado, y puede ser complementado a través del aprendizaje cultural que hace viable la vida humana en entornos particulares. Esta corriente buscará beneficios adaptativos para la especie en las pautas culturales, de modo que la agresión, territorialidad, roles de sexo, sexualidad y otros dominios de lo cultural y lo biológico estén entretejidos. Dos conclusiones se extraen de esta visión:

1.- Toda idea que pretenda despejar capa a capa los elementos culturales hasta encontrar un supuesto “hombre prístino” están condenadas al fracaso.Se necesita un modelo muy complejo, no estratigráfico.

2.- Tanto el determinismo cultural extremo como el etológico extremo sólo se pueden defender desde la fe, no desde la ciencia.

En suma: los esquemas biológicos son transformados por los culturales, y hay que trabajar con todos ellos mediante diseños de investigación cuidadosos e imaginativos, no polémicos ni sensacionalistas. Los adaptacionistas culturales que trabajan en este ámbito están de acuerdo en algunos amplios presupuestos:

A.- Las culturas son sistemas que sirven para relacionar a las comunidades humanas con sus entornos ecológicos. Según ello, cultura es:

·Todo aquel medio cuyas formas no están bajo control genético directo...que sirve para ajustar a los individuos y a los grupos dentro de sus comunidades ecológicas (Binford).

·Conjunto de pautas de conducta asociadas a grupos particulares de gentes, es decir a las costumbres o a la forma de vida de un pueblo (Harris).

B.- El cambio cultural es ante todo un proceso de adaptación y se superpone a la selección natural. El cambio es en dirección al equilibrio dentro de los ecosistemas. Sobre dichos cambios operan realimentaciones tanto negativas (buscando la autocorrección y el equilibrio) como positivas (promoviendo el cambio direccional y el desequilibrio).

C.- Los aspectos más centrales de la cultura respecto a la adaptación son la tecnología, la economía de subsistencia y los elementos de organización social. Diversos modos de entender cómo operan estos factores dan diversos posicionamientos:

· Materialismo cultural: (R. Harris). El materialismo cultural es un enfoque de investigación en antropología y sociología, que postula que las condiciones materiales suelen ser el principal factor promotor de los cambios sociológicos y culturales observados así como un fuerte determinante de los patrones culturales y organización de una determinada cultura o sociedad. El materialismo cultural analiza la evolución y configuración de las sociedades a partir de sus condiciones materiales. Para ello, se establece una división tripartita entre clases de conceptos que atiende a su relación causal. Esas clases se llaman infraestructura (modos de producción, tecnología, modos de reproducción), estructura (economía doméstica y política) y supraestructura (arte, la música, la danza, literatura, publicidad, rituales, deportes, religión, la ciencia, etc). El postulado básico del materialismo cultural preconiza la primacía de la infraestructura.

· Dialéctica social marxista.(K. Marx) Trata de comprender la historia y la economía a través de la dialéctica. El poder de la dialéctica reside entonces no sólo en su capacidad “teórica” sino también en su capacidad práctica, revolucionaria. La contradicción es el motor de la realidad, y los procesos dialécticos se presentan de un modo abierto, inacabado: las síntesis alcanzadas no son perfectas, e incluyen dentro de sí contradicciones que terminarán manifestándose, y dando lugar a nuevas síntesis de la realidad.

· Evolucionismo cultural (E.R. Service).

Sin embargo, los tres estarían de acuerdo en ver la economía como algo primario y los sistemas ideacionales (religión, ritual, cosmovisión) como derivado, epifenoménico.

Tecnologías similares aplicadas a ambientes similares tienden a producir ordenaciones similares de trabajo en la producción y distribución y...éstas a su vez implicarían tipos similares de agrupaciones sociales que justifiquen y coordinen sus actividades por medio de sistemas similares de valores y creencias (M. Harris)

D. Los componentes ideacionales de los sistemas culturales pueden tener consecuencias adaptativas (controlando la población, contribuyendo a la subsistencia, etc).

Teorías ideacionales de la cultura

Son teorías que contemplan la cultura como sistemas de ideas. Existen principalmente tres formas de aproximación a las culturas bajo este aspecto: como sistemas cognitivos, como sistemas estructurales y como sistemas simbólicos.

1.- Culturas como sistemas cognitivos (W. Goodenough)

Más allá de estudio antropológico de las colecciones de mariposas de otros pueblos, ha surgido una nueva e importante manera de entender la cultura como cognición.

La cultura de una sociedad consiste en todo aquello que conoce o cree conocer con el fin de operar de una manera aceptable sobre sus miembros, La cultura no es un fenómeno material; no consiste en cosos, gente, conducta o emociones. Es una organización de todo ello. Cultura consiste en normas para decidir qué es..., que puede ser..., qué es lo que uno piensa acerca de ..., con que hacer con...y para decidirse cómo ponerse a hacerlo. (W. Goodenough)

Goodenough contrasta esta visión con la de los adaptacionistas. Según Goodenough las culturas tienen epistemológicamente la misma realidad que el lenguaje, como códigos ideacionales inferidos que subyacen a la realidad de los acontecimientos observados. El lenguaje se revela así como un subsistema de la cultura, de ahí que los antropólogos utilicen herramientas de los lingüistas para estudiar las realidades culturales.

Sin embargo, los análisis de las culturas como sistemas cognitivos no han avanzado más allá de unos pocos logros: elaboración de mapas de dominios semánticos definidos, la noción de “gramática cultural” ha demostrado ser bastante estéril y totalmente improductiva para explicar la riqueza y variedad del conocimiento humano.

2.- Culturas como sistemas estructurales (Claude Lévi-Strauss)

Intenta explicar la cultura como el mundo simbólico en el que habitan los hombres, mundo producido por los procesos de la mente humana. Es una suma de teorías muy influyente en la antropología del siglo XX. Lévi-Strauss contempla las culturas como sistemas simbólicos compartidos que no son sino creaciones acumulativas de la mente. Trata de descubrir los esquemas estructurales de tales sistemas culturales para inferir los principios de la mente que los generan.

Según esta visión las condiciones materiales de subsistencia y economía constriñen, pero no explican los mundos vividos. Especialmente en el mito dejan que los pensamientos se muevan libremente. Lévi-Strauss se interesa más por “La Cultura” que por las culturas: contempla las estructuras míticas de los indios americanos como pautas que se superponen e interconectan, y que trascienden no sólo a la organización cognitiva de sus actores individuales, sino incluso a los límites del lenguaje y la costumbre que diferencian a los pueblos.

3.- Culturas como sistemas simbólicos (Louis Dumont, Clifford Geertz, David Schneider)

Esta corriente de pensamiento antropológico ve las culturas como sistemas de símbolos y significados compartidos. Veremos seguidamente la opción de Geertz:

Geertz intenta explicar explicar aspectos particulares etnográficos aplicando la teoría general, pero a diferencia de Lévi-Strauss, encuentra estas particularidades en la riqueza real de la gente real: las peleas de gallos, un funeral, un robo de ganado... sus textos no hablan de mitos o costumbres desencarnados y descontextualizados, sino sobre seres humanos implicados en la acción simbólica.

Geertz opina que la poción cognitivista de Goodenough es reduccionista u espuriamente formalista: los significados no están en la mente de la gente, sino que son compartidos por los agente sociales. No están en ellos, sino entre ellos, son públicos no privados. Los sistemas culturales son ideacionales, pero en el sentido en que es ideacional un cuarteto de cuerda de Beethoven (que está más allá de las mentes de los oyentes o de las representaciones concretas de la obra). Para Geertz las pautas culturales no son reificadas o metafísicas, son “cosas de este mundo”, lo mismo que las rocas o los sueños.

Geertz define su manera de ver la cultura como semiótica. Estudiar la cultura es estudiar los códigos de significación compartidos. Ha tomado de Ricoeur el concepto de texto en sentido extendido para ver la cultura como un “ensamblaje de textos”, convirtiendo a la antropología en una ciencia de interpretación, no de desciframiento. Por eso, no comparte el optimismo de la etnociencia de que el código cultural pueda ser formalizado como si fuera una gramática, ni fácilmente decodificable como propone Lévi-Strauss. Interpretar es difícil y lento. Su forma de ver las culturas emerge como una extensión de la analogía de Wittgenstein entre nuestro lenguaje y una vieja ciudad, con su núcleo antiguo rodeado de suburbios racionalmente planeados: para Geertz las culturas son como las viejas ciudades.

Una de las advertencias de Geertz trata del peligro de intentar hacer un mapa de una cultura que maximice y clarifique su integración y consistencia interna, dado que en toda cultura sólo hay una planificación parcial, y fuertes desconexiones e inconsistencias internas.

Schneider por su parte tiene una idea relacionada con la de Geertz, pero con matices distintos. Para Schneider la cultura es un sistema de símbolos y significados que comprende categorías o unidades, y reglas sobre relaciones y modos de conducta. Es importante comprender que el estatus epistemológico “de las cosas” no depende de su observabilidad ni de su racional existencia: los espíritus son categorías culturales igual que las posesiones, las casas o los alimentos. Schneider distingue un nivel de reglas o normas (cómo hacerlo). El actor cuenta con ellas para desenvolverse en su mundo social, pero a él le interesa más una etapa anterior, diferenciando el sistema de símbolos y significados incorporados al sistema normativo, que es un aspecto distinto que puede ser abstraído de él ...

Por símbolos y significados yo entiendo las premisas básicas que una cultura coloca para la vida: en qué consisten sus unidades, cómo se definen y diferencian estas unidades, cómo forman un orden o clasificación integrado, cómo está estructurado el mundo, de qué partes consta y sobre qué premisas se entiende que existe, las categorías y clasificaciones de los varios dominios del mundo del hombre y cómo se relacionan una con otra, y el mundo en el que el hombre se ve viviendo.

El contraste entre los niveles normativo y cultural es importante en Schneider: el primero está centrado en el ego, apropiado pata la toma de decisiones o interacción. La cultura toma la posición del hombre cara a cara con el mundo, más que ser una posición del hombre relativa a cómo habérselas con el mundo. Schneider contrasta su aproximación al análisis cultural con el de Geertz, al que achaca estar ligado a presupuestos weberianos.

Las culturas y los sistemas socioculturales

Una formulación sobre la cultura sobre la que Marvin Harris y David Schneider estuvieran de acuerdo sería una propuesta vacía: ser eclécticos nos llevaría a los vagos y oscuros conceptos de cultura de los que queremos huir. Cada concepción tiene sus debilidades y sus puntos fuertes. Aún así, una salida conceptual sería interesante, si no para reconciliar desacuerdos, sí para identificar la naturaleza y la fuente de dichos desacuerdos. Algunos de los desacuerdos son filosóficos, otros sustantivos, algunos pueden ser resueltos con evidencias empíricas, otros no.

Las culturas como sistemas ideacionales. Paradojas y problemas

A pesar de las discrepancias entre los teóricos que defienden el estatus de sistemas ideacionales para las culturas, comparten todos ellos una interesante premisa: suponen un imperialismo intelectual. Para la antropología social americana las pautas sociales eran un sector de la cultura; para la británica en cambio, las pautas sociales están cristalizadas en la estructura social como modos de conducta y de pensamiento institucionalizados y normalizados y son socialmente reconocibles en las reglas (explícitas o implícitas) a las que tienen que conformarse los miembros de la sociedad.

Aquí hay una dicotomía: o se considera a la cultura como derivada de las formas de organización social, o se considera a éstas como derivadas de la cultura. Tanto Geertz como Goodenough, Lévi-Strauss o Schneider comparten la premisa de que los aspectos culturales y sociales son distintos, y están interrelacionados de manera que uno no es mero reflejo del otro; y cada uno debe ser considerado en sí mismo. El núcleo del desacuerdo proviene del problema que crea la siguiente paradoja:

Paradoja: Cuando los individuos se implican en relaciones sociales, comparte necesariamente significados y comprensiones comunes de los actos del otro, de manera que esos significados compartidos son mayores que los que tienen los individuos (cada uno de ellos por separado) en sus mentes. Los significados sociales trascienden a la individuación de la experiencia privada.

Los diversos autores ofrecen diversas salidas a la paradoja anterior:

Goodenought : Resuelve la cuestión describiendo la cultura como una sistematización idealizada del mundo cognitivo individual. Esto podría capacitar a una persona extraña para producir respuestas culturalmente apropiadas a ñas situaciones a las que se encuentra enfrentado un actor nativo. Así lo compartido se reduce al punto de vista de un actor individual idealizado:

“La gente aprende como individuos. Si la cultura es aprendida, su foco último debe estar en los individuos, más que en los grupos… La teoría de la cultura debe explicar en qué sentido podemos hablar de la cultura como algo compartido o propiedad de los grupos… cómo se relaciona con los procesos sociales, y psicológicos de los hombres en grupo”.

Geertz: Considera que la alquimia de significados compartidos es algo básico, no derivado. Para él, el tráfico de símbolos es de este mundo, no de un mundo platónico e imaginario reificado. Las culturas están en el espacio y en el tiempo, localizadas por la distribución espacial y temporal de los individuos que las portan. Las culturas están en las mentes.

Lévi-Strauss: Contempla las culturas trascendiendo a los actores individuales, e incluso los límites étnicos.Las representaciones colectivas reflejan y revelan las estructuras y procesos de mentes individuales de las cuales son creaciones acumulativas.

Schneider: Va más allá en una postura esencialista, pues ara él , en algún sentido, la cultura tiene existencia por sí misma, independientemente de sus manifestaciones imperfectas en los pensamientos y acciones de quienes las incorporan.

Por lo demás, hay diferencias de matiz entre un sistema ideacional colectivo y la psicodinçamica de los individuos, de modo que dos simplificaciones están plagadas de riesgos en este tema:

1.- Cualquier esfuerzo por reducir los sistemas culturales al sistema cognitivo de un actor individual idealizado está lleno de peligros.

2.- Igualmente, dejar a la cultura liberada de las mentes individuales a través de las cuales toma cuerpo, tiene sus peligros.

Hacia un desembarazamiento conceptual

La cultura concebida como un sistema de competencia compartida en su diseño más amplio y sus principios más profundos y variando entre los individuos en sus especificidades, no es entonces todo lo que un individuo sabe y siente sobre el mundo. Es su teoría sobre lo que sus compañeros saben, creen y significan, su teoría acerca del código que se sigue, del juego que se juega en la sociedad en la que han nacido.

Podemos entender la percepción que el actor individual tiene de su cultura como externa podemos entender la forma en la que los individuos pueden usar, manipular, violar e intentar cambiar conscientemente lo que ellos creen ser las reglas del juego. Los actores siguen reglas de las cuales no son completamente conscientes y asumen un mundo que esta ahí y que de hecho han creado con pautas de la mente formadas y sombreadas culturalmente.

No todo individuo comparte precisamente la misma teoría del código cultural, no todo individuo sabe todos los sectores de la cultura. La cultura está ordenada como un sistema de conocimiento, formado por la forma como el cerebro humano adquiere, organiza y procesa la información y crea modelos internos de la realidad, un sistema de conocimiento.

Una concepción ideacional de la cultura nos servirá de poco si tomamos el sistema abstracto que hemos creado del flujo del mundo fenoménico y lo examinamos para ver cómo es que va junto. Pero la cultura nos puede servir de mucho si la usamos para ayudar a desenmarañar las enormemente complejas madejas de interconectividad de este mundo.

Postura personal del autor

Postura sintética (Keesing): Deben estudiarse las culturas como sistemas ideacionales pero es imposible no contaminarse con el estudios de las situaciones sociales y ecológicas en las que actúan los sujetos:

1) No podemos comprender la vida de otros pueblos trazando simplemente un mapa de su cultura.

2) La magia de los símbolos culturales actúa en situaciones sociales. Se encarna en los encuentros públicos. Los significados son compartidos por gente cuyas concepciones de su cultura no son idénticas; por lo que se trata de algo más que un denominador común. No obstante, se produce al aplicar colectivamente lo general a lo particular.

3) No es posible entender el cambio, la diversidad y la adaptación del sistema sin una perspectiva adaptativa. Las culturas deben generar pautas de vida viables en sus respectivos ambientes. La pregunta crucial de Hobbes: "¿Cómo es posible que las conductas individuales creen las características de los grupos?" se responde comprendiendo que dicha conducta individual está guiada, canalizada y constreñida por principios y reglas culturales. Aún así, son los individuos los que generan las pautas sociales; mientras que lo que es directamente formado por las presiones selectivas es cómo viven los humanos, cómo conceptualizan el juego de la vida. Esta capacitación comunitaria tiene sus propios costes: mito, ritual, cosmología y magia pueden ser debidas a un doble origen:

A. Adaptaciones a las presiones de la psique humana.

B. Adaptaciones a las presiones del ambiente externo.

4) Si no tenemos en consideración los sistemas sociales, los ecosistemas, la psicología, y la biología. convertimos el análisis cultural en una vía separada de disciplinas adyacentes.

5) El desconocimiento del funcionamiento de la mente humana nos imposibilita de dar explicación física a las funciones más viejas evolutivamente: las automáticas.

6) La cultura, como otros conceptos de la ciencia social, debe ser capaz de autoextinguirse.

Conclusión

Concebir la cultura como un subsistema dentro de un sistema más complejo (biológico, social, simbólico...) hará posible una comprensión más profunda del hecho cultural. En este proceso el propio concepto de cultura se hará cada vez más refinado, pero esto es secundario; lo importante es que en el camino se habrán planteado cuestiones estratégicas y se verán conexiones que de otra forma permanecerían ocultas.

Bibliografía: Keesing, R.M. Teorías de la Cultura. DOI: https://doi.org/10.19136/pd.a0n21.717