DESCRIPCIÓN DE LA RUTA
Como llegó el mes de abril, hicimos una ruta con sabor a Feria en la malagueña Sierra Blanca de Ojén.
Ya se venía fraguando desde unas semanas antes este singular evento, que si bien yo me lo tomé a broma, se confirmó el mismo día que partimos hacia Marbella, pues ante mis atónitos ojos, aparecieron en una caja los complementos que cualquier flamenca se pone, para pasar una tarde en la caseta de la feria de Abril en Sevilla.
Esto no quitó seriedad a la ruta, que fue exigente, cambiando el track e improvisando sobre el terreno ante cualquier novedad que nos iban presentando los nuevos senderos trazados en esta Sierra, combinando las sendas de los tres picos, la Concha y del Zumaquero.
La ola de intenso frío que llegaba al sur peninsular, tampoco restó calor al momento álgido del día que vivimos en la cima de la Concha, pues rápidamente un pedacito de la feria de Abril invadió el magnífico balcón al Mediterráneo y Marbella, en el que las tres montañeras flamencas del club Elbruz que me acompañaban, bailaban al ritmo de alegres sevillanas. Yo no, no me arranqué , porque eso de bailar no es lo mío.
Hecho este preámbulo, paso a describir con más de detalle la ruta, que difiere algo a la ya realizada en el año 2010. Si bien en aquella ocasión pernoctamos en el hotel refugio del Juanar ubicado en el punto de inicio de la ruta, debido a que por la pandemia permanecía cerrado, tuvimos que hacerlo en Marbella y desplazarnos a primera hora de la mañana hasta el parking del hotel, donde comenzamos a caminar.
Al principio lo hacemos por un camino carretero que tras describir varias curvas gana altura entre el pinar, para llegar a una cancela que corta el paso a los vehículos. Poco más adelante encontramos un desvío señalizado que nos conduce hasta el mirador del Corzo, al cual se llega en breve y donde disfrutaremos de bonitas vistas de Ojén y el entorno costero de Marbella.
Proseguimos por este senderillo en suave ascenso, para poder sortear los tajos Negros y alcanzar su cima (1.084m), que incluimos dentro de la cuenta de cuatro que vamos a realizar a lo largo del día. Aquí encontramos una vez más, bonitas vistas y unas peñas con antenas, a las que yo no me pude resistir subir, mientras que el resto del grupo comenzó el descenso hacia el puerto de Marbella. Una vez todos juntos, continuamos perdiendo cota hasta llegar al monumento al macho montés, consistente en la estatua metálica irresistible al objetivo de cualquier cámara fotográfica con la que hacerse selfies (estilo Pataki).
Desde aquí tomaremos otro desvío que nos conduce a la segunda cima del día, la Cruz de Juanar (1.178m), que es una montaña de forma casi cónica, con vertiginosa subida que en algunos tramos es muy acentuada, aunque no imposible. En la cúspide encontramos una cruz y una pequeña capilla con una virgen, a cuyos pies descansamos y comimos para reponer fuerzas, aunque tampoco faltó motivo para seguir haciendo fotos encaramados a la cruz o con las magníficas vistas sobre la costa mediterránea como telón de fondo.
El descenso de la Cruz del Juanar por la cara sur, es parecido en sus características al de ascensión, con tramos muy en pendiente, aunque con abundante arbolado de pinos, pudiendo encontrar algún ejemplar de gran tamaño y ramaje, digno de pararse para contemplarlo y ser retratado, como así hicimos. Si seguimos el sendero, pronto encontramos la senda que conduce por la cuerda de la sierra hasta la Concha, además de ver carteles indicadores de otra senda, la de Mario Zumaquero, que si bien ahora ignoramos, después a la vuelta la tomaremos para variar.
Entre lastones y matorral vamos avanzando sin a penas ganar altura hasta un punto donde el sendero cambia a la vertiente oeste de la sierra, y que perdiendo altura, nos conduce hasta la parte baja de una pared vertical que se conoce como el Salto del Lobo, donde se han habilitado unas cadenas en un par de puntos, pues parece que aquí se ha producido algún accidente con fatales consecuencias. Como nosotros somos buenos montañeros, cruzamos este paso sin a penas alterarnos, hasta encaramarnos al puertecillo que existen entre el cerro Lastonar y el mencionado Salto del Lobo, que es buen lugar para echar una mirada atrás y contemplar lo agreste de la sierra Blanca en este punto, así como la vista del monte Torrecilla que se le levanta majestuoso al otro lado del valle del río Verde.
Ahora cambiamos de vertiente y nos movemos por la cara este de la sierra, ganando altura de forma progresiva y dejando la cima del cerro Lastonar a nuestra derecha, el cual una vez se queda atrás, nos permitirá contemplar una bonita vista de la cresta que hemos de seguir para llegar a nuestro objetivo final, que es la cima de la Concha. En el punto de inicio de la cresta, encontraremos unos ejemplares de palmito que para mi gusto, constituye la estampa más bonita que se puede contemplar en toda la ruta. El avance por la cresta tiene diferentes opciones, pudiendo tomar el que más interese según la forma física de cada uno, optando en nuestro caso por la más aérea y emocionante.
Cuando alcanzamos la cima de la Concha (1.215m), observamos una magnífica panorámica de la ciudad de Marbella y toda su costa, así como las sierras del entorno entre las que destaca la sierra de las Nieves con su imponente monte Torrecilla y el embalse de Instán en el río Verde. Este es el lugar más adecuado para a resguardo entre las rocas de la fría brisa, detenerse durante largo rato contemplando el paisaje, además de comer y reponer energías, para luego entrar en calor y bailarse unas sevillanas.
Iniciamos la vuelta, desandando la cresta y justo donde se encuentran los singulares palmitos de los que antes hablé, nos desviamos por un sendero alternativo que nos permitirá acceder a la cima del último y más alto pico de toda la ruta, el cerro Lastonar (1.275m), donde a falta de vértice geodésico, un mojón de piedras marca la máxima cota. Desde este punto comenzamos un marcado descenso siguiendo los hitos de piedras que de vez en cuando encontramos entre las matas, desembocando en el sendero que a la ida seguimos hasta la Concha. Atravesamos nuevamente los pasos con cadena del Salto del Lobo y continuamos por el mismo camino ya andado anteriormente. Solo cuando encontremos unos carteles indicadores del sendero de Mario Zumaquero, nos desviaremos para continuar por esta senda diferente, y que nos permitirá conocer otros rincones de la sierra Blanca.
Nuevamente volveremos a confluir con la senda principal que ya andamos por la mañana y continuaremos por ella hasta el desvío que accede al cerro de la Cruz del Juanar, el cual dejaremos a la derecha para continuar un largo descenso entre pinos que nos conduce a un gran pinar ubicado en la gran hoya que forman la confluencia de las sierras Blanca, Canucha y el cerro Cruz del Juanar. Como ya la luz del día iba escaseando, no paramos para disfrutar de este magnífico bosque con grandes ejemplares de pino, sobre cuyo suelo suele crecer un magnífico helechal, que por las fechas todavía no había reverdecido. Cuando salimos del bosque de pinos, nos encontramos con un olivar, que en otras ocasiones he encontrado alfombrado de helechos, pero no en esta por el motivo ya indicado. Aquí nos encontraremos con un amplio camino carretero que conduce hasta el punto de inicio y que solo hemos de seguir para terminar esta magnífica ruta en al que hemos coronado cuatro picos de gran belleza en la sierra Blanca de Ojén.
(Este álbum cuenta una historia cronológicamente ordenada, por lo que es recomendable ver en presentación de diapositivas. Pero antes pon el fondo musical que más te guste, para que visualizar más de 98 fotos resulta más ameno )
El track de la ruta:
VÍDEO DE LA RUTA
PANORAMAS (CLIC SOBRE LAS IMÁGENES PARA AMPLIARLAS)