ODECEIXE-ZAMBUJEIRA DO MAR

Como ya indiqué, iniciamos el trekking en sentido sur-norte para evitar tener el sol permanentemente de frente, además si venimos desde Sevilla, lo lógico es llegar a Odeceixe por la autopista "Vía do Infante" que recorre todo el sur del Algarve portugués, para una vez lleguemos a Bensarim, continuar por la carretera 120 hasta nuestro destino final. En Odeceixe, se puede dejar el coche de forma segura en el aparcamiento ubicado justo a la entrada de la población. Como hay que cruzar al otro lado de la ribera de Seixe, tendremos que salir del pueblo por la carretera, cruzar el puente y tomar un camino asfaltado a la izquierda que por el otro lado del río nos llevará hasta la costa. Este tramo de unos 3km hasta la playa de Odeceixe, discurre paralelo al río y ofrece vistas bonitas de algunos meandros pero especialmente del gran arenal que encontraremos en la desembocadura. Allí veremos la señal que indica que hemos de desviarnos para subir por otro camino que asciende la ladera, hasta coronar el acantilado. Desde arriba las vistas de la playa y toda la costa es magnífica, contribuyendo a ello la abundancia de brezos en flor, la atmósfera limpia y la ausencia de viento.

Comenzamos a caminar en dirección norte y vemos el primer peñón pegado a la costa, con formaciones de rocas estratificadas, aunque estas estarán presentes en prácticamente todo nuestro recorrido en los próximos días.

El camino está señalizado y bien marcado sobre el terreno, aunque se puede elegir la opción de caminar por senderillos pegados al acantilado. Yo en principio, elijo avanzar por la senda señalizada dejando la aventura para otra ocasión.

Se irán sucediendo las ensenadas así como los salientes de la roca adentrándose en el mar, hasta llegar a un pequeño puerto de pescadores que se llama "Azenha do Mar" y que dispone de servicios de bar y terrazas donde se puede hacer el primer descanso del día, aunque yo no lo hice.

Continuamos caminando hasta llegar a "praia de Amalía", que es una playa de fina arena, bien cuidada y muy bonita, pues tiene una cascada en un torrente que en esos días llevaba agua y que además cuenta con acceso acondicionado con escalinatas para poder bajar hasta ella. Como esta playa está en la mitad de la ruta, fue donde decidí parara a comer a la sombra de unas rocas. Una vez reanudemos la marcha, hemos de dejar atrás la costa, porque la existencia de una finca privada que no podemos cruzar, nos obliga a ir paralelos a un arroyo que se adentra unos 500m tierra adentro. Aquí encontraremos un tunel entre el cañaveral por que caminaremos a la sombra un ratito. Sorteada la finca, volveremos a dirigirnos hacia la costa encontrando una ensenada en cuyo extremo veremos un sorprendentes estratos rocosos en un peñón que nos llamará la atención por sus pliegues. Continuamos caminando y llegamos a "praia dos Machados", en cuyas proximidades encontraremos el primer nido de cigüeña con sus inquilinos ocupándolo. Por razonas de tiempo, no bajé a esta playa, de aspecto muy parecida a la anterior, por lo que continué hasta la playa siguiente "praia do Carvalhal", formada en la desembocadura de un arroyo y a la que se puede acceder en coche por carretera. Como está bien comunicada dispone de chiringuito, donde aproveché para tomar una cerveza bien fría, comer unos altramuces y darme el baño del día.

El camino asciende el acantilado por uno de los extremos de la playa, desde los cuales se disfruta de una preciosa vista de la playa de Carvalhal que queda a nuestros pies.

Continuamos la marcha y caminaremos por arenales y luego entre pinares alejándonos un poco de la costa, pero no por mucho tiempo, porque inmediatamente el camino de las arenas vira hacia la costa, esta vez limitada por acantilados coronados de rocas areniscas de intensos colores, por lo que es recomendable sacar la cámara para hacer fotos. En este tramo final de la ruta nos encontraremos con alguna calas y aunque pude ver algún pescador en ellas, no se por donde pudieron acceder. Estas calas de pequeño tamaño, limitan finalmente con otra más grande, en que encontramos un peñón de arenisca y que da paso a la bonita playa de "Alteirinhos", con una magnífica escalinata de madera para poder acceder a ella. En su parte más alta existe un aparcamiento pues se puede llegar a ellas con coche. Ya solo nos queda caminar un poco más sobre el acantilado para llegar a descubrir la última gran playa, justo a los pies de Zambujeira do Mar, donde los surfistas aprovechaban la tarde para navegar con sus tablas. En el descenso a la playa veremos una fuente muy bien acondicionada con bancos y vistas y una vez crucemos el arroyo que desemboca en la playa, entraremos en el pueblo donde nos alojaremos esa noche, en mi caso en los apartamentos "Sol Dourado" (muy recomendable).