RUTA LARGA DE MUNIELLOS-LAGUNAS

Para poder realizar cualquier actividad de senderismo en la reserva natural integral de Muniellos, es necesario disponer del permiso correspondiente que habrá de ser solicitado con suficiente antelación en la página web del Gobierno del Principado de Asturias. Esta ruta recorre toda la cabecera del valle del río Muniellos, iniciándose en el centro de recepción de Tablizas, discurriendo en ascensión por la parte alta del valle y posteriormente por la parte baja pegados al río. Como complemento, antes de iniciar el descenso se puede prolongar la ascensión hasta cualquiera de las tres lagunas ubicadas a los pies del alto de las Lagunas. En el centro de recepción nos indicarán las características de este sendero, haciendo mucho énfasis en las dificultades que puede presentar, especialmente en un paso con cuerdas algo expuesto a un pronunciado desnivel, que puede resultar vertiginoso para quien no esté acostumbrado a caminar por la montaña, aunque después sobre el terreno comprobamos que se exageraba sobre su grado de dificultad, como se puede comprobar en las fotos.

El sendero comienza justo detrás del centro de recepción e inicialmente es un camino carretero que sube en moderada pendiente entre el bosque de hayas. Cuando lleguemos a la parte alta y crucemos un arroyo, el camino se convierte en un senderillo estrecho que se mantendrá así durante el resto del recorrido por toda la parte alta del valle. Las vistas son muy interesantes, pues se puede apreciar la extensión del bosque casi intacto que puebla estas montañas Cantábricas, cubriéndolo totalmente como si fuera una selva de hayas y robles. Siempre se avanza ascendiendo, pero en muchos tramos de forma imperceptible por lo que casi no sentimos el cansancio con el transcurso de los kilómetros. Los principales hitos que encontraremos son el paso con cuerdas del que ya he hablado y la fuente Fuenculebrera, que estaba seca y sin agua. Cuando lleguemos a la cabecera del valle, veremos un cartel que nos indica dos posibilidades. La primera es descender hasta el punto de inicio haciendo el sendero corto de Muniellos. La segunda opción es seguir ascendiendo hasta las lagunas. En este punto Delia se quedó descansando, mientras que Juan y yo continuamos juntos el sendero hasta la primera laguna, llamada de la Isla porque tiene un pequeño islote. Accedemos a esta laguna por su arroyo de desagüe, encontrándonos con ella de forma inesperada ya que se encuentra rodeada de vegetación. El color de sus aguas es rojizo, supongo que se debe a la gran cantidad de materia orgánica que case sobre ella procedente del bosque que la rodea o quizás la composición mineral de las rocas, aunque a mi me parecieron calizas que no deben de dar origen a esa coloración.

Aquí se quedó Juan con la pareja de Sevillanos con los que nos cruzamos en el sedero alto, mientras que yo continué ascendiendo hasta la segunda laguna, algo más pequeña que la anterior y metida en una pequeña depresión. Por un lateral y con cuidado habrá que sortear un paso algo complicado para continuar el senderillo que conduce hasta la tercera laguna. Las vistas desde aquí, del valle y las dos primeras lagunas son muy bonitas, habiendo merecido la pena el llegar hasta este punto para contemplarlas. En este balcón con excelentes vistas se pierde el sendero que conduce a la laguna Grande y tendremos que avanzar entre el matorral de brezos a lo largo de uno 40m. para una vez superado y ascendido una pequeña loma, llegar a lo más alto de nuestro recorrido y descubrir ante nosotros metida en otra hondonada y rodeada de bosque, la tercera laguna o laguna Grande que como su nombre indica es la más grande de todas y también con sus aguas de tonos rojizos como las anteriores. Como a las 18h había que estar en el centro de recepción, tuve que iniciar el descenso sin más demora incluso corriendo en algunos tramos, hasta llegar al punto de intersección donde comienza el sendero corto de Muniellos donde Delia se quedó descansando, aunque ya allí no había nadie.

El sendero corto discurre entre el arbolado del bosque por una zona pedregosa y en acentuado descenso, siendo algo complicado el caminar sobre un terreno tan irregular. Poco a poco la pendiente se suaviza y comienzan a aparecer árboles de gran porte. También nos situaremos al lado del arroyo Muniellos que con el sonido del agua hará más refrescante el caminar bajo la sombra de las hayas. Pronto me encontré con Delia y Juan acompañados de los sevillanos esperándome algo preocupados por la tardanza, aunque solo había transcurrido una hora desde que les dejé. Como el tiempo apremiaba, no me detuve ni para comerme el bocadillo y me conformé con alguna barrita de cereales y frutos secos para recuperar la energía perdida. El sendero que en todo momento discurre junto al río nos descubre algunos rincones extraordinariamente bellos, con cascadas, remansos o arboledas que incitan a pararse y permanecer allí contemplándolos. Los últimos kilómetros del camino están adaptados con pasarelas de madera para que personas con discapacidad puedan tener una idea aproximada de lo que allí existe.

Cuando el reloj macaba las 18h llegamos al centro de recepción donde el guarda nos esperaba con impaciencia, ya que su jornada laboral llegaba a su fin y debía de cerrar la candela que da acceso a la reserva natural integral de Muniellos.

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Bosque de Muniellos y cabecera de los valles.

Bosque de Muniellos y parte más baja del valle.

Segunda laguna o laguna Fonda.

Segunda laguna desde el camino hacia la tercera laguna.

Pimera laguna o laguna de la Isla, desde el camino hacia la tercera laguna.

Llegando a la tercera laguna o laguna Grande.

Tercera laguna o laguna Grande.

Bosque del río Muniellos en el descenso hacia Tablizas.

Bosque del río Muniellos.

Final del sendero adaptado en el descenso hacia Tablizas.