DESCRIPCIÓN DE LA RUTA (Pincha sobre las imágenes para verlas ampliadas)
Para poder acceder al lugar, tomaremos la carretera que va desde Casabermeja hasta Vélez Málaga, saliéndonos de ella al llegar a Riogordo (Málaga). Una vez aquí, en vez de dirigirnos hacia le pueblo, lo haremos en dirección opuesta, pasando el puente que cruza sobre la carretera, tomando un camino de tierra, que tras unos tres kilómetros nos llevará hasta el "cortijo de Auta", donde dejaremos el vehículo para comenzar a caminar.
2º- Una vez en el cortijo, buscaremos un puentecillo que cruza el cauce con agua del río de la "Cueva", que se encuentra detrás del cortijo. Este camino asciende por la loma con campos de cultivo de cereal, que tras un kilómetro se cruza con un torrente, momento este en el cual nos adentraremos por el mencionado campo, subiendo la pendiente del torrente, hasta llegar a una zona poblada de retamas. Andando por donde mejor podamos, llegaremos a la base misma del Tajo de Gomer, donde un canchal en fuerte pendiente, supondrá el punto de inicio de la ascensión hasta la cima.
11º- Después de un largo rato descansando y contemplando el paisaje que nos rodea, iniciamos el camino de descenso por la misma senda que subimos, pero esta vez rodearemos el Tajo de Gomer hacia su cara norte para poder alcanzar al arcedo que allí se encuentra. No existe sendero marcado, pero no es difícil avanzar siguiendo el rastro dejado por los animales de pastoreo que abundan en la zona.
3º- Cuando llegamos a las primeras rocas, hemos de seguir las indicaciónes en color azul que nos encontraremos marcando por donde pasa el camino a seguir. Aquí se encuentra Enrique, intentano localizar el paso entre las rocas, porque en este tramo inicial no está muy claro por donde se puede subir de forma más cómoda y segura.
4º- Terminamos el primer tramo de la ascensión, cruzando entre un pico lateral al gran tajo. Andamos a continuación, por este paso claramente definido y que nos conducirá al segundo tramo de subida, que se asemeja a un tobogán, que desde lejos puede parecer más difícil de lo que realmente es. Pasamos entre unos estratos verticales, muy llamativos que nos invitan a hacer alguna foto.
14º-Iniciamos el descenso por un sendero en pendiente que se dirige hacia uno de los torrentes que vierte hacia el río de la Cueva, pero giraremos en dirección este, otra vez campo a través, porque allí se encuentra el Cortijo de Fariña, en estado ruinoso, donde además hay una fuente de la que mana un chorrillo de agua, a pesar de lo seco del verano y la falta de lluvias otoñales. En el lugar hay higueras que propocionan sombra y lo hacen ideal para descansar un rato. Por el camino, mirando hacia atrás este es el aspecto que ofrecía el Tajo de Gomer.
6º- Superada la fuerte subida por el tobogán, comenzamos el tercer tramo de ascensión que nos llevará hasta la cima. Cuando miramos hacia arriba, lo que vemos es un rebaño de cabras monteses, que tan pronto se dieron cuenta de nuestra presencia desaparecieron de nuestra vista, no se por donde, porque había precipicios por todas partes.
15º- Seguimos caminando hacia el este, ahora por el camino carretero que ya no abandonaremos y pasamos por otra ruina de cortijo, el del Cuartillo . Por un puente atravesamos el río de la Cueva que ahora quedará a nuestra izquierda y nos movemos en dirección sur, quedando únicamente continuar hacia adelante un par de kilómetros hasta llegar al sitio donde dejamos los coches. No paramos de mirar la impresionante vista que tenemos de los tajos.
16º- Caminamos entre campos de olivos, cargados de aceitunas que están esperando ser recogidas dentro de muy pocos días. Más adelante existe una charca, llamada del Borbollón, pero estaba seca, aunque los juncos y el verdor del lugar dejaban claro que en años con régimen normal de lluvias, la charca tiene que estar llena de agua.
17º- Ribera del río de la Cueva, que si llevaba agua en este tramo, porque más arriba esta se filtra y desaparece. Los chopos ya tenían sus hojas caducas a punto de caer al suelo. Los tajos detrás y a los que no podíamos dejar de contemplar.
18º- Rebaño de cabras justo a la llegada del cortijo de Auta. El campo de cereal servía de punto descanso para el rebaño que a esa hora de la tarde esperaba ser recogido en los corrales del cortijo.