XVIII RUTA ARSENIO (CERRO DEL HIERRO-CONSTANTINA-CAZALLA DE LA SIERRA)

Esta es una de las rutas clásicas que el club Elbruz organiza todos los años, con ligeras variantes, que en función de la inspiración del momento por parte del organizador, puede o no introducir, haciendo que cada temporada esta ruta sea única e irrepetible.

Se parte desde el poblado de Cerro del Hierro, bien temprano, sobre las 6:00h para ir en busca de la plataforma de la vía verde se la Sierra Norte, que hemos de seguir hasta su final. Aquí encontraremos una bifurcación de caminos carreteros, tomando el de nuestra izquierda, el cual se prolongará durante unos cientos de metros antes de encontrar a la derecha una cancela cerrada y que deberemos de saltar. Este nuevo camino se abre paso por un bosque de encinas y alcornoques, que debido a la oscuridad de la noche no podíamos contemplar en su pleno esplendor. Finalizando un tramo de ascensión en el bosque, nos sorprendieron las primeras luces de la mañana , pudiendo disfrutar del amanecer desde el punto más alto de toda la ruta.

A partir de aquí empieza un descenso con continuos saltos de vallas divisorias entre fincas, que irremediablemente tendremos que saltar para poder continuar. Este inconveniente se repetirá en innumerables ocasiones, por lo que no lo voy a volver a mencionar.

El paisaje y el camino durante unos kilómetros está dominado por el bosque mediterráneo y constantes subidas y bajadas por las laderas de las montañas de la sierra, caminando en algunos tramos por donde se puede, sin sendero marcado, aunque el avance no tiene dificultad. Pasaremos bajo una colina en cuya cima existen antenas y un radar militar, existiendo en su base un bonito castañar de ejemplares jóvenes que parece estar abandonado. Una vez que lo dejemos atrás comenzaremos una nueva ascensión, aunque siguiendo un camino carretero parcialmente cubierto por la vegetación, que nos acercará hasta una finca junto a la cual existe un vieja cantera excavada en la roca y que se encuentra parcialmente oculta tras el arbolado. Esta finca cubierta por un prado floreado, la hemos de atravesar para poder acceder a otro camino mucho más transitado y en perfecto estado de uso, que entre dehesas y más prados cubiertos de florecillas silvestres, nos lleva hasta el poblado del Rebollar. Aquí cruzamos la carretera SE-156 y proseguimos por otro camino hasta el cementerio de Constantina, donde nos encontramos con la carretera A-3301, por la cual caminamos unos cientos de metros, abandonándola a continuación pues hemos de tomar otro camino a la izquierda que nos llevará hasta la población serrana de Constantina. Este es el lugar más adecuado para desayunar y encontrarnos con otro grupo de participantes que llegaban desde Sevilla.

Reanudamos la marcha y nos dirigimos hacia el sendero del castañar de Constantina, el cual como es de imaginar, discurre entre un primaveral castañar que en esas fecha lucía un verdor reluciente, creando un ambiente tranquilo y sosegado, encontrando rincones extraordinariamente bellos.

Llegará un momento, en el cual el camino del castañar gira a la izquierda para volver al punto de inicio, pero nosotros hemos de seguir de frente, buscando el descenso hacia el valle del río Hueznar, el cual todavía se encuentra lejos, por lo que deberemos de avanzar siguiendo caminos, que atraviesan las dehesas entre continuas ascensiones y descensos por las colinas, encontrándonos con algunas de las praderas más bonitas de toda la ruta.

Encontraremos un camino que nos llevará hasta la finca de la Nava y barranco Lobato, por el cual habremos de transitar, y a pesar de los carteles en la cancela avisando de ser una zona videovigilada, nosotros la saltamos y nos adentramos en ella, evitando el camino que lleva hasta el cortijo Cabeza de Ajo, pues Juan no había podido contactar con el propietario para pedir el permiso de entrada. Iniciamos un ascenso por las colinas hasta un collado, donde paramos para reponer fuerzas, y después comenzar un constante descenso hasta alcanzar el río Hueznar a la altura del cortijo de la Sarteneja.

Continuamos sin detenernos por un camino carretero que discurre paralelo al río, hasta que poco antes de llegar al puente de los Tres Ojos, hallamos un área de picnic, en la que nos esperaba Manuel para agasajarnos con bebidas y delicias culinarias que fueron muy bien recibidas por todos los caminantes.

Cuando reanudamos la marcha, cruzamos sobre el río Hueznar por el antes citado puente y girando a la izquierda, seguiremos el sendero de las Laderas, atravesando las vías del tren, y comenzando otro ascenso hasta llegar a la población de Cazalla de la Sierra, donde paramos en la fuente que encontramos a la entrada del pueblo, pero sin entrar en la población debido al confinamiento del municipio por Covid 19. Este tramo andado se caracteriza por las formaciones de rocas sedimentarias denominadas “campoallá”, así como la existencia de algunas dehesas cubiertas por las amapolas primaverales.

Seguimos caminando por el sendero de las Laderas, pero esta vez en descenso hasta el río Hueznar, pasando previamente bajo el puente del ferrocarril, justo en la desembocadura del arroyo de Castillejo. En esta zona volveremos a encontrar hermosos campos de amapolas.

Volvemos a caminar junto al río Hueznar pasando por Isla Margarita, donde retomaremos el camino que discurre paralelo a un gran campo de trigo aunque cubierto por un extenso manto rojo de amapolas, que configuran un paisaje excepcional de gran belleza. Pronto, en la curva que describe el río, y junto a otra zona habilitada para el picnic, nos encontraremos una cancela a la derecha, que hemos de cruzar, para en constante ascensión, volver hasta el Cerro del Hierro por un tramo de camino que coincide con otra de las emblemáticas rutas de senderismo del club, la ruta “Juan Carlos”. Debido a la hora, la luz empieza a disminuir su intensidad, pero a pesar de ello las praderas floreadas que bordean nuestro camino siguen alegrando la última ascensión fuerte de la ruta, que por el cansancio de los kilómetros andados se deja notar más de lo esperado. Tanto es así, que Antonio sufrió un percance que nos detuvo hasta que consiguió recuperarse, y así poder reanudar los escasos tres kilómetros que nos quedaban para culminar la hazaña de haber caminado más de 53km, algo que nunca antes había osado a probar, y que me demostraron que solo intentándolo, se pueden conseguir los retos que a priori pueden parecer inalcanzables.

En el siguiente enlace tienes una descripción del origen y la historia de la RUTA ARSENIO.

Castañar abandonado, a los pies de la colina donde se encuentra el radar militar.

Pradera que atravesamos, junto a la cantera abandonada próxima al poblado del Rebollar.

Sendero de los castañares de Constantina.

Una de las muchas praderas cubiertas de flores, en este caso de jaramagos.

Campos de cereales cubiertos de amapolas, en el sendero de las Laderas, antes de llegar a Cazalla de la Sierra.

Dejamos atrás Cazalla de la Sierra por el camino de las laderas, cuando vamos descendiendo hacia el río Hueznar.

Praderas de amapolas junto al arroyo Castillejo.

Prados de amapolas junto al río Hueznar.

Prados de amapolas junto al río Hueznar.