ENTRE CAVERNAS

2. Cavernas literarias: El Quijote


La caverna Gutenberg


Obras literarias como cuevas. Los autores son los que manejan los ídolos y lo sectores son los presos. Aunque los personajes e historia sean ficticios los sentimientos son reales. La cueva filosófica como parte de todo ello. Concretamente "la República" de Platon es una caverna que contiene otra, pues en ella está la metáfora de la caverna. Leibniz concebía el mundo físico como un complejo entrecruzamiento de cavernas y pliegues conteniéndose unas en otras.


La biblioteca de don Quijote


Perder el sentido de la realidad es una forma de habitan en la caverna. Las letras son el fuego de Platón, las palabras son los objetos artificiales, las sombras son sus significados. Lara don Quijote las novelas se convirtieron en la realidad auténtica, o mundo platónico de las ideas. La propia novela de El Quijote es una caverna, pero múltiple, porque tiene un sinnúmero de lectores, que se distribuyen en el espacio y en el tiempo. Es una cueva habitada hace siglos.


La existencia de don Quijote


En 1604 el Quijote sólo existía en le mente de Cervantes. Era un ente imaginado. Gracias a la imprenta se ha convertido en una entidad de referencia en muchas culturas, con alto grado de existencia (ex- sistencia: estar fuera del mundo). Las sombras de las cavernas ex-isten en las mentes de los prisioneros, los cuales creen que son reales. Así llegamos al concepto de Parnaso, que acoge a muchas entidades artificiales que hen logrado independizarse de su autor. ¿Qué modalidad de existencia tienen los seres del Parnaso? Sólo existen en la memoria de los seres humanos, son sombras en sus cerebros. Se trata de una segunda forma de realidad, diferente de la físico-natural. Los cuerpos de carne y hueso viven en el Primer entorno E1. Las divinidades, las musas, los antiguos poetas, músicos y artistas existen en un espacio cultural y social, el segundo entorno E2, que es el entorno de las ciudades. Cervantes fue un ser de E1, pero ahora habita eternamente en E2 junto al Quijote y Sancho.


La realidad de Don Quijote


El espacio tecnológico y electrónico crea el tercer entorno E3. ¿Puede don Quijote emigrar a E3? ¿Puede habitar en una e-Mancha? Así está ocurriendo. No tiene existencia corporal ni biológica, su existencia es mental y social, y no pertenece a E1 aunque los libros sean entidades físicas. La φύσις no sabe leer, eso es cosa de la πόλις.  En tanto que objeto el libro es una caverna mortuoria para sus personajes. Por eso, para existir necesita de nuestras mentes.


Escapar de la caverna: la cueva de Montesinos.


Don Quijote es (cree ser) consciente de que habita en una caverna encantada por algún mago malicioso que truca a Dulcinea en una fea campesina, y pretende salir de ella para admirar su grandeza directamente, ver toda la belleza del κόσμος νοητος. Por eso desde la caverna que soñé la narración, se introduce en otra, la de Montesinos, en donde pretende encontrar la verdadera luz (Dulcinea). Es como si quisiera escapar de la caverna de letras en la que le tiene Cervantes preso. En la segunda cueva tiene acceso a Dulcinea,  pero es un acceso onírico: una vuelca dentro de otra cueva. Como decía Deleuze: la materia presenta una textura infinitamente porosa, esponjosa o cavernosa sin vacío, siempre hay una caverna en la caverna. Los personajes crean pliegues de sí mismos: don Quijote no para de quejarse de  las insuficiencia de su autor, Cervantes, para plasmar la belleza perfecta de Dulcinea.


Otros habitantes de la cueva


Al entrar en la de Montesinos, don Quijote escapa de la caverna cervantina y accede a otra en la que habita (oníricamente) el bien puro: Dulcinea. Sin embargo, es una visión fugaz y esquiva: don Quijote nunca conseguirá contemplar el Bien, por muy cautivo que esté. El deseo y la memoria son cuevas sobre cuevas, a cual más prometedora, a cual más vacía. Los duques que en la segunda parte invitan a su castillo a caballero y escudero son lectores de ls primera parte de la novela. Cervantes hace ahí un salto mortal de caverna en caverna, colocando a dos lectores en la segunda parte. Éstos le cuestionan a Sancho y al propio don Quijote la existencia real de Dulcinea, a lo que éste responde: en esto hay mucho que decir. Dios sabe si hay Dulcinea o no en el mundo, o si es fantástica o no es fantástica; y estas no son de las cosas cuya averiguación se haya de llevar a cabo. Es decir: ningún ser humano jefe saber con certeza qué son los entes de ficción, sí reales o imaginarios.


3. Supervivencia e inmortalidad


El hombre, desde el cuaternario, tiene necesidad de una cueva como cobijo, vivienda y cuidado de la prole. Esta necesidad lleva aparejada la de la caverna como refugio simbólico y social. Tenemos derecho a imaginar que hay dioses que velan por nosotros porque tenemos derecho a la caverna. La cueva-refugio es muy anterior al Homo. Pero sólo nosotros aprendimos a fabricar nuestras propias cuevas. Llamaremos cavernas a las que admiten un gran número de personas. La primera cueva es la cerebral, bajo la bóveda craneal. El mundo social también está organizado de forma cavernaria. Incluso después de muertos seguimos estando en cavernas, mausoleos y cementerios.


El Hades


El Hades en La Odisea es una gran caverna habitada por sombras que son la proyección de los seres vivos. Como en la caverna de Platón el Hades es descrito como una proyección de los vivos en el mundo de las tinieblas en el que sólo existen sombras en imágenes. Pero ambos conceptos son diferentes. Más diferente aún es la Ciudad de Dios de San Agustín.


Las ciudades de San Agustín 


Agustín estuvo muy influido por la teoría platónica a través de Plotino y Porfirio. Reinterpretó la distinción entre el mundo de las ideas y el empírico mediante una perspectiva religiosa y teológica, distinguiendo por primera vez entre la Ciudad de los Hombres y la Ciudad de Dios, pasando a ser uno de los pilares doctrinales del cristianismo. Millones de personas creen en dos cavernas herederas de esta tradición, que no atañen a la ser vivencia corporal, sino a la eterna, aunque la conciban de formas diferentes: el cielo y el infierno. Junto a ellas existe una caverna intermedia: la Ciudad de Dios. Esta ciudad tiene dos caras, una temporal a lo largo de la historia, y otra atemporal a partir del juicio final. En la segunda se subdivide en cielo  e infierno sin que haya en Agustín estado intermedio. A diferencia de la platónica, la Ciudad de Dios está habitada por hombres, ángeles, arcángeles, tronos y dominaciones además del Dios uno y trino.


En el paraíso celestial no ocurre nada, salvo una inmensa felicidad y al contemplar directamente a Dios en todo momento.


En la otra caverna eterna, el infierno, los cuerpos de los condenados una vez resucitado si reanimados padecerán los tormentos del fuego. Se trata de cuerpos inmortales que sufrirán sin desmayo, no como en la caverna natural en la que la materia se consume con el fuego.


Aun siendo luminosidad pura, el reino de los cielos agustiniano es muy diferente del κόσμος νοητος platónico porque está compuesto por almas, no por ideas. Almas que tendrán cuerpo al final de los tiempos, concretamente el de la edad juvenil. Y no tendrán debilidad alguna.


En la ciudad de los hombres y nos vemos en la realidad (Dios) sino su imagen (la naturaleza). En el mundo terrestre los hombres ven a Dios a través de sus sombras, es decir, a través del mundo que Él ha creado. En la Ciudad de Dios lo verán cara a cara, si bien cada uno gozará de él en consonancia con sus propios méritos.


El entendimiento divino


El mundo natural parece real pero hay otro mundo sobrenatural oculto en él, de revelancia ontológica muy superior. La auténtica realidad para Agustín es Dios y el Cielo. Los dos mundos de Platón ese elevan a dogma con Agustín. La Ciudad de los Hombres es una caverna intermedia entre cielo e infierno. Hay dos ciudades de Dios: la eterna (el cielo) y la peregrina (la Iglesia). Eso aporta una condición trágica: unos habitantes de la segunda accederán a la primera, otros en cambio se perderán por el camino y acabarán siendo presa de pecado y de los demonios. La Cuidad de Dios está formada por los salvados y por los ángeles. Dentro de la Cuidad de los Hombres hay a caverna literario-religiosa, que es también de inspiración divina. Está formada por todos los libros de inspiración divina. La diferencia de Agustín con Platón es que no cifra la belleza, la Αλεφεια ni la percepción e las ideas, sino en Dios.


La tercera caverna, la Cuidad de los Hombre debe su diversidad a las múltiples oposiciones y conflictos derivados de la existencia real de un Mal y un Bien, de la Verdad y del Engaño. Reflexionando sobre ello Agustín llegó a anticipar el modelo cartesiano del cogito: si me engaño, existo; pues quien no exige no puede tampoco engañarse; y por eso, si me engaño, existo. ¿Cómo me puedo engañar sobre la existencia, siendo tan cierto que existo si me engaño?


No es exactamente el cogito cartesiano, sino una versión más radical: me engaño, luego existo. Este pensamiento propicia la cavernicidad del mundo: el fundamento de engaño reside en los titiriteros, constructores de cavernas de diversos engaños. La salvedad en Agustín es que el engaño es autoengaño: se trata de engañarme a mí mismo. Si lo hago, existo. El autoengaño es el fundamento más sólido de las cavernas más duraderas.


4 Pluralidad de mundos


La caverna divina, según Leibniz


Para Leibniz,Dios pudo haber creado muchos mundos. Entre ellos eligió el mejor. Para él no sólo el hombr es importante, sino la cantidad de esencia que podía contener el mundo, esa es la función de utilidad a maximizar por Dios. Cada idea en entendimiento divino  es una esencia que pugna por aflorar. El mundo mejor no es el que comporta menos sufrimiento, sino más variedad ontológica. E entendimiento divino es la Gran Caverna capaz de albergar a todos los mundos posibles, al menos a nivel eidético. Leibniz es el gran defensor del pluralismo ontológico, si bien ese pluralismo es integrado en una unidad en Dios. E poder de Dios convierte automáticamente en real el calculado como mejor mundo posible. La posibilidad es el principio de la esencia, pero la perfección es el principio de existencia: todos los mundos posibles intentan existir, sólo existe el mejor de los posibles. A diferencia de con Spinoza, el Dios de Leibniz no es la naturaleza, ésta es producto suyos el cálculo divino no fue moral, sino metafísico (ontológico).


Elentendimiento del Dios de Leibniz es la Caverna por excelencia: allí anidan las ideas del κόσμος νοητος platónico, junto con las correo diente a los seres posibles pero no reales. El mundo físico es mera proyección de dicha caverna. Hemos visto las tres grandes cavernas de la filosofía: la de Platón, al de san Agustín y la de Leibniz.


La caverna del olvido


Dentro de la Ciudad de los Hombres, hay muchos mundos posibles (literarios, tecnológicos, artísticos) que se materializan o no por trabajo humano. Cada ecosistema humano alberga múltiples Lebenswelt, la cultura y el idioma generan múltiples mundos simbólicos compartidos por comunidades, y los microcosmos mentales aportan variedad adicional. Pero de la mayoría de ellos no queda ni rastro: el olvido supera infinitamente a la memoria.


Mundos de la vida


Cada micro mundo individual cambia a lo largo de la vida. Los Lebenswelt cambian imperceptiblemente con la edad, con la situación, con las relaciones Inter pares. La pluralidad lo domina todo: hay muchas verdades! pero aún más falsedades. Entre las últimas, la mayor es creer que sólo hay un mundo. Creer en un único mundo real es el origen de las creencias religiosas, específicamente las monoteístas. Este monismo es un lenitivo, aunque a otros les consuela el dualismo, creer en otro mundo. La cuestión no es que haya un mundo o varios, sino la jerarquía ente ellos, la predominancia de uno de ellos (la φύσις para los materialistas, el κόσμος νέτος para los idealistas, el mundo de los dioses para los píos, la realidad social para los constructivistas). El debate de fondo que subyace en la discusión sobre unidad o pluralidad es un debate axiológico: unos mundos valen más que orros, esos son los auténticos).


Tecnomundos


Sus detractores mencionan su artificialidad y profetizan la desaparición de las demás esferas de existencia por su culpa. Sigue siendo un debate axiológico en el que se teme que el tecno mundo, de menor valor, engulla a cavernas más valiosas. Otros no lo temen, sino que olorizan sobre ello: transhumanistas apologitas del ciborg, por ejemplo. Se llega a profetizar la desaparición del Hombre y su sustitución por un Übermensch tipo robocop. Se puede rechazar este transhumanisto sin considerar las TICs irrelevantes. La sociedad de la información es extraordinariamente importante, genera múltiles cuevas de información.


Realidades


Defendemos un pluralismo ontológico. Negamos una jerarquía piramidal de mundos, como negamos el monismo. El pluralismo asume que cada ser vivo considera que su propio microcosmos o micro caverna es sumamente relevante, en ello le va la vida. Negamos el dogma platónico de que todo está supeditado al Uno, con independencia de quë consideremos ese Uno. Desde este pluralismo el pensamiento sobre la tecnología (y sobre internet en especial) no reside en su sustituirá a tal o cual valor: se incide en la existencia de cavernas en las cavernas, el pluralismo no es reduccionista a diferencia del untaréis o ontológico.


Crítica de lo Uno.


La inmensa mayoría de la producción filosófica es monista. Jenófanes y Parmėnides la iniciaron, Platón la sistematizó al afirmar que toda idea es una y sólo una. Aristóteles avanzó en ello por otros medios, manteniendo conceptos de límites nítidos, los escolásticos bebieron de todo ello: todo ente en tanto que ente es unum, incluso antes de verum y bonum. No hay fuzzy logic de ninguna manera. Kant subraya la importancia de los juicios universales y necesarios en la Teoría del conocimiento, al menos Hegel reconoce una dialéctica entre lo uno y lo múltiple, pero la propia dialéctica apunta a la síntesis final, única. Marx  y los marxistas beben del método Hegeliano: son completamente dialécticos y sus reflexiones apuntan a una contradicción principal a vencer en pos de la síntesis final. Sin embargo, despunta otra visión filosófica: en lugar de reducir la diversidad de mundos al κόσμος νοητος como hacen los proclives al platonismo, subyugados por la idea de unidad, debemos salir de esta caverna eidética y admitir una pluralidad constituyente.


Cinco argumentos a favor del pluralismo ontológico.


1. De la historia de la filosofía occidental. Ninguna propuesta filosófica ha generado consenso universal.


2. No hay un único problema filosófico sino varios, irreducibles: ontológicos, epistemológicas, éticos, estėticos, metodológicos, y axiológicos.odmeos añadir los anteopológicos y culturales.


3. Hay una pluralidad de saberes y de métodos de saber: pluralidad epistemológica. La unidad epistémica es una quimera. El monismo metodológico ha muerto. Incluso la lógica ha dejado de ser unitaria con las lógicas polivalentes, fuzzy, constructivistas, etc.


4. Preferimos una filosofía adjetiva (genitiva) que una sustantiva, esencialista. La categoría de substancia no prima sobre las demás, consideramos que la categoría de relación es más relevante (sistema categorial de Frege). La unidad y la universalidad son ídolos de la tribu y del foro respectivamente. No hay filosofía, sino filosofías, la libertad de pensamiento requiere pluralismo.


5. Incluso el pluralismo es plural: hay diversos modos de concebirlo. Sus modalidades son pluralismo ontológico, epistémico, metafísico, noético, metodológico, axiológico, antropológico, etc.


Podemos añadir varios puntos adicionales: 


6. la pluralidad de mundos perceptivos debido a la pluralidad de lenguas esquemas simbólicos y culturales... No hay una humanidad hay humanidades, el monismo antropológico de los pensadores ilustrados es peligroso. Hay una clara unicidad genérica, pero incluso cuestor genoma es interespecífico, no esencial.


7. la paleontología habla de humanidades. La negación de humanidad a las otras tribus se hace en aras de defender la sacrosanta unidad del grupo.


8. El pluralismo religioso es importante a la hora de articular otras modalidades de pluralismo: social, político, cultural, etc. De lo contrario se vuelve a la caverna única.


En suma, la hondura filosófica que se ha atribuido al monismo tiene unos fundamentos místicos, más que intelectuales. El pragmatismo de William James pretende abjurar tanto del monismo absoluto como del pluralismo absoluto, si bien sin equidistancia: está mucho más cerca del pluralismo. De la Universalidad habrá que pasar a la pluriversalidad o pluriversidad. Las universidades deben convertirse en pluriversidades, basadas en redes multidisciplinares de conocimiento, interrelacionando pero sí afán reductivo. Es preferible distinguir microcosmos, mesocosmos y macrocosmos, con relevancia filosófica en las tres escalas, cosa que abomina el monismo. Los nuevos pasos en el nanocosmos refuerzan esta idea, como decía William James, hay que postular la existencia de pluriversidad, no de un universo.


La consideración a los valores es el último argumento a favor del pluralismo. Éstos son funciones que los diversos agentes aplican a objetos, personas, sistemas o procesos. La teoría de la decisión racional propugna que los individuos y grupos actúan intentando maximizar el grado de satisfacción de uno o varios valores. La racionalidad axiológica acotada que defendemos afirma que hay cotas máximas y mínimas  en el grado de satisfacción de un valor, y que las acciones racionales están guiadas por una pluralidad de valores, cada uno con. Su propio intervalo crítico de satisfacción, y además variable ene tiempo y con los agentes. Además, se debe  justificar no sólo los medios (como hace la racionalidad instrumental), sino también los fines.


Lo más significativo de la pluralidad filosófica, en tanto que se opone al monismo y al dualismo, es que también se opone a una pluralidad indefinida: la propia pluralidad debe tener límites estrictos.


5. Tecnocavernas.


Tratemos de las modalidades de la realidad virtual generadas por las tecnologías de la información y de la comunicación (TIC). Como ocurría en el Quijote, siempre habrá curas y barberos que se encargarán de decirnos que el mundo real es aquel en el que ellos viven. También curas y barberos contribuyen a que el mundo sea plural: no hay cultura sin cavernas virtuales y también la virtualidad es plural y admite grados. La reflexión y distinción real/virtual requiere un pensamiento profundo que no ha sido iniciado hasta finales del siglo XX por algunos filósofos franceses. Lo virtual nace con el arte y la literatura pero se desboca con las nuevas tecnologías en Internet. La tecnocaverna generada por las TIC's están importante que merece consideración aparte.


La realidad como valor


Hay conceptos descriptivos que evolucionan a valorativos por evolución semántica: fuerza, solidez, etc. Es una mutación ontologia-axiológica que en caso alguno es una falacia naturalista, pues pasa de la esfera del ser a la del valor como metáfora, no como una inferencia lógica, como sucede con "humano". Per ello es importante atender al uso de las palabras, no a su mera etimología. También es muy útil el contraste con antónimos. Así pasa con "realidad". Si se opone "real" a "irreal" lo primero gana en jerarquía de valor a lo segundo, si se opone a "imaginario", o a "onírico", lo mismo. Recordemos a Descartes con su valoración de la realidad frente al engaño del genio maligno.  Ontológicamente, lo real tiene "más substancia". Esa asimetría se remonta a Platón y Aristóteles.


Los idiomas tienen sus componentes cavernarias: consideramos superior por naturaleza a lo que nuestra caverna dicta que está por encima en la jerarquía. Estas categorización es ingresan en la lengua y cristalizan. La propia palabra "categoría" se mira de "modo de decir" a "importancia" ( "es una persona de vategoría"). Hoy en día lo real se aprecia frente a lo virtual. Lo real es la φύσις y la πόλις, lo virtual vale menos. Esta axiología es ontoteológica: lo natural es bueno, lo artificial, malo. Estos tópicos de la ciencia verán natural son aquí puestos en entredicho.


Las revoluciones técnicas han supuesto un profundo cambio de valores, véase la imprenta. Ahora ha surgido un nuevo modo de existencia virtual en redes sociales: la realidad se ha expandido y nuevas entidades artificiales han de devenido reales. Por ficticios y artificiales que sean, los acontecimientos virtuales general emociones y sentimientos reales.


Grados de realidad


El ingreso en lo virtual supone una experiencia similar a pasar de campo a la ciudad, y nadie negará la realidad urbana. Las TIC pertenecen a nuestra Lebenswelt. Los simulacros del Otro Mundo ya tuvieron incidencia real en el medievo, véase las catedrales y sus vidrieras y la importancia real para la vida humana de lo que allí se narraba. Sin embargo no por ello vamos a defender aquí las tesis postmodernas, sino que se trata de plantear una propuesta diferente: hay grados de realidad, no una frontera nítida. Mientras nos empeñemos en oponer real a irreal como el blanco al negro, no avanzáremos en nuestras reflexiones. No obstante, no hay una pirámide jerárquica de lo real, no hay una cúspide. Esa concepción piramidal es típica del neoplatonismo, y proviene del árbol de Porfirio. Funda lo que podemos llamar la concepción heredada de la ontologia según la cual la diferencia entre lo real y lo iral es dicotómica. Aquí por el contrario defenderemos un realismo gradual, que nos permitirá repensar el debate pluralismo/monismo.


Debate filosófico sobre lo virtual


Defendemos aquí que el concepto clave no es el de virtualidad, sino el de representación, mucho más general. Partiremos del pensamiento de Pierre Lévy, que criticáremos, según el cual lo virtual es una forma de ser fecunda y potente que favorece los procesos de creación y cava pozos llenos de sentido en la superficialidad de la presencia física inmediata. Lévy parte de una distinción entre posible y virtual según la cual lo virtual no se opone a lo real, sino a lo actual. Lo posible se opone a lo real porque le falta actualidad, y lo virtual es real pero no actualo para Lévy lo real es una entidad estática mientras que lo virtual incluye todo lo que es dinámico, intencional y dialéctico.mlo malo es que este concepto poco tiene que ver con las TIC's. Casi todo en la naturaleza sería virtual, y sólo devendría real por cristalización, digamos. El tiempo sería virtualidad pura. La virtualidad sería, según Lévi,  la categoría suprema que genera todo lo que es. Desde esta concepción, su interpretación del mundo tecnológico no puede ser más desaforada: "mi cuerpo personal es la actualización temporal de un enorme hipercuerpo híbrido, social y tecnobiológico." En el fondo todo esto no son sino insensateces:


1. Negamos la oposición entre virtualización y actualización. Las sensaciones que proporciona la tecnología virtual son plenamente actuales. Actuales y reales son los efectos que provocan sobre las personas. Es más, son cuidadosamente diseñadas para provocar unos efectos y no otros.


2. Las dos oposiciones propuestas por Levi para reflexionar sobre las tecnologías virtuales:real / posible y virtual / actual resultan inadecuadas para un análisis filosófico.


3. Los artefactos tecnológicos no son entidades virtuales sino reales.


4. Lėvi presupone que el verdadero significado de las palabras radica en sus orígenes etimológico se ponen los diccionarios de autoridades. Para el virtual significa lo mismo en Aristóteles, Leibniz o Deleuze. Prolonga estos significados vetustos a las nuevas tecnologías distorsionando por completo la noción tecnocientífica de virtualidad.


Otro filósofo, mucho más ponderado, que se ha ocupado de la realidad virtual es Philip Quéau. Para Quéau lo virtual es un nuevo sistema de representación, de escritura. Se diferencia de las representaciones escritas por cuatro aspectos: la universalidad del código base, el enlace operatorio entre imagen y los lenguajes formales, la calculabilidad, y la capacidad de simulación y visualización.


Las funciones sociales de la realidad infovirtual son analizadas lúcidamente de la siguiente manera por Quėau:


Lo virtual permite proponer nuevas interfaces de comunicación entre los seres humanos. La tele virtualidad permite que varias personas compartan a distancia un lugar virtual efectuando en el virtualmente trabajos colectivos. Cada participante está representado por un clon lo que implica dos ventajas en comparación con las videoconferencias: una banda estrecha para las conexiones de telecomunicaciones y una interactividad total que permite incluso llegar a ocupar el punto de vista de los interlocutores.


Quéau es más atinado que Lévi porque en lugar de partir de la referencia de los clásicos de la filosofía o de los colegas más famosos de su generación parte de los propios desarrollos tecnológicos: se preocupa por las consecuencias reales de las nuevas tecnologías en la sociedad contemporánea por métodos CTS, pero lo hace como filósofo. Y como filósofo, tiene su propia definición de virtualidad:


En la República Platón dice que hay tres tipos de arte:el que se sirve de las cosas, el arte que las fabrica y el arte que las imita. Esta hermosa distinción no es fácil de aplicar al caso de lo virtual. En efecto, lo virtual tiende a confundir y fusionar estas tres artes: podría ser definido como el arte que fabrica imitaciones de la que nos podemos servir.


Esto es muy atinado porque las tecnologías de la realidad virtual, aun estando basadas en la simulación, no se reducen a ella sino que sirven para hacer cosas.


Lo virtual es muy real, puesto que permite actuar sobre la realidad. Simétricamente, lo real posee una cierta virtualidad, a la que Aristóteles llamaba potencia. Hay virtualidad en la real y realidad en lo virtual. La paradoja aumenta cuando, en algunos casos, es posible decir que lo virtual es más real que lo real. Los militares y los cirujanos ya han sabido recurrir a esa realidad aumentada.


La misma reflexión se puede hacer sobre pilotos de aeronaves a distancia, controladores aéreos, etc. Lo que nosotros llamamos tercer entorno es una realidad aumentada porque en el nuevo espacio telemático son factibles acciones a distancia que resultan imposibles en los entornos naturales y urbanos en los que vivimos. Por eso en lugar de especular sobre un concepto filosófico a priori de virtualidad lo que procede es analizar los cambios reales suscitados por las nuevas TIC's.


6. Los tres entornos


Al primer entorno o caverna lo denominaremos fisis al segundo polis y al tercero espacio electrónico. Para abreviar los designaremos  E1, E2 y E3.


Realidades naturales en el primer entorno


Está formado por el campo, el mar, los ríos, las montañas… en una palabra la superficie de la tierra, la biosfera. En E1 Los seres humanos tienen su propia naturaleza, comun a la especie y producto de la evolución natural. A él pertenece nuestro cuerpo de carne y hueso. Este cuerpo tiene su propia caverna interior: nuestros órganos con toda su fisiología. Con nuestros sentidos nos abrimos al espacio exterior, también perteneciente a E1. Pero nuestro cuerpo es nuestra realidad por antonomasia. Todo lo que ocurre en el es real para nosotros, aunque a veces no nos apercibamos de ello.  Realmente sólo accedemos conscientemente a un pequeño porcentaje de los fenómenos externos, pero ello constituye lo más importante para nosotros, lo real, en particular lo que le ocurre a nuestro cuerpo. Nuestra microcaverna personal es mínima comparada con la biosfera, pero por medio del lenguaje accedemos a múltiples cavernas reales e imaginarias. Así nace la religión, que hace una contraposición natural / sobrenatural que no es sino otra forma de expresar la oposición entre lo real y lo virtual.


Evoluciones


En el primer entorno ontológicamente predomina la vida y axiológicamente la supervivencia, mientras que la mayor parte de los espacios de la realidad son ignorados al no ser percibidos y por ende tampoco valorados. La axiología de la supervivencia es el motor evolutivo en la biosfera: el primer imperativo es sobrevivir.


Realidades en el segundo entorno


La socialización ofrece a los humanos mayores posibilidades de supervivencia, y esa tendencia desemboca en la aparición de las ciudades. Así surgen nuevas modalidades de la caverna ahora artificiales: casas, ciudades. La vida se sedentarización y los valores cambian radicalmente. Surgen oficios, profesiones, artilugios, carros, trenes, barcos, aviones, carreteras y demás construcciones artificiales pero sumamente reales. El propio modo de vida se vuelve artificial. El origen del segundo entorno nace en la distinción artificial- natural. Todo ello desemboca en la revolución industrial. Ésta modifica drásticamente la agricultura, la ganadería, la monería, la pesca y las artes del tejido. La geogrrafía humana se vuelve del revés con las migraciones masivas a las ciudades. No sólo cambia la producción, sino igualmente la distribución, el almacenamiento y el consumo... y la manera de hacer la guerra.


E2 se superpone a E1 sin anularlo, aunque a veces lo oculta, como cuando se construye sobre terrenos naturales.


Realidades del tercer entorno.


Emerge de la tecnología de E2, y se inicia con la radio y la tv. Hoy todo ello converge en la web. Todo ello forma lo que llamaremos el sistema TIC, que ha propiciado una nueva sociedad: la sociedad de la información con su nuevo espacio tecnosocial. Es realmente una revolución tecnocientífica, en la que la nueva riqueza es la información. Pero E3 es más complejo que internet, también forman parte de él las posibilidades de transacción de dinero electrónico, cajeros, tarjetas, ordenadores son necesidad de estar conectados a la web, consolas de videojuegos, ebooks, móviles, etc. Casi todos los instrumentos científicos (e incluso artísticos) actuales pertenecen a E3.


Además E3 ha sido diseñado para nosotros, de ahí la facilidad de interacción incluso sensorial. Por las pantallas accedemos a la nueva caverna multimedia. Nos desarrollamos como tecnopersonas en el tecnoentorno y sentimos que el mundo virtual se superpone a nuestras casas y oficinas.


Los objetos digitales (no los artefactos por los que accedemos a ellos, que son físicos) necesitan una nueva ontologia que los analice. El paso E1- E2 supuso con cambio de una ontologia natural a una social, pero los tecnoobjetos no son ni físicos ni biológicos, aunque cualquier objeto físico puede aparecer allí ( como en un documental sobre la naturaleza). El ser de los objetos digitales no tiene un estar-ahí heideggeriano, no tienen una ubicación, pero son reales puesto que producen efectos perceptivos, emocionales y cognitivos. No hay porqué oponer lo real a lo virtual. Sin embargo, si asumimos la gradual ideas de lo real, hemos de reconocer que tienen menos realidad que los objetos de la φύσις. E3 es menos real que E2 ó E1. Siempre podemos apagar una consola, un ordenador, y E3 se volatiliza,mocas que nunca ocurre con E1 ó E2. Pero es una caverna en pleno sentido de la palabra, a la que pertenecemos mentalmente, no físicamente.


7. Rendijas sensoriales


E3 modifica nuestras capacidades sensoriales y de acción: en E3 deviene pentasensorial, y en él un ciego puede ver, un sordo oír y un mudo hablar sin que ello sea ningún milagro. Si es cierto que nada y en el entendimiento que no haya pasado antes por los sentidos, la transformación que las TIC inducen el Pa percepción humana debe tener profundas consecuencias cognoscitivas.


Métrica y topología de los sentidos


Sin sentidos no hay interrelación en la biosfera (E1), ni supervivencia. Cada sentido tiene su propio campo de acción y su métrica: desde la vista (el más amplio) hasta el tacto (que sólo opera a distancia cero). El gusto aún menos, pues es un sentido de interior. Tenemos por lo tanto una topología compuesta de cinco esferas sensoriales, y un segundo mundo interno de propiocepción. Esta topologīa genera una métrica sensorial. En la vista y oído los entornos son bolas esféricas centradas en el individuo, con el gusto y el tacto es más problemático. Un estímulo es percibido si cae dentro de su respectiva esfera sensorial y su intensidad depende de la distancia y también de la propia amplitud del estímulo. En los procesos sensoriales también interviene la imaginación y la memoria asociando a un estímulo huellas mnemónicas de estímulos anteriores. Tenemos una memoria sensorial, y de la misma manera las TIC generarán tactotecas, aromatecas, etc.


En suma: nuestro mundo exterior de vida (Lebenswelt) está acotado, solo percibimos una parte de lo que hay, tanto por estar ubicados en el lugar y buen tiempo concreto como porque las capacidades para percibir tienen sus limitaciones específicas. Incrementar estos límites supone modificar el mundo de la vida,mde ahí la importancia de las tecnologías capacitadoras (enabling technologies), una de las grandes promesas de E3. El paso de E1 a E2 supuso una ampliación similar, aunque menor: los perfumes y jardines intensifican la experiencia olfativa natural. La res pública ha sido ante todo audiovisual, mientras que la esfera privada potenciaba los otros tres sentidos, más íntimos. No nos olisqueamos en público. Todas las naciones tienen una bandera (visual) y un himno (auditivo), pero no tienen un olor ni sabor propio.


Vale la pena detenerse un momento en el realizar los microscopios y telescopios. Inicialmente ampliaron el campo visual de los científicos y consiguiendo ver zonas del universo y no observables a simple vista. Pero la topología seguía siendo la misma. Las TIC's sin embargo han variado incluso en la topología de lo sensible. La web tiene una topología reticular que han abolido la noción usual de distancia. Una videoconferencia reúne en un espacio virtual a múltiples agentes simultáneamente. Hay visión y fonación en red. E2 ha proporcionado algunas prótesis para paliar las deficiencias sensoriales humanas, y aunque de momento es bisensorial, devendrá pentasensorial.


Los sentidos internos y el dolor.


El cerebro no es una tabula rasa como pensaron los empiristas, sino que tiene su propia estructura como afirmó Leibniz. Ejerce una función mediadora sin la cual no hay conocimiento fiable del mundo exterior, tal y como sugirió Kant, aunque con otras palabras. Hoy una filosofía de la mente y una epistemología han de estar basadas en las ciencias cognitivas. Además de los cinco sentidos clásicos también tenemos sentidos internos que nos permiten ver su sensaciones corporales como acaloramiento, mareo, dolor, vértigo etc.


Integración sensorial en el cerebro


Toda sensación se produce en el cerebro, existen drogas que pueden modificar desaliento y el cerebro puede fabricar sus propias drogas. De ahí la duda de si nuestras percepciones no están por fundamente alteradas también por el cerebro y no sólo por los sentidos. Además la caverna sensorial es pluralista: la separación entre zonas especializadas en un sentido o en otro no es estricta.  Para complicarlo aún más,la percepción de unos sentidos influyen en la de otros, como se ve en la degustación de un plato exquisito. Una vez procesada la información de cada sentido, el resultado viaja a las regiones multisensoriales o asociativas donde las señales convergen y se combinan para reconstruir un evento y perseguirlo en su totalidad.


Creemos que vemos con los ojos, oímos   con los oídos y olemos con las narices, pero no es así. Que siente y percibe es el cerebro y él combina en integra los diversos mensajes y estímulos. La sensorial ipad es algo muy complejo, y desde luego no se trata de una intnacionales directa con los objetos externos. Locke no tenía razón cuando postulaba que los objetos dejan huella en nuestra mente como un sello en cera. No hay sensaciones ni percepciones del mundo exterior sin procesamiento cerebral y neuronal, la percepción no es un proceso transparente. El conocimeinto sensible pasar por muchos pliegues, cuevas y cabernas antes de constituirse como tal en la mente humana.


Filtros sensoriales


Como dice Josep de Haro, los sentidos son encargados de recoger etstímulos,pero no todos, sino que se convierten en filtros , reductores de la realidad. El autor distingue hasta 17 filtros. El primer filtro es el rechazo sistemático de un altísimo %  de los estímulos que el cerebro rechaza por considerar no relevantes. El segundo filtro es el proporcionado por la naturaleza de nuestros sensores,que sólo captan ondas en un estrecho espectro, y algunas substancias químicas. ¿Por qué? Pues porque todo el sistema no ha sido diseñado para conocer el mundo, sino sólo para sobrevivir. Por eso debemos construir aparatos que incrementen nuestras capacidades sensoriales para conocer el mundo.


Otros filtros son: la incapacidad de percibir estímulos constantes, etc. En suma: el sensorio hija o es una caverna que sólo nos deja vislumbrar la realidad a través de estrechas rendijas, de forma limitadísima. Ahora bien, la tecnocaverna sensorial cambiará radicalmente la situación si deviene pentasensorial, o podría hacerlo en principio.


8. Cuevas mentales


En la cosmovisión dualista platónica el mundo sensible era una caverna y había que salir de ella para acceder al mundo inteligible. El engaño y el mal estaban en la caverna, la verdad y el bien, afuera.mel cristianismo adoptó ese dualismo en su beneficio,pero también hay dualismos laicos: lo natural frente a lo artificial, las izquierdas frente a las derechas... La tecnocaverna surge del desarrollo de las TIC y proporciona un nuevo entorno que hemos llamado E3, con una topología te titular en la que la distancia pierde su sentidos para que haya objetos en él es necesario que los usuarios de las TIC contemplen en sus pantallas lo que hay en la tecnocaverna, que se convierte en un nuevo espacio social. Son exclusivamente las mentes humanas las destinatarias de todo el tinglado.


La Gran Tecnocaverna se ensambla con millones de tecno cuevas personales. En cada una de ellas consideramos tres niveles: la cueva corporal, la cueva mental y la cueva cerebral. Distinguiremos así entre mentes, cuerpos y cerebros, por muy imbricados entre sí que estén, que lo están. Ahora estamos en condiciones de reinterpretar el mito de la caverna de Platón: los titiriteros de la mampara no son sino los filtros de nuestros sentidos,que nos dejan acceder meramente a sombras proyectistas de la realidad. La ficción consiste en el propio sistema perceptivo y cognitivo: el cerebro es la caverna por antonomasia para los seres humanos.


El cerebro, según Damasio


Comentaremos las exposiciones de Damasio en sus obras "El error de Descartes" y " Y el cerebro creó al hombre". El cerebro tiene una estructura anatómica complejísima, y muchos de los subsistemas no son específicamente humanos, sino que son partidos con muchos animales. Algunos organismos tienen cerebro, y algunos de estos tienen mente. La neuronas posibilitan a sus poseedores a habitar otras cavernas que la corporal: las mentales y cerebrales.


Cavernas electroquímicas


Los prisioneros de las cavernas mentales tenemos en común el hecho de tener neuronas, a través de las cuales fluyen mensajes electroquímicos. La proyección que hacen los sentidos sobre nuestra mente no es óptica sino electroquímica. La caverna cerebral es múltiple y diseminada, común a todos los seres humanos y a todos los seres con cerebro. Pero las imágenes mentales y perspectivas de cada uno son diferentes y nadie tiene capacidad de transferir lo que percibe a otros de caverna mental a caverna mental. Lo más que podemos hacer es gestualizar o hablar utilizando la caverna corporal. Incluso la escritura, que tan congénita nos parece, es evolutivamente una recién llegada.


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Los sentidos también son marcadores de la realidad. Chocamos con algo duro, y sentimos dolor. Duele, luego existo y existe lo que me hace dolor. Pero cuando el cerebro consigue salir de su caverna y accede, por ejemplo, a otras mentes, experimenta otra modalidad de la realidad, que cambia su vida literalmente. En un recién nacido, por ejemplo, hay mente, pero aún no hay conciencia. Hay un cuerpo con un imperativo fortísimo de sobrevivir, por eso gime y patalea. Y sonríe, como si supiera de cavernas. Los sentidos externos e internos construyen realidades, por eso hay una pluralidad de realidades, no una sola.


El cerebro y la lucha por la vida


Placer y dolor, de ellos depende la supervivencia. Los cerebros aparecieron para proteger al cuerpo, y para ello la naturaleza dio con una respuesta muy efectiva: representar el mundo externo en términos de las modificaciones que causa dicho medio en el propio cuerpo cada vez que interacción a con él. Salir de la caverna nos lleva a sobrevivir, y al darwinismo. En la caverna, los prisioneros moran. Afuera, en la caverna darwiniana, luchan, sufren y sólo a veces disfrutan. Pero el cerebro no controla completamente al cuerpo. Hay multitud de procesos que se le escapan. Así, llegamos a otro dualismo: lo consciente frente a lo inconsciente. Para Damasio, llegamos al mundo con un mecanismo preorganizado para sentir dolor y placer.


¿Qué utilidad puede tener tal mecanismo preorganizado? ¿Por qué habría de existir este estado adicional de molestia en lugar de únicamente una imagen del dolor? Sólo podemos abenturarlo, pero la razón debe tener algo que ver con el hecho de que el sufrimiento nos pone sobre aviso. Sufrir nos ofrece la mejor protección para la supervivencia puesto que aumenta la probabilidad de que los individuos hagan caso de las señales de dolor y actúen para evitar su origen o corregir sus consecuencias.


A diferencia del κόσμος νοητός platónico, la caverna darwiniana no está presidida por la idea del Bien. Prima la supervivencia y los cinco sentidos son imprescindibles para ello. El cerebro está atento a ello, pero también a lo que ocurren en el interior,concretamente de las sensaciones.


Cerebros, mentes y consciencias


Diferenciaremos los tres de manos de Damasio. Hay criaturas sin cerebro, y cerebradas. Sin cerebro se puede tener  comportamiento aparentemente inteligente y orientado a objetivos, como las células individuales. De entre las segundas, algunos cerebros general comportamiento, pero no mente ni conciencia, como en el caso de Aplysis californica, caracol muy estudiado. Otros proporcionan comportamiento y mente, pero no conciencia. El cerebro humano proporciona los tres.


La mente es algo más complejo que un sistema perceptivo, fisiológico o motriz. Otro tanto cabe decir de las conciencias, que son sistemas emergentes a partir de cerebros y mentes, pero más complejos. Lo importante de las neuronas no es lo que son, sino lo que hacen: son entidades relacionales, no sustanciales. Las acciones corporales y mentales son efecto de las acciones neuronales y de otros tipos de células con ellas relacionadas, directa o indirectamente. De hecho, las neuronas estámn directa o indirectamente conectadas a todas ellas. Damasio llega a afirmar que existen en beneficio de todas las demás células corporales. Su función es la relación aunque vivan confinadas en la caverna cerebral.


A otro nivel, las propias células (las que sea) constituyen la caverna en la que vive el ADN Las moléculas nucléicas serían los prisioneros, siemrpe hay una cueva más  en el trasfondo de cualquier caverna que vayamos encontrando. La alegoría cavernaria no tiene fin. Ni la conciencia es una parte de la mente ni la mente es una parte del cuerpo, sus interrelaciones son más complejas que las de una parte con el todo, más sistémicas.  Estamos compuestos por una pluralidad de mundos engarzados entre sí, y a veces inseparables, aún siendo discernibles.


9. Cavernas sociales


Las pruebas genéticas


La identidad humana es plural: en parte está en los genes, en parte en el cerebro, pero también hay otras formas como la identidad social, lenguajes, las culturas, las ciudades. Como veremos la caverna social está también llena de pliegues y recovecos. Un ecosistema es un complejo ensamblaje de cuevas donde cada especie auto genera su propia secuencia de subcuevas singulares, engarzadas a lo largo del tiempo por la vía de la reproducción. Los seres humanos también procedemos de puedas humanas previas compuestas por nuestros antepasados. Todo ello forma una profundísima caverna que denominamos especie. Cada persona sale de una cueva corporal al nacer ingresa en otra modalidad de caverna, el Lebenswelt. En ella hay otras personas, visajes, relatos… Cada ecosistema es una caverna donde confluyen múltiples cavernas específicas, todas engarzadas.


La metáfora platónica es imagocentrista. La luminosidad es el mundo de las ideas y de la verdad mientras que la oscuridad y las sombras son el hábitat de las sombras y del engaño. No ocurre así en la biosfera, convidas abisales o cavernícolas tan plenas como las que medran a la luz del sol. En suma, la alegoría platónica puede ser ampliada en varias direcciones si pensamos en términos de especies vivas y no sólo de seres humanos.


Algunas especies que construyen otra modalidad de Capernaum, la caverna social, un hormiguero, una colmena, o una ciudad son cavernas sociales contienen subcavernas, cuevas y subcuevas. Hay cavernas sensoriales, mentales, genéticas y medio ambientales pero ninguna de ellas es la determinante. Las determinaciones son plurales. Y entre las sociales está las cavernas del lenguaje.


Los ídolos de Bacon


La boca de la hueva cerebral radica en la capacidad de actuar comunicativamente con otras personas. Un filósofo platónico intenta salir de la cueva sensible remontándose a las ideas. Nosotros recurrimos a las palabras pero sin pensar que expresan ideas eternas. No se sirven para compararlas con las emitidas por otros prisioneros como nosotros,  con los que compartimos la misma lengua. Así ingresamos en la caverna social, como un teatro para la acción y no para la contemplación. Bacon afirmó que todas las percepciones tanto de los sentidos como del espíritu tienen más relación con nosotros que con la naturaleza. Entre la naturaleza y nuestro conocimiento median los ídolos que son de cuatro especies: los de la tribu, los de la caverna, los del foro y los del teatro. Son fuentes de error que para Bacon eran siempre individuales aunque podían provenir de lecturas y de aquellos a quienes una reverencia y admira. Bacon fue de los primeros pensadores que desconfíaron radicalmente del ser humano como sujeto cognoscentes. También desconfío de las palabras, que eran los ídolos del foro.


Los propios sistemas filosóficos conforman el cuarto tipo de ídolos, los del teatro: el espíritu humano se siente inclinado a suponer en las cosas más orden y semejanza del que en ellas se encuentra, y mientras que la naturaleza está llena de excepciones y diferencias, el espíritu de por doquier armonía, acuerdo y similitud. Bacon, Novum Organum, p.40.


Apoyados en esta reflexión baconiano nosotros diremos que la idea del Bien platónico es uno de los principales ídolos del teatro filosófico. Sin pone una filosofía de la sospecha. Hay que desconfiar de los instrumentos cognoscitivos de los que disponemos, sean percepciones, ideas o palabras. Los lenguajes son más peligrosos que los sentidos por lo que a la capacidad de engañar y de mentir respecta. Los principales enredos del conocimiento provienen de las palabras. Para Bacon lo importante son los hechos, que no deben ser confundidos con las percepciones de los sentidos. El lenguaje científico es el mejor instrumento para no dejarse engañar. La emergencia de la ciencia moderna ha sido un intento exitoso de salir de la caverna de los lenguajes naturales, los cuales proyectan más sombras que luces. Y no sólo tenemos la caverna lingüística dentro de las sociales, sino también las religiosas, ideológicas, políticas, morales, estéticas, jurídicas, y como no, económicas. Veámoslas fugazmente.


Las cavernas lingüísticas


Como hemos dicho el primer paso para salir de la caverna cerebral consiste en actuar comunicativamente con otras personas, contrastando nuestros propios fantasmas y con el mundo exterior y con los microcosmos o cavernas ajenas.  La comparación entre cuevas personales abre una vía para descubrir pliegues y recovecos cavernarios, así como para encontrar algunas vías de salida. El recurso básico es la analogía. Así, entenderemos la caverna social principalmente como interrelación,  Como escenarios para la comunicación, Y no como posibilidades de contemplación de ideas eternas. Del propio lenguaje nacen otras posibilidades cavernarias, por ejemplo la publicidad.


Las cavernas publicitarias


Los mercados forman un espacio social típico en ciudades. Hoy en día todos los espacios urbanos están destinados a ello, mientras que en la antigüedad eran sólo espacios delimitados. Con las TIC el mercado está incluso fuera del espacio, con accesibilidad total. Nuestras mentes están continuamente atentas al mercado. Entrar en la caverna digital supone pagar el canon publicitario, más o menos implícito. Las paredes de la caverna de Platón están repletas de carteles de neón. Los propios movimientos sociales contestatarios están igualmente sometidos al imperio de publicitar sus ideas y sus acciones. Sólo apagando los aparatos electrónicos podemos liberarnos de la caverna digital.


La caverna publicitaria remeda muy bien la caverna platónica, porque los publicistas nos muestran productos, bellezas, modelos, como si de entidades eidética se tratara. Los titiriteros de Platón son los diseñadores publicitarios, y sobre todo intentan seducir. Para ello la caverna digital conecta con las cavernas mentales apelando a sentimientos y emociones, que devienen los nuevos ídolos del teatro, de la tribu, del foro y cualquier tipo de engaño que sea eficaz a la hora de vender.


La caverna política


Otro tanto ocurre en política, donde la publicidad y las estrategias de comunicación consumen la vaso totalidad de la actividad política de los partidos. Todo con tal de ganarse el favor del público. Por eso la eficacia comunicativa deviene la principal virtud política en la actualidad. La política se hace espectáculo. El poder es un medio, pero deviene en fin, y requiere ingentes cantidades de esfuerzo y dinero en las campañas electorales, que no son contiendas entre ideas y programas, sino entre empresas tecnopublicitarias especializadas en lo político. Ellas son los titiriteros de lo político, mientras que la demoscopia es la técnica de explorar como todo esto afecta a la caverna. El político es mercancía de diseño en la que lo importante es la imagen, que ha sido cuidadosamente construida por expertos de marketing. Los candidatos son meras sombras, muñecos que deben seguir la pauta marcada. Otro tanto cabe decir de los discursos políticos. De esta manera la tecnopolítica se convierte en una representación teatral en la que las acciones de cada partido son altamente previsibles.


Desde esta perspectiva, la democracia es una caverna partida en la que unos prisioneros se identifican con un partido y otros con otro, los titiriteros son los expertos diseñadores, los monigotes son los políticos, la boca de la caverna es el lugar en el que se ostenta el poder, y la idea de Bien es reemplazada por la de Poder. La promesa es acceder a una nueva caverna de justicia social o de "mundo mejor". Cuando ser cuentan los votos el Poder deja de ser la idea política máxima, y se convierte en poder con minúsculas: una limitadísima capacidad de hacer cosas en la caverna social durante un tiempo limitado. Durante esta etapa, la publicidad sigue siendo lo más improbable.


Mientras que la caverna platónica engloba a la humanidad entera, la caverna política se refiere a un estado o nación, conforme al principio de repartición territorial. Esto crea una serie de relaciones con cavernas vecinas, que pueden ser cooperativas o beligerantes. Salir de la caverna política equivale a autoexilarse, pero entonces se ingresa en una nueva. Es la condición social de hombre, y su necesidad de comunicarse la que impone la existencia de una caverna política.


Las cuevas financieras


Los ídolos baconianos de la tribu residen en el lenguaje natural, de ahí la idea de que la italia acción de un lenguaje matemático servirá para erradicarlos. La matemática aporta un conocimeinto fiable, como afirmaba Galileo. Mediante ella evitamos los engaños como el geocentrismo. La matemåtica y la física newtoniana nos ayuda a salir de cavernas conceptuales muy arraigadas. La ciencia Moderna nos ha sacado de la cueva bíblica, Pé nos ha llevado a otras cuevas, a nivel macro y micros y últimamente a nivel nano, e incluso a lugares tan bellos como la cueva de Mandelbrot.


El número y el algoritmo se han hecho ubicuos.  Ingresamos así en la cueva financiera dominada por la cantidad, somos prisioneros de sus códigos internos, la idea del Bien es sustituida por la del Dinero, y en términos de suma abstracción, por el Capital. La llamaremos la cueva del Capital. Los economistas clásicos padecieron durante largo tiempo la influencia platónica, y se preocuparon sobre todo por los bienes económicos, en lugar de preocuparse por la pobreza, como hace Amartya Sen. El supuesto de que la riqueza es el bien y la pobreza el mal, a pesar de ser discutible ha dominado el pensamiento enconómico. Es una aritmetización de la idea de Bien. La creencia de que los bienes materiales son medibles y que la unidad d medida es el dinero está ampliamente distribuida entre los prisioneros de la cuenca financiera.  


Las paredes de nuestra cueva personal están tapizadas de dinero, sea real (el que tenemos) o imaginario (el que deseamos). La topología de la caverna financiera es parecida a la de Internet pero no hay que confundirlas: la financiera estå fuertemente jerarquizada sin prejuicio de ser una caverna distribuida.respecto a escapar de la cueva financiera, a nadie se le ha ocurrido un modo, que nosotros sepamos. Eso sí al caverna cerebral puede sentirse feliz incluso en medio de la ruina económica. Es una vía de escape individual. El problema consiste en liberarnos colectivamente de la cueva financiera, aún a sabiendas de que eso implicará pasar a otra caverna, quizá peor.