PUERTO DE LAS VIÑAS-CRESTA DEL TAJO DE NIETO-PUERTO DE HAZA

     DPUERTO DE LAS VIÑAS-CRESTA TAJO DE NIETO-PUERTO DE HAZA

    Parque natural sierra de Grazalema     

    Villaluenga del Rosario (Cádiz)           23 de marzo de 2024 

    Tipo de sendero: Circular     Duración: 7:30h

Longitud: 18 km                     Desnivel máximo: 350 m          Dificultad: Media

Perspectiva de la ruta.

   En el puerto de Haza, con el karst del rincón de Nieto al fondo. De izquierda a derecha: Carmen, Antonio, y Juanlu.



Perfil de la ruta.

En la cima del tajo de Nieto.


DESCRIPCIÓN DE LA RUTA

  Después de casi tres meses de parón por la lesión en un pie, había llegado el momento de volver a caminar y comprobar que el reposo guardado había servido para algo. Esta ruta, no demasiado larga aunque exigente por tratarse de una cresta en terreno calizo, podía ser una buena prueba de examen, y que a la postre ha servido para comprobar que la recuperación ha sido un éxito, a pesar de las molestias que todavía perduran, pero no así la cojera que durante todo este tiempo, tanto me había desanimado.

   Así pues, atendiendo a la invitación de Carmen y Juanlu, me decidí a acompañarles en esta ruta circular, que para mi presentaba el aliciente de conocer alguno de los entresijos de la sierra de Líbar, que hasta el momento no había tenido la oportunidad de patear.

   Cuando llegamos a la población gaditana de Villaluenga del Rosario, hicimos una parada para desayunar en el mesón rural los Caños, ubicado junto a la carretera, en uno de los accesos al pueblo. A continuación nos dirigimos al puerto de las Viñas, en cuyo parking estacionamos el vehículo. En este punto tomamos el camino carretero que entre encinas desciende hacia los llanos del Republicano. Antes de atravesar la cancela que sirve de acceso al gran polje entre las sierras de Peralto y Líbar, nos llamó mucho la atención la concentración de buitres que sobrevolaban el cielo, así como el vuelo bajo de algunos ejemplares que emergían entre las copas del arbolado. Decidimos desviarnos del camino para observar con más detenimiento la zona, descubriendo la existencia de un nutrido grupo de carroñeros concentrados alrededor del cadáver de una vaca que yacía sobre un arroyo. Es sorprendente el gran tamaño de estas aves, así como la actitud quieta y serena de algunos ejemplares, y la forma de alzar el vuelo desplegando sus enormes alas, solamente batidas hasta encontrar la corriente de aire que les elevaba para alcanzar gran altura rápidamente.

   Reanudamos la marcha y siguiendo el amplio camino, cruzamos transversalmente los llanos del Republicano, que debido a la primavera y las abundantes lluvias, estaban cubiertos por una verde pradera salpicada de florecillas silvestres donde pastaban las vacas, en un ambiente bucólico y pastoril. Una vez hemos alcanzado en el extremo opuesto de los llanos, buscamos el sendero que asciende al puerto del Correo. Este se encuentra perfectamente marcado con carteles y señalización del GR-7 que desde Algeciras nos llevaría hasta Andorra, el país de los Pirineos, aunque nosotros no queramos llegar tan lejos y nos baste con alcanzar un pequeño valle intermedio en la sierra de Líbar a mitad de ascensión. En este punto, debemos ser observadores, pues hemos de desviarnos a la derecha siguiendo un senderillo semioculto entre la vegetación, el cual nos conducirá unos cientos de metros más adelante hasta el refugio del Correo. Este es un edificio reconstruido con un pozo aledaño y abrevadero de piedra para el ganado. Su estado es bastante bueno, aunque parece que el presupuesto de rehabilitación no llegó para dotarle de un suelo liso de cemento o similar, siendo de piedras irregulares encastradas en el terreno, lo cual no facilita la limpieza del interior, que se encontraba cubierto de restos vegetales.

   Continuamos caminando por el sendero que se adentra en el valle cubierto de encinas, hasta llegar a un pequeño polje desprovisto de arbolado, y en cuyo extremo opuesto se encuentra el refugio de los Pinsapos, así llamado porque existe justo a su lado, un corral con un grupo de pinsapos alineados junto al muro de piedra. El edificio se encuentra en muy buen estado de conservación, siendo perfecto para pernoctar en él, aunque existía un fuerte olor a zotal, que provenía de un pequeño almacén aledaño. Por detrás del refugio prosigue el sendero, que nuevamente avanza bajo el bosque de encinas, y desviándose a la derecha nos acerca hasta el tajo de Nieto, donde podemos volver a contemplar el flanco sur de los llanos del Republicano. Una vez aquí antes de cruzar un muro de piedra, nos desviamos a la izquierda siguiendo paralelos al muro, buscando pasar por donde mejor se pueda ya que no existe sendero, hasta llegar un poco más adelante al punto donde comenzará la ascensión de la crestería del tajo de Nieto. El paso más evidente, queda algo retirado de la pared vertical del tajo, por lo que en ningún momento tendremos sensación de quedar expuestos al vacío. Debido a la ausencia de una senda, será necesario agudizar el ingenio para encontrar los mejores pasos y moverse sobre terreno rocoso muy irregular.

Una vez alcanzamos la cima del tajo, pudimos contemplar el amplio panorama a nuestro alrededor donde destacan al noroeste la sierra del Endrinal con picos tan conocidos como el Simancón, el Reloj, Fardelejas y Morrocano, La sierra del Caíllo con el pico Navazo Alto, y a nuestros pies los llanos del Republicano. Al este, la sierra de Líbar donde sobresale en cercano pico Salamadre que ya he visitado en dos ocasiones, y al sur siguiendo la cresta que vamos a andar, el Puntal de la Raya. Proseguimos en nuestro lento avance por la cresta, luchando contra el viento que en algún momento soplaba con fuertes rachas, obligándonos a detenernos o agacharnos para evitar perder el equilibrio. Para eludir este problema, en algún momento nos vimos forzados a buscar refugio en los laterales de la cresta, pues la roca hacía las veces de parapeto protector, evitando el empuje molesto y peligroso del fuerte viento. Cabe destacar en la cresta, el terreno kárstico, donde la roca caliza se encuentra muy erosionada, formando columnas, y lajas verticales con infinidad de grietas, agujeros y aristas cortantes muy afiladas, por lo que la atención al caminar ha de ser extrema, siendo muy recomendable el uso de casco, que nosotros usamos desde el primer momento como medida de seguridad ante un posible accidente por caída sobre este tipo de suelo.

   La cresta no es uniforme y presenta altibajos pronunciados, existiendo una notable pérdida de nivel en el puerto de Haza, donde nosotros dimos por finalizada la cresta del tajo de Nieto. Aunque hay que reseñar que la cresta puede continuarse una vez se supere el puerto, ya que continúa hasta alcanzar la cima del pico Puntal de la Raya, que ya en otra ocasión tuve la oportunidad de realizar, pero que no iba a volver a repetir. A un lado del puerto de Haza, existe un pequeño llano donde nos quitamos el caso, y nos detuvimos a descansar y comer el picnic.

   Proseguimos la marcha, descendiendo hacia el rincón de Nieto, donde un precioso torcal de erosionadas rocas calizas nos esperaba para deleitarnos con su contemplación, pues había que parar para observar con detenimiento este paraje tan singular, uno de los más bonitos del parque natural de la sierra de Grazalema. Cuando dejamos atrás este lugar, aparecía a nuestra derecha la cresta que habíamos andado destacando al fondo el vertical tajo de Nieto, que desde la cima no habíamos podía apreciar. En sus paredes se pueden ver  manchas blanquecinas sobre las rocas de la pared, pues allí existe una colonia de buitres cuyas excreciones cubren de blanco el roquedo de tonos anaranjados. Una vez que dejamos atrás el bosque de encinas, y nos disponemos a caminar por el navazo de Libar, encontramos un prado delimitado por un muro de piedra, cubierto de infinidad de florecillas adornando nuevamente el paisaje pastoril, donde rebaños de cabras pastaban en libertad.

   Avanzamos ahora por camino en terreno llano, hasta llegar a una isla de vegetación en la llanura, donde hemos de buscar un senderillo que como siempre el ganado ha creado sabiamente, rodeando la mencionada isla, para ir a parar hasta un camino carretero que conduce hasta el cortijo de las Merinas. Una vez aquí, nos dirigimos cuesta arriba para atravesar una cancela que cerraba el camino, y una vez superada, buscar a la izquierda otro sendero que se adentra en el pinar. Si bien existen numerosos senderillos, hemos de ir siempre paralelos a una valla metálica. Ya solo nos quedaba caminar superando la suave pendiente ascendente entre los pinos, hasta alcanzar el camino que por la mañana habíamos tomado para llegar a los llanos del Republicano, y que unos cientos de metros más adelante finaliza en el puerto de las Viñas, donde habíamos dejado estacionado el vehículo, dando así por finalizada la ruta.

ÁLBUM DE GOOGLE FOTOS    

(Este álbum cuenta una historia cronológicamente ordenada, por lo que es recomendable ver en presentación de diapositivas. Pero antes pon el fondo musical que más te guste, para que visualizar más de 96 fotos resulta más ameno )

El track de la ruta: "  PUERTO DE LAS VIÑAS-CRESTA DEL TAJO DE NIETO-PUERTO DE HAZA  "

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PANORAMAS

Arroyo en los llanos del Republicano.

Refugio de los Pinsapos y pico Salamadre.

Descenso por el puerto de Haza, y sierras del Caillo y del Endrinal al fondo.

Llegando al rincón de Nieto, y sierra del Caillo al fondo.

Rincón de Nieto.

En los navazos de Líbar, con el tajo de Nieto al fondo y la ruta por la cresta indicada sobre ella.