PORTA DEL CEL-ESTANQUES DE BAIAU

Como la 5ªetapa de la travesía es la más larga y disponíamos de tiempo suficiente, que para eso estamos de vacaciones, la organización de esta ruta (Teresa), había preparado para hoy un día de relax, caminar tranquilo y sosegado visitando los estanques de Baiau que se encuentran al final del Vall Ferrera, en un circo espectacular, donde el hielo ha ido desgastando las rocas en su continuo fluir a lo largo de los siglos. El sendero no presenta ninguna dificultad, asciende en suave pendiente todo su recorrido, estando bien marcado y amojonado. Iniciamos el camino desde el refugio de Vallferrera descendiendo hacia el valle y una vez que hemos pasado el puente sobre el río, en la bifurcación de caminos, tomamos el que asciende hacia el Pla de Boet. Un cartel con explicaciones de lo que estamos viendo marca el final del camino y el inicio del senderillo que por un lateral del llano de aguas tuertas, avanza subiendo ligeramente la pendiente y adentrándose en el pinar. Un poco más arriba nos encontramos con un claro en el bosque donde pastan las vacas, lugar muy bonito y apto para el momento “que contento estoy” como quedó reflejado en las fotos.

Continuamos la marcha hasta llegar al llano de la Socalma, que es el punto más bajo del gran circo Coma de L´Orri. En este punto paramos a descansar. Retomamos la marcha y dando un rodeo a la loma de la montaña empezamos a ver los primeros picos de la Serreta dels Lavans y poco más adelante ya podemos admirar el gran circo de Baiau y toda su base formada por rocas desgastadas por el hielo, que a mi tanto me sorprendió. También se puede distinguir en lo alto de una roca el refugio de Baiau. Llegamos a los estanques de Ascorbes donde nos detenemos a contemplar el lugar, pero pronto continuamos la marcha porque estamos deseosos de llegar por fin a los estanques que se encuentran más arriba a los pies del refugio. Después de ascender algunas pendientes pronunciadas, dejamos el refugio a un lado y nos dirigimos al desagüe de uno de los estanques de Baiau donde contemplamos un paisaje especialmente bello, pero no nos detenemos, lo rodeamos y alcanzamos el desagüe del segundo estanque de Baiau, el cual se encuentra unos pocos metros más elevado que el anterior. Al llegar a nuestro destino final en el estanque, la vista se recreará con un paisaje excepcionalmente bonito, donde el agua del lago y las cimas de las montañas del circo se combinan en total armonía. En un sitio así, lo ideal es soltar la mochila y no moverse de allí. Bañarse en las frías aguas, tomar el sol, comer, dormir una siesta, hacer fotos… es todo lo que exige una jornada de descanso. El llegar hasta aquí nos ha supuesto una larga caminata, pero con la ligeraza de no tener que llevar encima todo el equipamiento para la travesía que se quedó en el refugio de Vallferrera.

Cuando iniciamos el camino de vuelta, yo decido subir al refugio, mientras el resto del grupo prefiere volver por donde habíamos venido. El refugio no guardado de Baiau estaba ocupado en ese momento por una persona, aunque tiene capacidad para al menos once más que pueden pernoctar en sus literas, tal y como puede verse en las fotografías. La vuelta por el refugio no me llevó mucho tiempo, por lo que inmediatamente comencé el descenso a la búsqueda del resto de los compañeros del grupo. Roberto me esperaba a la salida del circo, mientras que a los demás no llegamos a verlos hasta la llegada el refugio de Vallferrera donde ya estaban saboreando la merecida cerveza a la que todo montañero no se puede resistir al final de la ruta del día.

Entrando en el circo de Baiau.

Circo de Baiau y pic del Lavans (2.892m)

Praderas floreadas en el acceso al circo de Baiau.

Estanque de Acorbes.

Estanyet de Baiau.

Desagüe del estanque superior de Baiau.

Estanque de Baiau y su circo.

Relax en las orillas del estanque de Baiau.

Estanque de Baiau.

Vista de la entrada al circo desde las proximidades al refugio de Baiau.