TREKKING DEL AUSANGATE-WINICUNCA

Nos desplazamos desde Cuzco hasta Tinki en transporte privado, recorriendo una distancia de 118 km por carreteras asfaltadas y en buen estado, de discurren por valles muy poblados. Será necesario ascender un puerto de montaña a 4.164m de altitud, con un desnivel de 1.017 m, donde cambiamos de cuenca hidrográfica, accediendo a un altiplano en el que ya podremos divisar la gran cordillera Vilcanota, destacando a su derecha el macizo del nevado Ausangate, y que en nuestro caso, fue la única vez que pudimos contemplarlo en su totalidad, pues los días venideros, debido a los cambios meteorológicos, la abundante nubosidad no lo hizo posible. El leve descenso hasta el altiplano, continúa por buena carretera, encontrando una sucesión de pequeñas poblaciones hasta llegar a nuestro destino en Tinki.

La organización decidió cambiar totalmente la configuración del trekking y nos comunicó los nuevos planes una vez nos encontramos en Perú, realizando el recorrido en sentido inverso al habitual, eliminando dos etapas del tekking e introduciendo otras dos que nos llevarían hasta las montañas de Winicunca. Como los participantes dieron por buena la propuesta, así se llevó a cabo.

La meteorología adversa, impidió realizar el trekking según el plan previsto, permitiendo sin contratiempos las tres primeras etapas “ Tinki-Pacchanta”, “Pacchanta-Jampa”, “Jampa-Campamento base del Asusangate”. Ya en la tercera etapa comenzó a nevar y fue en la cuarta, en la que tras una noche con nevada intensa, los arrieros decidieron no continuar la ascensión según tocaba para ese día entre “Campamento base del Ausangate-Pucacocha”, replanteando la etapa, en la que habría que descender hasta el valle del río Jampamayo y continuar por él, hasta Chillca, donde finalizaría la 4ª etapa. Así las cosas, la 5ª etapa sería “Chillca-Campamento Winicunca” y la 6ª etapa “Campamento Winicunca-Winicunca”, posteriormente se regresaría a Cuzco en taxi.

Como la 5º etapa tenía un recorrido muy corto y finalizó muy pronto, decidimos aprovechar el resto del día para subir a pie a Winicunca, pero a pocos metros de la cima, una tormenta de granizo muy fino con abundante aparato eléctrico, cubrió totalmente las montañas de colores con un manto blanco que parecía nieve, complementado con las descargas eléctricas que sufrían los turistas que se encontraban en ese momento en el collado. Por precaución decidimos no continuar y descender lo más rápidamente posible dejando atrás y sin cumplir otro de los objetivos del trekking.

El sexto día estaba dedicado a realizar oficialmente según la organización, la ascensión al collado de Winicunca, pero esta ya fue realizada el día anterior por las circunstancias antes indicadas. Además no fue posible hacer un nuevo intento de subida, porque una nevada nocturna había dejado cubierto de blanco todas las montañas y valles de los alrededores, incluido nuestro campamento. Los dioses de los incas nos impidieron una vez más contemplar los dos Apus sagrados del Ausangate y Winicunca y regresamos a Cuzco con nuestros sueños rotos por las adversidades meteorológicas, en una época del año propicia para las actividades de montaña en estas latitudes, pero que durante nuestra estancia fueron desgraciadamente excepcionalmente malas.