CASCADA DE LA CIMBARRA

CASCADA DE LA CIMBARRA

Parque Natural DE DESPEÑAPERROS Aldeaquemada (Jaen)

19 de enero de 2013

Tipo de sendero: Ruta circular Duración: 3h

Longitud: 9,5 km Desnivel máximo: 125 m Dificultad: Baja

Plano de la ruta

(Clic sobre las imágenes para ampliarlas)

Perfil de la ruta

Participantes en esta ruta-paseo por el complejo de cascadas de la Cimbarra.

Impresionante imagen de la Cascada desbordada por la crecida del río Guarrizas, debida al paso de la ciclogénesis explosiva que cruzó la península Ibérica el día 19 de enero de 2013 y que provocó importantes inundaciones en todo el país, no siendo menos el término municipal de Aldeaquemada.

Junto parque natural de Despeñaperros, encontramos la población de Aldeaquemada (Jaén), en cuyas proximidades se encuentra un conjunto de cascadas, siendo la principal de ellas la Cimbarra. Los cuatro saltos de agua se encuentran en los cauces del río Guarrizas y del arroyo de Martín Pérez, que en épocas de escasa lluvia muy poco tienen que ver con el espectáculo visual que supone contemplarlas totalmente desbordadas como nosotros tuvimos la oportunidad de disfrutar.

Esta ruta no es más que un bonito paseo apto para casi todo el mundo, con magníficas vistas que difícilmente podremos olvidar. Durante nuestra estancia en la zona, nos hospedamos en la el cortijo-casa rural Collado de los Jardines, muy recomendable.

DESCRIPCIÓN DE LA RUTA

Crónica Viernes 18- Sábado 29, escrita por Carlos Cuerda.

Ese viernes 18 de enero el primer punto de encuentro fue la Taberna Bravo en la Judería cordobesa. Tras el agasajo correspondiente y serpenteando por la carretera de Trasierra, llegamos a la estupenda casa de César en el corazón de extensos y frondosos bosques de encinas y alcornoques. Al calor de una chimenea bien atendida se montó el campamento para pasar la primera noche.

El sábado amaneció con lluvia. De madrugada un aguacero acompañado de impetuosas ráfagas de viento, empapó calles y campos de Córdoba. En la TV hablaban de ciclogénesis.

Tras el desayuno en un bar del pequeño pueblo, partimos ráudos hacia Despeñaperros. En Santa Elena nos desviamos hacia Aldeaquemada e, internándonos en la sierra por una estrecha carretera, llegamos a una loma que nos descubrió el bello paraje donde se levantaba la magnífica casa que nos serviría de cobijo.

Rápida distribución de las habitaciones y acomodo de equipajes para salir al encuentro de La Cimbarra. Una pista de tres kilómetros con el caudal desbordado del río Guarrizas a nuestra derecha, nos dejó en sus proximidaes. Equipados para la lluvia descendimos unos pocos metros hasta llegar a un mirador natural en el borde de un cortado abrupto.

Desde allí la vista nos estremeció. Desde arriba la catarata exibía su larga y alborotada melena parda. El río nutría agua con fuerza, sin final ni medida, el viento ayudaba a formar una maraña de millones de gotas de agua en suspensión. Los roquedales y las verdes laderas de la sierras acompañaban silenciosos el rugido de la masa de agua.

Permanecimos allí un buen rato hasta que decidimos empezar la exploración. También la lluvia decidió empezar a caer, no abandonándonos hasta que entró la noche. El plan era completar un circuito por tan bellos y singulares parajes, recorriendo las gargantas que el agua y los movimientos tectónicos habían construido poco a poco durante millones de años.

Ante las condiciones metereológicas, el grupo se dividió en dos. Unos prefirieron quedarse en la parte superior, cerca de los coches y otros nos aventuramos a descender para completar el circuito previsto. Ya abajo del cañon el río inundaba frecuentemente el recorrido del sendero. Los árboles de la ribera se resistían a la abundante corriente del agua ocre que les asediaba incansablemente. Llegamos hasta El Negrillo, un bello salto de agua hijo de La Cimbarra, que nos impidió seguir hacia adelante. Trochando por un sendero nos reunimos con el resto del grupo que rondaba por las proximidades de los coches. Bajamos por el sendero que llevaba a la base del salto de mientras que la cascada había aumentado notablemente su caudal. Allá abajo el estruendo del agua del viento sobrecogía el alma.

Cuando alcanzamos de nuevo los vehículos, nos enteramos que el río Guarrizas había inundado parte de la pista impidiendo el paso. La única opción era regresar andando hasta Aldeaquemada y esperar que tras la noche hubiera disminuido su cauce. Empapados algunos hasta la médula, nos refugiamos en el bar del pueblo. Desde allí solicitamos ayuda para que nos llevaran hasta la casa. Gracias a la buena disposición del alcalde y de su hijo pudimos trasladarnos todos en varios viajes.

Ya con la noche bien cerrada y la chimenea encendida, pudimos reponernos. Una caldereta de cordero preparada con primor durante el día por los amigos del pueblo de César, nos sivió como una especie de maná balsámico contra la dureza de la metereológía. Hogazas de pan de pueblo, ensaladas, licores y dulces completaron una grata velada que dio paso a un dancing entre los más animosos. Pasaban la una y media cuando los últimos abandonamos las brasas que secaban el tenderete de calcetines y botas.

Carlos Cuerda.

Álbum de Google Fotos de la Cascada de la Cimbarra (ver en presentación de diapositivas)

Aquí tienes el Track de la ruta: "CASCADA DE LA CIMBARRA"

PANORAMAS (Clic sobre las imágenes para ampliarlas)



Vídeo con imágenes de la cascada de la Cimbarra tras la crecida por la "ciclogénesis explosiva" del día 19 de enero de 2013