EL MADROÑO-RIVERA DEL JARRAMA-RÍO TINTO

    Esta es una de las rutas más interesantes de las provincias de Huelva y Sevilla (pues entre ambas nos movemos), por lo que cada temporada, debiera estar incluida en el calendario de cualquier senderista que se precie de buscar lugares excepcionales y únicos, pues no hay nada más pintoresco, exótico y bonito que el río Tinto.

   Comenzamos a caminar desde el bar ubicado junto a la plaza de la iglesia del Madroño, municipio situado en el límite provincial de Sevilla con Huelva. Una vez que dejamos atrás el caserío urbano, la solución que nosotros adoptamos para llegar a la rivera del Jarrama, atraviesa dos fincas particulares que nunca hemos tenido ningún problema al atravesar, pero que por razones obvias no voy a describir aquí. Si no, la alternativa es seguir la carretera de Río Tinto hasta alcanzar el puente sobre el Jarrama, que si bien es peor,  es la única manera de no invadir ninguna propiedad particular, aunque solo sea por unos cientos de metros.

   Atravesando el mencionado puente, pasamos a la provincia de Huelva y nos desviamos por un camino que desciende hasta una presa que retiene las aguas del río en un pequeño embalse. Luego hay un sendero que discurre por el margen derecho de la rivera y que nos permite descubrir hermosos tramos del río con pozas y remansos de quietas aguas, entre una exuberante vegetación. Cuando se hace necesario cruzar al otro margen de la rivera, existen algunas zonas en las que habrá que caminar sobre rocas,  y donde el sendero prácticamente no existe, circunstancia que solo se dará en unos cientos de metros, pues de inmediato alcanzaremos la última presa del río antes de su desembocadura en el río Tinto, donde las aguas cristalinas de fondo verdoso, contrastan enormemente con las aguas anaranjadas y turbias del Tinto. Este es un buen lugar para descansar, antes de comenzar la nueva etapa que nos espera.

   Para continuar hemos de cruzar el río sobre la plataforma ubicada en el dique de la presa, y destrepar hasta un muro lateral en la otra orilla. Aunque no es complicado si hay que tener cuidado, pues este último muro no tiene barandillas de protección. Caminaremos ahora por un tramo donde las aguas rojizas del Tinto se adentran invadiendo el cauce de la rivera del Jarrama, que nos sorprenderá con un paisaje espectacular  que es difícil de describir. Una vez llegamos a la propia desembocadura, hemos de remontar el río para logar pasar al otro lado, aprovechando unos rápidos rocosos donde los colores variados del fondo serán foco de nuestra atención.

   A partir de ahora caminaremos por el margen derecho del río Tinto, descubriendo el impresionante paisaje de rocas de colores que cubren el lecho del cauce, por entre las cuales las aguas se abren paso, mientras hacen el trabajo de erosionar curiosas formas en la piedra.

Cuando llegamos al puente de las Majadillas, una garganta se abre ante nosotros, pero antes de meternos en ella, lo mejor es descansar una vez más y digerir todo lo que ya hemos visto, antes de empacharnos con lo que a continuación está por venir.

   Para adentrarnos en la garganta que llamo de las "Majadillas", (nombre que yo le pongo pues no he encontrado en ningún mapa la toponimia específica de este lugar tan singular), hemos de seguir la intuición personal buscando los mejores pasos, ya que no existe sendero habilitado en todo este tramo, algo que me parece insólito, al tratarse de uno de los parajes más impresionantes que podemos encontrar, no solo en Andalucía si no en todo el país.

Aunque no es difícil transitar por la garganta, si es necesario tener algo de habilidad para moverse sobre rocas muy pulidas que pueden ocasionar resbalones, además de tener que hacer un pequeño destrepe para salvar una roca.

   Cuando salimos de la garganta, el río se ensancha dejando extensiones inundadas de gran colorido, así como charcos de colores de extraordinaria belleza. A partir de aquí, no proseguiremos por la orilla del río, pues en cuanto podamos, hemos de cambiar de orilla buscando el mejor lugar para evitar mojarnos con las ácidas aguas.

   Dejando el río detrás, remontamos por un pinar del margen derecho, el talud del la vía del tren del antiguo ferrocarril minero que transportaba el mineral hasta el puerto de Huelva. Actualmente  existe un tren turístico que recorre un tramo de vía, que finaliza en la estación de los Frailes, lugar hasta el que nosotros pretendemos llegar.

   Una vez nos encontramos en la vía seguiremos junto a ella, mientras vemos a nuestra izquierda como discurren plácidamente las coloridas aguas del río Tinto. A la altura del primer gran giro que describe el río, se puede intentar bajar a su orilla para descubrir uno de los rincones más interesantes de la ruta, aunque esto suponga descender una ladera de gran pendiente, merece la pena el esfuerzo y el alto en el camino. En este punto nos detuvimos a comer y descansar a la sombra de los pinos.

   Reanudamos la marcha hasta llegar a la estación de los Frailes, pero continuamos unos metros aguas abajo, para alcanzar la desembocadura del arroyo Gallego, donde nuevamente las remansadas aguas del río, originan otro de los rincones más coloridos y espectaculares de nuestra ruta.

La vuelta la hacemos desandando buena parte del tramo de vía que ya habíamos realizado, pero al llegar a otro de los acentuados virajes que describe el río, y donde confluyen varios cortafuegos, hemos de descender el talud de la vía hasta la orilla y buscar entre las piedras y rocas del lecho fluvial, el mejor lugar para cruzar a la otra orilla, procurando mojarse lo menos posible.

   Una vez todos hayamos conseguido este objetivo, remontaremos la fuerte pendiente del cortafuegos de la izquierda, hasta alcanzar el punto más elevado del cerro del Villar, donde encontraremos un camino que nos llevará hasta el punto de inicio en el Madroño.

Charca en la rivera del Jarrama.

Caminando sobre las rocas, en el tramo sin sendero junto a la rivera del Jarrama.

Cruzando el río Tinto, sobre el puente de las Majadillas.

Acceso a la "garganta de las Majadillas".

Paso enriscado con posterior destrepe.

Vista del interior de la garganta, y punto de destrepe.

Vista aguas abajo, de la salida de la garganta de "las Majadillas".

Vsita aguas arriba, de la salida de la garganta de "las Majadillas".

Charcos de colores en la salida de la garganta.

Las coloridas aguas quietas del río Tinto.

Primera vuelta del río Tinto, después de salir de la garganta.

Vista del río desde la senda paralela a la vía del ferrocarril.

Charco de colores, en las proximidades de la estación de ferrocarril de los Frailes.

Camino de vuelta desde la estación de ferrocarril de los Frailes.