21. Aristóteles VII

Lo esencial de la explicación de la Filosofía Primera es el principio que rige toda la filosofía aristotélica: el principio que posibilita el saber es un principio ontopraxeológico, es decir: supone una intervención. Ni hay un mundo estable y después un espejo reflector, sino que la acción de descubrir el universal capaz de dar explicaciones es resultado de la intervención del ser humano en el mundo. La Historia es el modo de apretamiento máximo a la realidad en sus acontecimientos singulares, recorriendo de manera repetitiva las cosas singulares que acontecen, lo que no es ciencia, sino iteración y reflejo de la irracionalidad del azar.

La poética se refiere a los modos de decir mediante mecanismos que hacen posible la explicación: para nosotros son la búsqueda del universal concreto, cuyas funciones sin ejemplares, porque apelan a modos de ser que sirven para reconocer muchos acontecimientos singulares diferentes que son explicados por dichos modos. El modo poético es pues el resultado de una acción ontopraxeológica.

Si queremos hacer lo mismo sobre la naturaleza habrá que buscar un abstracto no singular, sino general. La intervención propone ahora un doble orden: el salto que supone la inducción intelectual, y la abstracción, que se produce en diferentes niveles, mediante exclusión de aspectos que dificultan una estructura enunciativa universal. Tanto la intuición intelectual como la abstracción dan lugar a un λόγος αποφαντικός. Sobre esas operaciones la pregunta aristotélica es si hay un fundamento que las justifique, y a lo largo del anålisis de las causas y principios, un análisis segundo sobre la ουσία, un tercer análisis de las múltiples maneras de ser del ser, llegamos a la conclusión de que la realidad está en las acciones, que no pueden ser confundidas con las operaciones del lenguaje. En esas acciones se produce esa paradójica: define el valor de lo que es (las substancias), pero ellas mismas no son objeto del lenguaje. Decíamos que el ver se ejecuta viendo, sin que el lenguaje pueda sustituir dicha acción.

Llegados a este nivel en la que nuestra intervención está bien fundada, debemos preguntarnos cuáles son esas acciones pertinentes que hacen posible el programa de la filosofía. Serán aquellas que nos lleven a la posibilidad de una existencia en la que nuestra conducta se justifique por el conocimiento. Dicho de otra manera, ahora que tenemos el conocimiento bien fundamentado, ¿cuál es la división de las ciencias?. Esta es una pregunta de nivel ontológico por un lado, pues atiende a qué segmentos de la realidad son susceptibles de ser conocidos, y de un nivel práctico por otro, pues atiende al criterio mismo de la división, que es el de la intervención misma mediante los artefactos racionales. La pregunta es netamente ontopraxeológica, en la zona de confluencia de lo ontológico y lo práctico por lo tanto.

Los dos constructos fundamentales para esta cuestión son el de necesidad hipotética y el de una división por áreas en la que el dato fundamental es la clase de acción humana que la pone en marcha. Las acciones humanas posibles son de tres tipos según Aristóteles: las teóricas (que muestran cómo son las cosas, en el orden de la necesidad, sin tratar de influir en ellas), las prácticas (que tratan de encontrar un objetivo de utilidad o de aprovechamiento) y las acciones productivas (para la manufactura de productos). Es la acción humana la que define la división de las ciencias. La intervención del hombre es diversa en sus modalidades de acción, y ello determina la división y clasificación de las ciencias.

La necesidad hipotėtica.

Por todo el edificio no se sostendría sin un criterio estratégico adicional doble:

1. de mostrar el derecho que tiene (o no) el agente de realizar estas acciones.

2. En qué medida este derecho, de existir, introduce una estructura comprensiva en nuestra organización del sistem de conocimiento.

Este campo de reflexión es el de la necesidad hipotética: esa proyección sobre la naturaleza el derecho de intervenciones humanas. El texto fundamental sobre la necesidad hipotética pertenece a "De las partes de los animales" (639B) que menciona el núcleo de este concepto. La necesidad hipotéticas es la manifestación del derecho de la gente a conocer, que se traduce en la idea de que la necesidad en todos los procesos naturales es algo que se postula, que se dice por hipótesis. De aquí sacamos dos conclusiones:

1. El mundo de la realidad no es igual en todos los ámbitos: hay un ámbito de necesidad absoluta con las cosas eternas y un ámbito de necesidad relativa. Las cosas eternas son las cosas que no existen, que son entes de razón, como los entes matemáticos. Si se hace pta. La legitimidad de los enunciados matemáticos, reconocemos la necesidad absoluta de la veracidad de los mismos. También existe necesidad absoluta en los seres eternos que no resultan por abstracción, tales como los movimientos de los astros. Tenemos acceso a los entes eternos desde la base de los razonamientos, y ellos presuponen que hagamos esas intervenciones humanas que son las acciones reflexivas. Por último, en aquellas cosas que no se refieren a cosas eternas, la necesidad hipotética, pues residen en el derecho a actuar separando estas cuestiones de otras para aprehenderlas. Todo el mundo de la necesidad resulta se basa en el reconocimiento de la existencia de esa misma necesidad. Esto lleva a una reflexión nueva:

2. Para evitar el platonismo según el cual hay un mundo perfecto en el que reina la necesidad mientras que en el mundo sensible reina lo azaroso excepto en la participación del otro mundo en este, para evitar todo esto, nadie puede evitar la idea de que el mundo no es totalmente fortuito ni totalmente necesario. La realidad misma, antes de la intervención humana, es un mundo deficiente, y la intervención del hombre inyecta la necesidad en el mundo. Y de esta intervención humana resulta, en unos casos, el reconocimiento de la necesidad en términos absolutos (movimiento de los planetas, por ejemplo, que descubrimos por haber introducido la necesidad hipotėtica, que es también un sistema de reconocimiento de la absoluta), pero también introduce una especie de necesidad artificial que estabiliza y perfecciona el mundo por la filosofía.

El mundo es deficiente en todo aquello en lo que el ser se conjuga en futuro. La necesidad hipotética sirve para estabilizar ese mundo deficiente mediante la necesidad, al menos hipotética. La construcción del conocimiento se basa en la eliminación hasta donde sea posible de la azaroso das y la contingencia, máxima en la Historia. La neutralización de lo confuso, contingente, de lo no sometido a reglas, de lo no previsible, de todo aquello del mundo en tonto su ajeno al hombre eso es la meta de la necesidad hipotética, proporcionando a cambio explicación y previsibilidad. Supone el derecho a la intervención en aras de la provisión del saber y con ello la modificación constructiva de un mundo que aparece como deficiente.

Las ciencias teóricas son tres: la matemática, la física y la teología. Ésta última debe ser interpretada como ciencia primera o filosofía primera. Lo primero para nosotros es la matemáticas, donde el principio de necesidad hipotética es mayor, pues la necesidad es absoluta. En la física los objetos de estudio Bran a ser los objetos físicos, cuyo comportamiento está gobernado por las leyes físicas y que en sí mismos van a ser definidos como incapaces de aportar la propia causa que los mueve, y en la teología se va a estudiar la posibilidad de que haya seres suprasensibles que pongan en marcha a otros sin que ellos mismos se muevan, es decir, que sean causa sui. Es importante tener en cuenta que en la teología no se están poniendo las bases para fundamentar la racionalidad, sino a los entes físicos, de la misma manera que éstos sirven para fundamentar las abstracciones matemáticas.

Construir un elemento de racionalidad sobre el mundo del "puede ser", no del "es" es la tarea de las ciencias prácticas: la política, ciencia arquitectónica que va a mover nuestras acciones comunitarias, y la ética, que va a mover nuestras acciones individuales.

Finalmente la τεχνή estudia el mundo de la producción humana de artefactos: la medicina, la arquitectura, las artes no narrativas como la escultura la pintura, el comercio y un largo etc.

Así, sin atender ni a ala voluntad de los dioses ni a las opiniones y consensos humanos, el edificio filosófico aristotélico cree fundada la aspiración al conocimientos, cree que el conocimiento es resultado de una intervención humana en la naturaleza, y que ese conocimiento no es meramente descriptivo, sino constructivo de un mundo lleno de sentido por medio de la racionalidad.

Nuestro siguiente paso será el estudio de estas propuestas de la ciencia cuya arquitectura final será el programa de la filosofía al completo.