Como había que aprovechar el día al máximo, en una misma jornada hicimos el descenso desde el refugio Vodnikov hasta la estación de esquí de Rudno polje, continuando con la garganta de Vintgar que se encontraba de paso hacia Bled, y una vez llegamos a esta hermosa ciudad vacacional eslovena, dimos la vuelta al lago, contemplando alguna de las estampas más famosas del país, porque quien no ha visto la imagen de una isla con su iglesia de esbelta torre en el centro de un lago, como la que puede verse en la portada del álbum de fotos adjunto. Esa imagen no es otra que la isla de Bled y la iglesia de la Asunción, que en esloveno tiene el fácil nombre de "Cerkev Marijinega vnebovzetja". ¡Olé!

Como el tiempo apremiaba, pues el recorrido era largo y la tarde corta (allí en octubre a las 19h es completamente de noche), solamente nos dedicamos a caminar por el paseo perimetral del lago, desviándonos únicamente para subir al mirador "Mala Osojnica" al que se accede recorriendo un bonito hayedo otoñal, desde el cual se podían contemplar bucólicas vistas de todo el lago.

Una vez descendimos, tuvimos la oportunidad de ser espectadores de la grabación de una actuación musical con cantos tradicionales del país. No fue posible ascender la colina en la cual se ubica el castillo de Bled, visible por la luz de los focos que lo iluminaban en la oscuridad de la noche, pues había que llegar al alojamiento que sobre la marcha, buscamos apresuradamente, y que se encontraba en la misma población donde pernoctamos la primera noche en el país.

Dimos así por terminada la agotadora jornada, en el día con el programa más apretado de nuestro viaje.

Rodaje de vídeo musical con temas tradicionales eslovenos.

Iglesia de la Asunción de la Virgen (Cerkev Marijinega Vnebovzetja) en la isla del lago Bled.