Organismo y Organización en Biología Teórica

Artículo publicado en Ludus Vitalis, vol. XIV, num. 26, 2006, pp. 3-38.

Disponible en http://ludus-vitalis.org/html/textos/26/26-01_etxeberria_umerez.pdf

1. Introducción

En la biología del siglo XX tiene enorme peso la biología molecular, específicamente de los ácidos nucleicos. Es una tendencia reduccionista que intenta traducir los procesos orgánicos a sus correlatos químicos. No obstante, ahora, cincuenta años después, parece que asistimos a un resurgir de tendencias que quedaron arrinconadas pro esa efervescencia de la bioquímica. El principal problema en el XX era la organización, la interactuación de las partes para dar como resultado a las características de un todo del organismo (idea de inspiración kantiana). Con Kant, se pensaba que esta teleología interna de los organismos estaba más allá de la explicación científica y no habría un "Newton de la brizna de hierba". Lo cierto es que a la sombra de la biología molecular, otras tendencias más organicistas han existido en la biología teórica del XX.

El organicismo es una posición que trata de superar el duelo entre vitalismo y mecanicismo.

1. Según el vitalismo, los seres vivos poseen un tipo de fuerza misteriosa, elusiva e inmaterial, denominada fuerza vital. Esta ‘entidad especial’ es la que confiere a los seres vivos sus propiedades. El vitalismo dominó el pensamiento biológico durante varios siglos y no está totalmente muerto; de vez en cuando resurge con una formulación ligeramente distinta. En cualquier caso, es necesario hacer dos comentarios sobre esta doctrina filosófica.

El primero es que no aporta ninguna explicación sobre el funcionamiento de los seres vivos; simplemente se limita a declarar que no son explicables.

El segundo es que no tiene ninguna base empírica: no tenemos ninguna constancia de que la fuerza vital exista; de hecho, según los vitalistas, ésta es indetectable por sí misma, al estar intrínsecamente unida a los procesos vitales que alimenta.

2. El mecanicismo representa, naturalmente, la postura contraria. Los seres vivos están formados de materia y energía, igual que los seres inertes; por lo tanto son explicables, en principio, en términos físico-químicos. Esto no quiere decir que la explicación sea fácil; en la mayoría de los casos no lo es, sólo que si persistimos en el intento, eventualmente llegaremos a ella.

El organicismo defiende la necesidad de atender a diferentes niveles en la organización de los seres vivos y tiene una visión ciertamente holista. La biología teórico pudo haber despegado en la década de los años 30-40 del XX, pero no lo consiguió. Una nueva intentona del último cuarto de siglo propicia tratamientos más sistémicos frente a los planteamientos generalizados de la biología molecular.

2. Organismo y organización como ejes de la biología teórica

Para el organicismo el elemento fundamental de la biología es el organismo, y trata de fundamentar en él las explicaciones de los procesos vivientes. Sin embargo, el propio concepto de organismo es complicado y difícil de aquilatar. El concepto fue introducido por Georg Ernst Stahl en el XCIII en oposición al mecanicismo. Los organismos son entidades organizadas, y el concepto no nace como una aplicación del concepto de mecanismo, sino precisamente en oposición a ello. Se trata de resaltar las características no mecánicas de los seres vivos. Sin embargo a lo largo del XX se desvanece esta idea en el quehacer de la biología, que se centra en el nivel molecular. El enorme éxito de ésta no hace sino relegar la visión sistémica al olvido; mientras que el paralelo desarrollo de la teoría de la evolución presta cada vez menos atención a la organización y más al diseño de caracteres fenotípicos. Autores como Gurman, Neumann, Webster y Goodwin denuncian que la biología haya olvidado a los organismos en beneficios de los genes, olvido que nació con la separación teórica de Weissmann entre plasma germinal y plasma somático.

Naturalmente, existe una propuesta alternativa: la centrada en la forma biológica. Adquiere importancia teórica la ontogenia embriológica, que dará lugar a la llamada biología del desarrollo. No obstante también se levantan voces que afirman que la organización biológica no se agota en la forma, es necesario atender también a otras cuestiones, que deberán ser atendidas por la biología teórica:

¿Cuáles son las características de los organismos que son distintas de las de las partes de que están compuestos?

¿Qué papel juega el concepto de organismo en la construcción de un objeto científico?

¿Qué se pierde en la ciencia contemporánea cuando se considera que mecanismo y organismo son sinónimos?

3. La biología teórica antes de 1953

Podemos decir que la biología teórica nación en el período entreguerras en Inglaterra, cuando la biología molecular se estaba fraguando. El año 1932 se formó en Cambridge un grupo de investigadores con el nombre de "Biotheoretical Gatherings" o también "Theoretical Biology Club" , y cuyos participantes principales fueron J. H. Woodger, J. Needham, C.H. Waddington, D. MWrinch, y J. D. Bernal. Woodger (1894-1981) fue una figura clave en este grupo, que tuvo contactos con Bertalanffy y varios miembros del Círculo de Viena. Influido por Bertalanffy, Woodger desarrolló un estudio de la biología centrada en el organismo, mientras que los trabajos de Needham tenían orientación más mecanicista. Defienden que los fundamentos teóricos deben presidir todo trabajo en biología, y basan la labor teórica en dos facetas:

1. Faceta filosófica: teleología, relación entre hecho y teoría, el significado de los experimentos en biología, etc.

2. Faceta teórico-científica: inspirada en la labor de la física teórica, definida por Bertalanffy como "a branch of natural science which is related to descriptive and experimental biology in just the same way in which theoretical physics is related to experimental physics"

Para Bertalanffy la biología teórica no puede proceder meramente de la física y de la química, es necesario atender al hecho de que prácticamente todos los procesos vitales están organizados para el mantenimiento, producción y restauración del organismo en su conjunto. Bertalanffy propone la siguiente definición de organismo:

Un organismo vivo es un sistema organizado en orden jerárquico con un gran número de partes diferentes, en el cual existe un gran número de procesos dispuestos de tal forma que

Un organismo vivo es un sistema organizado en orden jerárquico (...) con un gran número de partes diferentes, y un gran número de procesos, dispuestos de tal forma que sus relaciones mutuas, dentro de amplios límites y con el constante cambio de materiales y energías, constituyen el propio sistema. El sistema se genera o permanece en su estado característico a pesar de las perturbaciones inducidas por influencias externas, y estos procesos conducen también a la producción de sistemas similares. (Bertalanffy 1933, p. 49)

Bertalanffy afianza la importancia central del organismo, afirmando que sus propiedades no dependen de la peculiaridad de sus componentes sino del sistema dinámico en el que se articulan los mismos. No es un punto de vista "aditivo", como el mecanicista. El otro concepto troncal de Bertalanffy es el de organización. Este concepto no existe en física, de modo que entramos en el problema de la reducción de la biología a la física, o de la subsunción de la física en le biología. En ese momento, lo que queda claro es que la biología lleva retraso: no ha habido un Newton de la biología. Para intentar afianzar el concepto de organización Woodger acuña el de relaciones internas entre las partes: las propiedades de una parte son diferentes cuando dicha parte está integrada en el organismo que cuando es removido del mismo. Esto influye en las consideraciones bioquímicas, y también en las genéticas: ¿es heredable la organización? Para Woodger no estaría especificada en el carácter mendeliano, sino formada mediante los procesos dinámicos del desarrollo. Woodger por lo tanto separa dos procesos, separación muy interesante porque se incidirá en ello en las muy posteriores concepciones evo-devo:

1. La morfología del organismo, heredada por procesos mendelianos.

2. La organización del mismo, que depende de las relaciones entre las partes, y es ontogénica.

Las visiones organicistas promueven una visión multinivel de una realidad estratificada jerárquicamente en niveles de diferente complejidad. Lamentablemente las ideas de Woodger no fueron asimiladas porque cayó en descrédito al negar la teoría de los cromosomas.

4. El panorama más amplio: la biología teórica ante la biología molecular y la Síntesis Moderna de la teoría de la evolución

El programa iniciado por el Theoretical Biology Club de Cambridge tuvo cierto resurgir en los años 60-70 del XX. Como marco conceptual de ese momento utilizaremos la clasificación del Olby, que diferencia dos concepciones y tres fases históricas. Las concepciones son:

1. Una concepción estricta (narrow), con logros hacia los años 50. Comienza con la elucidación de la estructura el ADN (Watson y Crick).

2. Una concepción amplia (broad), nacida en los años 30-40, que introdujo el término de biología molecular.

Y las tres fases son:

1. A partir de los años 30, de carácter reduccionista a la química. Establece programas de investigación para llegar hasta el nivel molecular en las explicaciones biológicas. A partir de los años 40 el neodarwinismo fruto de la síntesis prácticamente borra del mapa las controversias precedentes y se destaca como el nuevo programa de investigación progresivo, sin competencia efectiva por parte de las potenciales alternativas que todavía unos pocos años antes parecían florecer.

2. A partir de los años 50, que incide en la importancia de la secuencia de nucleótidos en el ADN para la determinación de la estructura de los organismos. En 1953 Watson y Crick desentrañan la estructura del ADN. Las presiones hacia una consideración más exclusivamente bioquímica se hacen muy vehementes. algunos acutoes como Gould hablan de un progresivo endurecimiento del enfoque. Mientras, se mantienen curiosas islas de optimismo que no se corresponden con el panorama general, como con Bertalanffy, proclives a la biología teórica. En este período Neurath, Carnap y Morris publican en su International Encyclopaedia of Biology un artículo redactado por Felix Mainx (1955) con el título de “Foundations of Biology” y en el que, entre no pocas críticas más o menos suaves a planteamientos de corte organicista, mencionando repetidamente en modo crítico a Bertalanffy.

En los años 60-70 hay un renovado interés por el organicismo, se da de nuevo una cierta apertura a los enfoques biológicos más amplios y holistas, aunque este quicio quedó sellado por una biología molecular renovada. Una de las razones para este renovado interés por el organicismo o la biología teórica sería :

1. El punto de inflexión que supuso la aparición de la posibilidad de recombinación genética en los primeros 70, tanto por las perspectivas que abría a la investigación, plagadas tanto de esperanzas médicas como de temores sociales. Se establecen moratorias y protocolos éticos en la investigación en forma de autorregulación restrictiva.

2. El propio éxito del enfoque biomolecular provoca una absolutización que generará la reacción de los enfoques más generalistas y abiertos.

Los años 70-80 sufren un paso por el desierto en lo que a la biología molecular se refiere, del que saldrá no obstante reforzada. La crisis es motivada por la fuerte controversia al respecto de los modelos de regulación de los genes, y se considera el detonante de la tercera fase. A finales de los 70 vuelven los intentos renovados de los enfoques organicistas de manos de Waddington, en torno al tema Towards a Theoretical Biology (Hacia una Biología Teórica) en unos términos que recuerdan recuerdan completamente a Bertalanffy.

3. A partir de los años 80, más compleja y con gran capacidad explicativa, incide en los mecanismos de control de dicha secuencia. Simultáneamente el darwinismo más estricto comienza a sufrir dificultades en el panadaptacionismo. Se aprecia asimismo cierto divorcio entre la biología evolutiva y la molecular.

5. La biología teórica después de 1953

En estas segunda etapa, la biología teórica mantiene sus dos metas de la etapa anterior: el carácter organicista y la reivindicación de los trabajos teóricos. Sin embargo, el marco ha cambiado: la Teoría de la Evolución está mucho más asentada por la labor de la Síntesis moderna, y la biología molecular ha tenido un espectacular avance, convirtiéndose en el referente inapelable de los trabajos en biología. Con este telón de fondo, los temas estrella de la biología teórica son cinco, y los veremos separadamente:

1. La interpretación física del papel de la información en el contexto de la dinámica fisico-química del organismo

2. El estudio de los organismos mínimos. El interés se desplaza desde las moléculas hasta un todo organizado.

3. Entender el papel de la organización en la evolución biológica

4. La modelización.

5.1. Dinámica e información

La existencia de moléculas cuya conformación no surge espontáneamente a través de procesos físico-químicos, sino que depende de una secuencia que o bien es copiada de otras (replicación de los ácidos nucleicos), o bien es construida a partir de otra secuencia en virtud de un "código" que permite establecer correspondencias entre los elementos de las dos secuencias (construcción de proteínas) motiva la inserción de vocabulario informacional, si bien hay quien considera que se trata de una metáfora. Autores como H.H. Patee han intentado problematizar esta introducción terminológica, afirmando que la información no es un término primitivo del que emerge la organización viviente.

Pattee utiliza una noción de complementariedad que recuerda a la onda/corpúsculo de Bohr en la física atómica, pero aplicada a la biología. La complementariedad en el sentido de Pattee atiende al binomio dinámica/información. La segunda emerge de la primera en forma de configuraciones estables que tienen un efecto causal en los elementos que las generan y, de forma conversa, la dinámica biológica debe entenderse como siendo constreñida o encauzada por elementos simbólicos. Pattee (1977) ha propuesto la distinción de dos tipos de entidades en la célula:

1. Constricciones. Son estructuras materiales capaces de acción causal local: congelan grados de libertad que las leyes dejan abiertos, como los enzimas catalíticos, que aceleran o inhiben rutas metabólicas de forma que generan una dinámica automantenida por selección de reacciones químicas específicas de entre todas las (químicamente) posibles.

2. Símbolos. Los símbolos son registros que se preservan de forma codificada, como la secuencia de bases del ADN. Pero para que haya un símbolo debe haber una interpretación, y ésta no se puede hacer desde fuera del sistema en el que actúa la información. Por lo tanto, las secuencias no portan información por sí mismas, sólo es operativa en el seno de la célula en la que existe.

La mutua complementariedad entre símbolos y sistemas dinámicos que los interpretan explica la autonomía del proceso.

5.2. Organismos mínimos

Adquieren mucha importancia teórica, dada la cierta confianza, que se respira en el aire, en que se van a poder extrapolar los resultados obtenidos en sistemas mínimos a los más evolucionados. Maturana y Varela proponen en 1973 la noción de autopoiesis. La idea general de la autopoiesis es la auto-producción (sin distinción entre productor y producto), como una forma especial de proceso auto-organizativo que constituye a los seres vivos y que surge sin un control centralizado, sino como resultado de las relaciones dinámicas entre todos los componentes del sistema en un cierre operacional.. Así, lo que define a la vida es la aparición de un sistema topológicamente limitado por una construcción física que encierra una red recursiva de relaciones de producción de componentes capaz de autonomía , es decir, de configurar una variedad de comportamientos propios. Se deja de considerar la descripción de las relaciones entre el ser vivo y el ambiente en término de respuestas (outputs) a estímulos(inputs), adoptando una visión más plástica, apoyada por los nuevos estudios en ciencia de sistemas, cibernética, Sistemas Complejos y Vida artificial.

Biólogos teóricos como Robert Rosen, Kauffman o Tibor Ganti han desarrollado sistemas teóricos en este sentido.

5.3. Organización y evolución

La Síntesis realizada en los años 30-40 coordina diversas disciplinas bajo el manto unificador de la teoría de la evolución. Sin embargo, deja fuera cuestiones trascendentales como la embriología y el desarrollo. Esto propició dos efectos:

1. Se entendió la evolución casi exclusivamente como efecto de la SN sobre las poblaciones.

2. La SN incide sobre la estructura de los genes, a través de la selección fenotípica.

Como consecuencia de ello, se considera que lo que evolucionan son las partes individuales, representadas por sus genes individuales, no los seres vivos como sistemas organizados. En el seno de la biología teórica encontramos dos actitudes distintas:

1.- Reivindicar explicaciones causales y desechar las históricas basadas en la SN. Se trataba de una vuelta a consideraciones mecanicistas (Entwicklungsmechanik) sobre los organismos que afectan al propio individuo sin apelar a la historia filogenética. Es el camino seguido por Varela o Rosen, que han preferido prescindir de la evolución en sus modelos.

2.- Menos extrema y más proclive a avanzar en una teoría de la evolución que tenga más en cuenta el problema de la organización biológica es la posición de investigadores como Waddington, que estudian el desarrollo como un proceso estable. La estabilidad la garantiza la interacción en red de un amplio conjunto de genes. Se tienen en cuenta efectos como el efecto Badlwin, o de asimilación genética de caracteres fenotípicos que inicialmente se producen como respuesta al ambiente, en un modo que recuerda al lamarckismo.

5.4. Modelización

Se produce un espectacular aumento de las herramientas matemáticas e informáticas para el estudio de los modelos, que son principalmente de tos tipos; sincrónicos y diacrónicos (que estudian el cambio de los sistemas en el tiempo). Dentro de estos últimos se han desarrollado tres métodos evolutivos: los algoritmos genéticos (AG), las estrategias evolutivas y la programación genética, que se diferencian principalmente por usar diferentes formas de mutación y de selección.

6. Conclusión.- Una biología teórica para el siglo XXI

Y llegamos a la situación actual: plena de posibilidades integradoras. Podemos estar volviendo al organicismo con modos y perspectivas que resultaban inaccesibles en etapas anteriores. El cambio de perspectiva es posible gracias a avances en un sentido y fracasos en el otro. Parece haber concluido "el siglo del gen", y las expresiones de descontento por el excesivo afán reduccionista se elevan por doquier. La complejidad toma una posición central en el estudio de los sistemas vivos, y esta nueva situación implica la coexistencia de dos factores:

1. El propio éxito de la biología molecular ha puesto de manifiesto sus propias limitaciones explicativas.

2. La irrupción de los programas evo-devo y autoorganizativos tiene capacidad de ofrecer avances teóricos y resultados empíricos.

¿Los trabajos en biología teórica han propiciado este cambio? Más bien ha sido la muerte por éxito de la biología molecular. En palabras de Morange:

Ha revolucionado la genómica la comprensión son del mundo vivo? Paradójicamente, su principal contribución es quizás el resultado de una decepción: la secuenciación completa del genoma humano no nos ha enseñado "directamente" nada de lo que somos,aunque ese conocimiento será una herramienta sin igual para aislar, por ejemplo, los genes asociados con enfermedades. La secuencia completa de genomas no reveló la presencia de un programa genético del desarrollo, como habían imaginado los primeros biólogos moleculares. Fue la sentencia de muerte de la ilusión reduccionista de que el conocimiento de los genes revelaría inmediatamente todas las estructuras y funciones de los organismos vivos. Esta decepción ha fomentado el aumento de la post-genómica, es decir, de todas las tecnologías para explotar la información obtenida a través de principales programas de secuenciación, y el establecimiento de una nueva visión organismos vivos en general. Hoy en día, la mayoría de los biólogos creen que las extraordinarias características de los seres vivos tienen su origen en la operación integrada de cientos o miles de componentes elementales.