PUENTE PALO-ALEGAS-TAJO DE LOS MACHOS-LOMA DE CAÑAR

Una vez más volvía a repetir ruta en Sierra Nevada, porque casi no queda palmo de la sierra que no haya pisado. Y es que con el paso de los años el cuentakilómetros está a punto de dar la vuelta completa y quedarse sin números con los que contabilizar.

Con bastante menos nieve que en la anterior ocasión, y más horas de luz, conseguimos invertir menos tiempo en el pateo, aunque finalizamos tan cansados que mi compañera Susana, casi tiene que encargar unos pies nuevos, porque a penas los sentía cuando se descalzó la botas rígidas de nieve, que en desacertada elección escogió para caminar esta larga y exigente ruta de montaña, en la que crampones, piolet y casco fueron como tantas veces, paseados en la mochila.

Partimos del área recreativa de Puente Palo, con la alegría de poder pisar nieve en condiciones por primera vez en la temporada, al menos en mi caso, avanzando cuesta arriba por el camino que entre pinos gana altura por la ladera de la loma de Cañar y que se adentra en el valle del río Chico. Cuando el camino abandona el pinar, el piornal lo invade todo, y solo queda de él, un estrecho pasillo por el que avanzar.

El abundante caudal del río Chico, consecuencia del incipiente deshielo, obliga a buscar un paso adecuado para no mojarse las botas. En la otra orilla, seguimos un sendero que marca el track que Susana encontró en Wikiloc, alternativo al otro que yo hice las dos veces anteriores trochando en descenso, pero que ahora realizamos en ascensión, no resultando mucho mejor que el ya conocido, porque se hace largo y obliga a trochar campo a través sin aportar mejoría. Al final llegamos al refugio del Cebollar, que como casi siempre está lleno de humedades en su interior, ofreciendo poca habitabilidad.

El ascenso hasta el cerro de las Alegas, es la primera subida fuerte del día, que ha de hacerse buscando la trocha más asequible por detrás del refugio, regalándonos excelentes vistas de la sierra una vez alcanzamos su cima a más de 2.700m de altura.

Ahora hay que enfilar la segunda gran ascensión hasta la cima del cerro Tajo de los Machos, y para ello hemos de caminar por la loma que delimita la hoya del río Chico, gran embudo que recoge las aguas que nutren su caudal.

La ascensión por la loma se hace eterna, pero las vistas a nuestra derecha son realmente maravillosas, exhibiendo los colosos tresmiles de Sierra Nevada, entre los que destaca el Veleta, que presenta una inusual silueta piramidal, además del Mulhacén con su loma nevada semejante al largo velo de una novia, y la Alcazaba que asoma tímidamente por delante de la cara norte del Mulhacén.

Una vez en la cima del cerro TAjo de los Machos (3.088m), descubrimos el valle del río Lanjarón, y los otros tresmiles ubicados en su margen derecho, destacando el cerro del Caballo, el peñón de Tajos Coloraos y el Tozal del Cartujo.

Llega el momento de las fotos y el "videodrón", pero desgraciadamente este último fue infructuoso, porque una desconfiguración en el programa de mando, no permitió grabar las magníficas imágenes que nuestros ojos contemplaban, aunque las fotos si consiguieron guardar para la posteridad aquellos momentos.

A resguardo de un suave viento, nos apostamos tras una piedras para comer, tras lo cual comenzamos el camino de regreso en leve descenso, para volver a ascender al cerrillo Redondo, cubierto por la nieve embarrada por los sucesivos episodios de calima padecidos durante el invierno.

El progresivo descenso por la cuerda de la sierra, se acentúa algo más una vez lo hacemos por la loma de Cañar, encontrando unas rocas que nos indican el momento de lanzarse trocha abajo, para ir buscando el pinar y los regeros de agua, que nos conducen hasta un cortijillo alpujarreño para guardar el ganado, que encuentra en aquel bucólico lugar pasto para alimentarse en época de deshielo.

Solo queda tomar el camino carretero que irá descendiendo en zig-zag por el pinar hasta llegar a Puente Palo, donde nos espera el coche que nos llevará hasta uno de los restaurantes de Cañar donde degustar la rica gastronomía del lugar y saborear las cervecitas con su típica tapa granaina..

Refugio del Cebollar, con la loma de Cañar al fondo, y coronada por el cerro Tajo de los Machos y cerrillo Redondo.

Vista de la loma de Cañar, con el valle y hoya del río Chico.

Cima del cerro de la Alegas, con las magníficas vistas de la cuerda de tresmiles, en la que destacan los picos Veleta y Mulhacén.

Panorama de las cimas de tresmiles, visibles desde el cerro de las Alegas.

Mulhacén y su loma desde el cerro de las Alegas.

Ascensión al cerro Tajo de los Machos, y algunas rocas singulares como esta con forma de tanque.

Cimas del puntal de loma Púa, picos Veleta y de los Machos.

En la cuerda de la loma de Cañar, a la altura del cerro del Caballo..