CRÓNICA DE LA RUTA
Crónica de la ruta publicada por Pilar y Ángel, en el foro de "Conmigente"
La ruta comenzó en la gasolinera de Montequinto a las 08:30 allí estuvimos: Mario, Manuel Ritoré, Antonio, Monsé, Conchi, Lupe y los que escribimos, a saber Ángel y Pi. Ya desde principio tuvo buena pinta la historia ya que todas la chicas decidimos ir en busca de la Endo que Lupe dice que en la última ruta se la encontró y dice que se lo pasó chupi. Bueno os adelanto que aunque no encontramos a la endo si que nos lo pasamos bien… casi todo el tiempo. Para empezar desayunamos en el polvorón, un sitio estupendo para cargar las energias antes de empezar la ruta. Y para desesperación del guía comenzamos algo tarde, sobre las 12 del mediodía. Dejamos los coches en el poblado denominado El Chorro, a la orilla del embalse del mismo nombre y a 5-6 Km de Valle de Abdalajis. Desde la estación de ferrocarril tomamos un camino a la izquierda que se adentra en un denso pinar. Después de 1 km aproximadamente, el terreno se hizo pedregoso y empinado, con imponentes paredes escarpadas utilizadas, según pudimos comprobar, para la práctica de la escalada. Continuamos el ascenso utilizando una interesante escalera… ¿seguro que es árabe?... Bueno quizás no sea árabe pero estamos seguros de que eléctrica tampoco era. En tal caso, y dado que se ha conservado bastante bien, hubiera sido todo un detalle que, además de los peldaños de piedra caliza, los árabes hubiesen instalado por lo menos un pasamanos.
Más adelante llegamos a una estrecha garganta, situada entre dos riscos, y copada con enormes piedras que, lógicamente, tuvimos que superar haciendo una pequeña escalada. Pasamos entonces a una meseta desde donde se aprecian unas vistas espectaculares del embalse de la Encantada, la sierra de Alcaparaín al fondo, la del valle de Abdalajis, etc. Una pena que el día no estuviese despejado, pero aún así el espectáculo de la bruma ascendiendo entre montañas y desfiladeros era impactante.
Finalmente, tras algo más de ascenso en pendiente, esta vez suave, culminamos la cima y con ella alcanzamos el correspondiente hito geodésico. Algo más de 3 horas de subida y cuando llegamos se nos habían adelantado un numeroso grupo de pensionistas, muy bulliciosos y relajados ellos…¡¡Deprimente!! (ojo que subieron por otro lado) Era hora de reponer fuerzas, por lo que nos dispusimos a almorzar, acomodándonos tras unas rocas. Todo el camino agradeciendo la ausencia de lluvia cuando comenzó a soplar un viento inoportuno y, enseguida, empezó a caer una considerable lluvia helada. Más que comer engullimos y es seguro que la foto de grupo sale movida debido a la tiritera colectiva. Pero la lluvia trajo algo bueno… Ángel sacó su pedazo de gabardina, envidia de todos los chicos. Así que con la lluvia comenzamos el descenso en diagonal por la cara norte. Una vez mojadas, las piedras calizas resbalaban lo suyo por lo que íbamos a paso lento. La situación mejoró cuando alcanzamos un pinar. Pero después de éste, ¡cómo no!, el guía, con premeditación y alevosía, nos introdujo en un campo de aulagas. Alguien con autoridad moral y/o intelectual debería explicarle a Mario que este arbusto espinoso carece de las propiedades medicinales que él le atribuye. Más allá nos topamos con un lugareño que, asombrado hasta el paroxismo, tuvo que soportar que nos fotografiásemos con él y que ¡¡¡le pidiesen su dirección de email para enviarle la foto!!! Los hay con suerte, todo el tiempo escudriñando el terreno y el único fósil de amonite en condiciones que se dejó ver por allí lo tuvo que “pillar” er Manué…grrrrrrr! Un poco más adelante una colección en serie de tumbas romanas. Estábamos en terreno prácticamente llano y, para acelerar el retorno, de nuevo el guía nos hace ascender por el Huma, en lugar de rodearlo. Esta vez no había aulagas, pero si un campo arado con el suelo reblandecido por la lluvia. El barro pegado a las suelas hacía que cada pie pesara una tonelada. Así anduvimos hasta alcanzar de nuevo la escalera ¿árabe?, descender por ella y llegar al pinar de partida.
Y de allí de vuelta al coche, quién pudo se puso ropa seca y a comeeeeeerrrr, que nos lo habíamos currado. Llegamos a Sevilla a una hora indecente pero felices por la aventura Un besote a todos y gracias por la compañia.
Álbum de Google Fotos (Ver en presentación de diapositivas)
Aquí tienes es track de la ruta: " VUELTA A LA HUMA "
PANORAMAS (Clic sobre las imágenes para ampliarlas)