DESCRIPCIÓN DE LA RUTA
Me encontré con muy poca nieve, solo algunos neveros desperdigados en las cotas más altas, por lo que a los crampones les di un largo paseo por las montañas. Casi no hizo viento y el sol brilló intensamente durante toda la jornada, el acierto en el cambio realizado fue pleno. Dormí en mi coche la noche del sábado a casi 2000m de altitud junto a la cadena que corta el camino en la loma de Maitena. Por la mañana me reuní con los montañeros malagueños, Manolo, Andrés y María, que puntualmente a las 9h llegaban con muchas ganas para comenzar esta exigente ruta de alta montaña. Nos encaminamos hacia el refugio de Peña Partida, restaurado y en muy buenas condiciones para albergar hasta 10 personas perfectamente acomodadas. Desde allí enfilamos la loma de los Cuartos hasta alcanzar su puntal, el primero de los cinco tresmiles que estaban en nuestro camino. Desde allí las vistas hacia el oeste de las cumbres de Sierra Nevada son simplemente maravillosas. Luego nos dirigimos hacia el este y llegamos al puntal de Tajos Negros, con las lagunillas de Juntillas al sur y los Lavaderos de la Reina al norte, estos casi exentos de la nieve que solo un mes antes cubría completamente las praderas verdes que por la tarde íbamos a visitar.Para llegar al Cerro Pelao hay que pasar por una pequeña cresta, que por supuesto no nos perdimos y pateamos subiendo y bajando sus rocas, porque el resto del camino por la cuerda es llano y carente de la emoción que da el sube y baja por el roquedo de la cresta.El Cerro Pelao fue el primer tresmil que hice en el año 2004, por eso 12 años más tarde tenía tantas ganas de volver a visitar. Además me faltaba por caminar un tramo de la cuerda de los tresmiles entre el Puntal de los Cuartos y el Puntal de Juntillas, que este año al fin he podido completar. No hay pues recoveco en las cimas que superan los tresmil metros de Sierra Nevada, que no hayan pisado mis pies
Desde la cumbre del tresmil más oriental de la sierra las vistas hacia el oeste, si antes dije que eran maravillosas, ahora digo que son flipantes y de eso las fotos dan buena cuenta. Descendimos hacia el Puntal de Juntillas que antes lo dejamos de lado a nuestra izquierda,aunque antes paramos a comer y nos resguardamos del poco viento que soplaba, contemplando hacia el este las cumbres de los dosmiles que ya se perdían en el cielo claro, sin nubes ni neblinas en la provincia de Almería. Pasado el Puntal de Juntillas, solo queda proseguir hasta el mojón que se encuentra marcando en Picón de Jerez, quinto y último tresmil de la jornada. Hacemos las últimas fotos del lugar y de las cumbres y comenzamos el descenso en diagonal por la cara oeste dirigiéndonos a la base de los Tajos Negros, donde manan los primeros arroyos que dan origen al río Maitena. El descenso sin dificultad se hace por donde se puede, salvando la roca suelta que conforma un gran pedregal. Una vez en los Lavaderos de la Reina, ya sin el gentío que durante todo ese día se había dado cita allí, pudimos disfrutar de este fantástico lugar, uno de los más hermosos rincones que tiene el Parque Nacional de Sierra Nevada. Los arroyos se habrían paso entre los últimos neveros, atravesados por los túneles que el agua ha horadado bajo ellos. Las praderas verdes de los borreguiles, los blancos neveros, el cielo transparente y de intenso azul, el colorido de los tajos Negros y el frescor del agua que en múltiples y ruidosas cascadas desciende por este gran circo, no dejan de sorprender a cada paso que andamos haciendo que sea un lugar para el disfrute de los sentidos, pero que la hora ya tardía hizo que tuviéramos que atravesar rápido y casi sin pausa, sin apenas tiempo para saborear aquel suculento lugar
Una vez que llegamos a la acequia de Papeles, al principio en superficie y luego ya entubada y soterrada, solo nos queda meter la quinta velocidad y llegar al punto de partida en el menor tiempo posible, aunque el camino recorrido es largo y algo monótono, pero con la ventaja de que el desnivel es muy suave y casi imperceptible. Terminamos a las 20,30h cuando las luces del atardecer teñían de colores anaranjados las cumbres del Veleta, el Mulhacén y la Alcazaba, dando así por concluida esta ruta que durante tanto tiempo había tenido en mente y que por diversas circunstancias nunca pude llegar a realizar. Sueño pues cumplido, con la gratificación de la excelente compañía de Manolo, Andrés y María.
Crónica escrita para el foro Sevillactiva.
Álbum de Google Fotos (ver en presentación de diapositivas)
Aquí tienes el track de la ruta:
PANORAMAS (Clic sobre las imágenes para ampliarlas)