GARGANTA VERDE Y PINSAPAR DE GRAZALEMA

1º- Cartel anunciador del sendero, en el que se indican sus características.

2º- Aproximación a la garganta Verde, desde la que podemos observar la brecha abierta en el terreno por el río Bocaleones.

3º- Oquedad en la pared de roca caliza, ubicada justo debajo de uno de los arroyos que vierten sus aguas a la garganta.

4º- Pared que alberga una de las colonias de buitres leonados más importantes de Europa, a la cual es posible acercarse y observar algo mejor los ejemplares de buitre en sus paredes.

5º- Una vez que nos encontramos en el fondo de la garganta, nos aproximamos a la gran Ermita, sobre la que en ese momento incidían los rayos de sol.

6º-José Vicente aproximándose a la Ermita de la garganta Verde.

7º-Ante la gran Ermita, de la cual penden estalactitas de colores rosáceos, verdosos y anaranjados, confiriendo a este lugar de unas características excepcionales.

8º- Vista desde el interior de la Ermita hacia el exterior, desde donde se puede apreciar el gran tamaño del arco que limita la oquedad excavada en la pared de la garganta Verde.

9º- Interior de la Ermita, donde pueden observarse diferentes formaciones de estalactitas y estalagmitas.

10º- Lateral derecho de la Ermita, con detalle de las paredes rosáceas

11º- Paredes de la garganta Verde, aguas abajo de la Ermita, cuyo tramo se vuelve mucho más angosto, y que no está permitido visitar, a no ser que se disponga de otro permiso para realizar un descenso barranquista de la garganta.

14º- Punto de retorno, ya que la garganta se hace más angosta, con grandes bloques en el cauce del río y saltos a rapelar.

1º- Cartel anunciador del sendero, en el que se indican sus características, aunque la ruta realizada fue de ida y vuelta sin llegar hasta Benamahoma.

2º- Vista del peñón Grande de Grazalema, desde el puerto del acebuche, desde el cual existe una magnífica vista de la sierra del Oreganal y de la vertiente del pinsapar de Grazalema.

3º- Vista de la cara noreste de la sierra del Pinar, con su elevación más alta de la provincia gaditana, que es el pico Torreón. Aquí puede observarse también el contraste de colores, entre el arbolado de hoja caduca y los pinsapos.

4º-Ante uno de los primeros ejemplares de pinsapos, que nos encontramos en el sendero que hemos de seguir para adentrarnos en el pinsapar.

5º- Vista hacia el este, del pinsapar, con los llanos del Ravel abajo y el cerro de la Cornicabra al fondo.

6º- Una vez que nos adentramos en el pinsapar, podemos encontrarnos con algún ejemplar caído, que como este, nos entorpecía el camino y que servía como hito para hacer fotografías con José Vicente.

7º- Pinsapar con ejemplares jóvenes, aunque también abundan otros de gran porte escondidos entre la espesura del bosque.

8º- En estos llanos, finalizamos nuestra ruta e iniciamos la vuelta atrás. Si se continua el camino que discurre por una acentuada cuesta de descenso, se llegará hasta Benamahoma. Desde aquí se puede contemplar una de las vistas más impresionantes de la cara noreste de la Sierra del Pinar.

9º- Regreso al punto de inicio y mirada atrás de lo que dejamos a nuestra espalda, que no deja de sorprender por la riqueza de colores, debido al contraste creado por el arbolado de hoja caduca y los perennes pinsapos.

10º- José Vicente, en uno de los descansos del camino de vuelta. El lugar es muy sombrío y a esa hora de la tarde muy frío también, siendo estas dos características necesarias para que el pinsapo prospere fácilmente en este lugar.

11º- Ramas de pinsapos que ya empezaban a florecer.

12º- Rama con hojas y bayas de acebo, que ante la proximidad de la Navidad, ya estaba dando sus frutos.