3. Primeros textos

La ambigüedad de la cultura griega, su "fracaso histórico" nace de la incapacidad de generar una ortodoxia, una cultura estabilizada por un libro sagrado. En este contexto, hay algunos textos que nos responden a la pregunta por el saber y por la sabiduría.

Fundamentalmente tenemos tres fuentes:

1. Los textos homéricos. No tienen precedentes ni subsiguientes, salvo alguna excepción poco importante. Sn textos muy peculiares: remiten a una situación anterior, la época en la que vivían los héroes. El mundo homėrico es completamente olímpico. Dionisos es citado una sola vez como generador de altercados, pero no ocupa ningún puesto relevante. El mundo olímpico es el del panteón de los aqueos, conquistadores. En lo político remiten a la ėpoca micėnica, anterior al represente del poeta que los escribe. Son por tanto un momento a la ambigüedad. Las situaciones son anacrónicas: los guerreros van en carro, cosa que no ocurría en la época de Homero. La sociedad del VIII, que vive la desaparición de la estructura anterior, micėnica, es la que ve surgir estos textos, que también describen esa sociedad. La cultura micénicos proviene de pueblos invasores de los primitivos moradores. La primera de las invasiones es la de los aqueos, que conquista y somete a Creta. Micenas es ya de hecho una cultura griega, cosa que no se puede decir de la minoica. Los textos micénicos se pierden, manteniéndose la memoria oral de los mismos, y esa es la base de los textos homéricos. Homero pudo no haber existido, pero en todo caso es evidente que hubo una mano que unificó estas tradiciones orales.

2. Las tablillas en lineal B (escritas en lengua griega) de Creta. Creta se hunde y Micenas igualmente, y los palacios son destruidos. El fuego sin embargo hace que las tablillas de barro blando quede petrificada y llegue hasta hoy. Son principalmente registros administrativos, fundamental del siglo XX a C. Los registros son decepcionantes, porque el material literario se escribía sobre materiales nobles que desaparecieron en los incendios. Sin embargo nos ofrece información preciosa sobre la administración, la clase de región y los grandes cargos que organizaban el poder (Wanax, Basileus, etc), la función de ciertos funcionarios, como el aedo.

3. Textos que tienen que ver con el surgir de la filosofía. Son textos (fundamentalmente de la lírica) muy cercanos a los planteamientos filosóficos, pero anteriores a ellos. Una segunda incursión ahora de los dorios, ocurre en estos momentos. Píndaro es un ejemplo paradigmático. La épica de este momento es muy diferente de la de los textos homėricos.

El material más susceptible de análisis filosófico es el mitológico. ¿Dónde está el saber según estos textos? Fundamentalmente r saber se entiende la metis, y Metis es la astucia, la previsión de lo que puede ocurrir, para tomar medidas oportunas. Metis es también una diosa de la religión olímpica, es la diosa de la previsión frente a la continencia. relacionada con los mitos de Prometeo. Metis pone en marcha la entrega a los hombres del fuego a manos de Prometeo, por lo que es castigado, como sabemos. La razón del castigo es la posibilidad de que Zeus pierda la soberanía si los instrumentos del saber caen en manos de los hombres. Metis es la representación del saber de la conquista, que se hace sobre la regularidad y el orden, y que introduce la irregularidad y el desorden. Zeus amó a Metis, pero se casó con Temis (Hera), diosa de la necesidad (ananké), de la previsión y de la regularidad. Ese saber entregado a los hombres es ese saber que frente a las necesidades regulares actúa en cada caso para reparar urgencias, hacer que las cosas imprevisibles se conviertan en previstas. El gran ejemplo es el caso de Odiseo, que es el único que no se mueve por razones de gloria, sino por razones de previsión en La Odisea. Ahí está colocado el saber en este estadio griego.

El saber aparece también en otros mitos alejados del mundo homérico. Tenemos tres familias o ciclos de mitos en las que el saber ocupa un lugar destacado en un mundo diverso, aculturado, en el que nunca se logró la fusión completa de la cultura aquea y dormía invasora con la pelasgos anterior, sino que siempre estuvieron en una tensión que sin embargo se mostró muy fructífera.

1. El ciclo de Ariadna, Teseo y el laberinto.

Atenas, gobernada por Egeo, tiene que pagar tributo de 10 mancebos y doncellas a Minos para que sean entregados al minotauro. El hijo de Egeo, Teseo, pertenece a la segunda generación de héroes. No son ya descendientes de los dioses como Heracles. Son recordados como héroes que constituyeron la cultura griega. Teseo propone a su padre acabar con el vasallaje humillante, proponiéndose como uno de los mancebos. El resto de la historia es bien conocida. Dédalo es la personificación del saber construir, basado en un plan o proyecto. Diseño y construcción se aúnan en el laberinto, construcción cuya realidad es enigmática. El toro representa la naturaleza, su fuerza atroz, imprevisible, y su poder, que destruye al ser humano. Es tan sagrado como poderoso. La protección frente al toro es la protección humana frente a la naturaleza ciega y poderosa y frente el azar.

En torno a la doctrina del saber, importan aquí varias cosas importantes:

1. El saber tiene que ver con el hacer, con el saber construir cosas. Es prevenir el contacto con la naturaleza terrible, del que se sigue la destrucción, mediante una diferición: una construcción que se basa en conceptos ordenados. Esto es una hybris, una desmesura que trae el castigo de los dioses (Icaro).

2. Saber es prever, y prever es dominar. El dominio sobre la naturaleza pasa por saber el daño que se puede esperar mediante la interposición de acciones productivas.

3. A este saber productivo se le da un nombre extraño: λόγος. El verbo λέγειν significa agavillar, tramar; com hay que tramar ladrillos en los muros del laberinto.

2. El ciclo de Dionisos órfico

El orfismo es una religión que impregnó al sociedad griega hacia el siglo VIII. El Dionisos órfico se diferencia del olímpico en que es un dios sometido a la muerte. Medio devorado por los titanes, es reconstruido por Zeus a partir de su corazón. El Dionisos resultante ya no es el inicial, sino otro renovado, dotado de una sabiduría especial. El saber ya no está asociado aquí con el hacer.

Dionisos se representa con una peonza y un espejo. Con la peonza marca un ritmo, frenético, al que se someten los danzantes rituales en el orfismo. Se anula la conciencia y se pierde la conciencia en el que se produce un contacto real con la tierra. El espejo es el verdadero símbolo del saber. Dionisos se mira en el espejo y cuando Dionisos mira en el espejo no se reflejan meramente los objetos, sino lo que los objetos son. Se distingue entre el aparecer y el ser. Aquí están las primeras distinciones entre phainomenai y einai. Dionisos mira, y al mirar el mundo recupera su propia faz. Esa faz es la memoria de lo que en cada caso ha sido, es y será lo reflejado, y eso será transferido al recuerdo o memoria. El saber es asunto de la memoria y su instrumento es el verso hexámero.

3. El ciclo de Apolo y la conquista del templo oracular.

Apolo tiene el fiero recuerdo de su madre, que fue perseguida. El motivo era que según una procía de Prometeo, el hijo de Leto conquistaría el poder de Zeus. Hera decreta la persecución de Leto, que manda la serpiente Pitón. Leto se mete en una caverna para dar a luz a Apolo. Apolo en su plenitud es un dinos extraño en el contexto olímpico, viene de fuera y se ha incorporado más tarde. Frente a él Zeus reacciona siempre con mucha precaución, como si lo temiera. Leto representa la ocultación, lo oscuro.

En el escondrijo de Leto se instituye el templo oracular de Delfos, en el que la pitonisa expresa con palabras enigmáticas sus oráculos. Las palabras tienen una realización, operan obras que expresan la memoria de lo que ha sido, es y será. Apolo produce la conexión con el mito de Prometeo cuando entrega a Cenómoe, una ninfa, el verso hexámero ; instrumento de la palabra que lleva a realización lo que Prometeo dejó inconcluso, efectuando la transferencia de la divinidad a los hombres, porque en el saber poético está toda la sabiduría. En el saber poético está la clave para defenderse de los males de la naturaleza brutal a la vez que crea la naturaleza segunda, que es la cultura expresada por el fuego de Prometeo y por la poesía.

Conclusión de todo ello es que el saber antes de cualquier manifestación filosófica, representado en los mitos y confirmado por las tablillas micénicas, se articula a tres niveles:

1. El saber industrioso que produce manufacturas.

2. El saber que sabe proyector, que sabe hacer que otros hagan. Para ello se necesita una manufactura anterior a toda manufactura, como es la memoria. Lo memoria determina que el sabio que proyecta es el que es capaz de dar las órdenes que dirigirán el trabajo.

3. El saber se hace mediante palabras realizadoras. El poeta se relaciona con el saber en el sentido de la mántica. El aedo no sólo es capaz de recordar, sino también el que que hace reconocer la sabiduría, el poeta garantiza, justifica y lleva a su plenitud la soberanía de los reyes. El saber está íntimamente unido al λόγος. La atribución de la soberanía, que por medio de su codificación discursiva en la poesía y que guarda la memoria de lo que ha sido, es y será, logra mediante intervenciones tecnológicas sobre la naturaleza, crear una estructura social en la que los hombre pueden vivir.

Lo que Apolo hace cuando entrega a Cenómoe el verso hexámero lo que hace es reparar la ocultación de Leto, facilitando la desocultación de lo que estaba ocultado. Todo ello tiene relación con la palabra verdad (α-λήψεια), desvelamiento.

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