GARGANTA DE LOS BERMEJALES

GARGANTA DE LOS BERMEJALES

Parque Natural Sierras Tejera, Almijara y Alhama Cacín (Granada)

19 de junio de 2016

Tipo de sendero: Ruta circular Duración: 6h

Longitud: 13 km Desnivel máximo: 162 m Dificultad: Media

Perspectiva de la ruta.


(Clic sobre las imágenes para ampliarlas)


Perfil de la ruta.

Grupo de participantes en esta ruta, organizada por Sierra&Sol.

Servidor en la explanada mirador que encontramos en mitad de la garganta.

DESCRIPCIÓN DE LA RUTA

Estacionamos el vehículo en el parking ubicado junto a la presa del embalse de los Bermejales. Unos metros más adelante, atravesando un pinar hasta llegar al borde de la garganta, encontraremos el sendero que discurre muy próximo al abismo en dirección norte siguiendo el sentido de la corriente del río Cacín. Al principio no perdemos altura, recorriendo algunos cientos de metros sin adentrarnos en la garganta, pero al encontrarnos con el primer torrente que desagua en el río (barranco del Fino), comenzaremos el descenso hasta llegar a lo más profundo, caminando entre la abundante vegetación que cubre las riberas del barranco. El sendero avanza sin presentar grandes dificultades entre las paredes que muestran los estratos de las rocas sedimentarias dejadas al descubierto por la erosión, algo que va a ocurrir en todo nuestro recorrido hasta que salgamos de la garganta. Las formas de estos son tan variadas, que muchas de las veces iremos mirando sobre nuestras cabezas las formaciones rocosas. En algunas paredes con huecos que presentan plataformas planas, podremos observar restos de pequeños muros de piedras de antiguas poblaciones trogloditas que habitaban estos lugares. Son muy frecuentes y los podremos observar en zonas tan inhóspitas que nos hacen preguntarnos como podían llegar hasta allí quienes los construyeron.

Cuando lleguemos a una cerrada en la que se mete el río dentro de la garganta, el sendero nos conducirá nuevamente hasta la parte más alta del barranco, pero sin salir de el, hasta una plataforma mirador donde podemos parar a descansar y tomar algo a la vez que observamos las vistas del tramo andado y lo que está por venir. Reanudamos la marcha y comenzamos a descender nuevamente dirigiéndonos hacia una gran roca que se encuentra en medio del barranco y casi en lo más bajo de este. Aquí desaguan los barrancos del Lojeño y de la Cueva, que cruzaremos sin dificultad, aunque un poco más adelante hemos de atravesar una brecha en la roca que dispone de unas cuerdas y piedras a modo de escalones, que pacientemente pasaremos esperando que todos y cada uno de los participantes en esta ruta hagan de forma segura y ordenada. Aquí encontraremos un tramo de abundante vegetación muy cerrada, que en su extremo opuesto esconde otro obstáculo que para sortearlo habrá que subir una escalera muy vertical de unos 10m de altura. Al menos en dos ocasiones habremos de salvar con sendas subidas y bajadas, fuertes desniveles del sendero, sirviéndonos de los cables preparados para ayudarnos en las trepadas y destrepes que hemos de realizar. Alguno de ellos si puede estar justificado por la dificultad que puede presentarnos la pendiente, aunque en algún otro quizás no lo esté tanto. En cualquier caso con estas medidas de seguridad, el sendero resulta más asequible a toda clase de público haciéndolo más cómodo y evitando posibles accidentes. El último tramo de la garganta, donde esta describe un pronunciado giro hacia la derecha, es para mi gusto el más espectacular e interesante, porque las paredes se estrechan y el sendero discurre por una galería excavada en la base de la roca y muy próximo al río. Aquí podremos observar numerosos agujeros taladrados en las piedras, al parecer horadados por algún tipo de organismo marino prehistórico. También observaremos dibujos en forma de red de rombos, formada por la erosión del agua cuando chorrea por las paredes de roca arenisca.

Encontraremos dos puentes colgantes que nos pasan de un lado a otro del río. El primer puente tiene unos 20m de longitud, pasa varios metros sobre la superficie del agua y le faltan algunas tablas en uno de sus extremos. El segundo puente es más corto y cuando lo atravesamos se hunde y mete nuestros pies en el agua, por lo que para evitarlo alguien tendrá que hacer contrapeso en uno de sus extremos para no mojarnos las botas.

Después caminaremos plácidamente entre la vegetación de las riveras cruzando otros dos puentes más (no colgantes), aunque en la salida del último de ellos habremos de tener cuidado porque el senderillo atraviesa una zona de roca elevada, muy inclinada y que cae sobre el río, debiendo evitar resbalar y darnos un chapuzón en el agua. A partir de aquí salimos de la garganta, ganando el sendero altura de forma progresiva y desembocando en un camino carretero en las inmediaciones del barranco de la cueva del Pavo. Por aquí el camino casi horizontal no llevará hasta un puente con arco que une ambos lados de la garganta de los Bermejales y donde se encuentra un camino vecinal que por la derecha nos conducirá hasta el poblado del embalse donde dejamos los vehículos. Este camino es muy cómodo para el tránsito de vehículos, pero se nos hizo muy pesado a esa hora de la tarde porque la temperatura era alta y en ausencia de sombra que aliviara el sol de justicia que implacable puso a prueba nuestra resistencia. Los olivares y campos de almendros nos acompañarán en el camino de vuelta, divisando al sur la silueta de las sierras Almijara y Alhama, con los inconfundibles picos Lucero y Navachica.

Ver álbum de Google fotos

(Este álbum cuenta una historia cronológicamente ordenada, por lo que es recomendable ver en presentación de diapositivas. Pero antes pon el fondo musical que más te guste, para que visualizar todas las fotos resulte más ameno )

Aquí tienes el track de la ruta: "GARGANTA DE LOS BERMEJALES "

PANORAMAS (Clic sobre las imágenes para ampliarlas)

Alfonso y Juan Antonio bajo las rocas sedimentarias en el margen derecho de la garganta.

El sendero discurre en muchos tramos bajo las rocas, en huecos abiertos por la erosión del agua.

Tramo del sendero en el cual ascendemos para salvar la cerrada en la que se introduce el río.

Otros tramos que discurren junto al cauce del río están cubiertos por espesa vegetación.

Sendero bajo las rocas, en el hueco erosionado por el agua.