O CAMIÑO DOS FAROS DÍA-2 ETAPA-4 "LAXE-AROU"

   El día había amanecido con niebla y con mar en calma sin ningún oleaje, pero la visibilidad alcanzaba para poder ver el entorno más próximo. Como aquel día habíamos coincidido en Laxe, con una compañera del club Elbruz y unas amigas que la acompañaban, hicimos todo lo posible por vernos e iniciar el camino todos juntos, y aunque esto fue posible en los primeros kilómetros, pronto nos distanciamos, siguiendo cada grupo su camino y a ritmos diferentes.  

    La segunda etapa comienza siguiendo la ruta do Percebe de Laxe, que bordea la península situada al norte de la población, y que gana altura progresivamente hasta alcanzar en el punto más elevado del monte da Insua, el faro de Laxe, que se presenta como una construcción moderna recubierta de azulejos blancos. Junto al faro se encuentra una escultura denominada "a espera" que representa la angustia de la esposa, ante la incierta vuelta del marinero que partió a la mar y no regresa.

   Terminamos de bordear la península, llegando a la praia dos Cristais, ubicada detrás del cementerio de Laxe, y que recoge los fragmentos de cristales erosionados por la acción del oleaje del mar, de un antiguo vertedero de vidrios. Esta curiosa playa, atrae a numerosos turistas, entre los que nos encontramos nosotros, ávidos de realizar fotos y vídeos con los fragmentos multiculores de cristalitos que han desplazado a la arena primitva. 

   Continuamos la línea de costa, siguiendo un sendero que vuelve a ganar altura hasta el Petón do Castro, cima desde la cual debiéramos ver la hermosa praia de Soesto, pero que la niebla aunque no es espesa, casi no nos permite ver. En este punto nos detenemos a comer y descansar, contemplando las efímeras vistas que por momentos nos permite la niebla en retirada. Durante el descenso la claridad empieza a dominar, descubriendo ante nosotros las arenas blancas de la playa de Soesto, que ahora si vemos y pisamos aprovechando la baja mar.

   Dejando la playa atrás, proseguimos por la costa acantilada de no mucha altura, encontrando alguna recoleta cala como praia do Amado, tras la cual llegaremos a otra de las grandes playas de la etapa, esta vez se llama praia de Traba, que a penas pisamos, pues unas pasarelas nos conducen tras la línea de dunas y el río, hasta algunos observatorios de aves que miran a la lagoa de Traba, humedal donde numerosas aves encuentran refugio. Después de ver algún pajarillo entorno al sendero, nos dirigimos hacia el área recreativa de Mordomo, pues no tuvimos la suerte de observar ninguna de las especies de aves que los carteles informan de su existencia en el lugar. Aquí nos detuvimos para comer, aprovechando la existencia de servicios públicos y fuente con agua potable.

   A partir de aquí comienza el tramo más bonito y sorprendente de la ruta, y quizás también del trekking, pues nos adentramos en el camiño real Sabadelle-Mordomo, donde existe un roquedo de granito erosionado por la acción del oleaje, con numerosas rocas de caprichosas formas. Tuvimos la fortuna de que el sol comenzaba a iluminar el día, luz que nos permitiría disfrutar plenamente del fantástico paisaje que estábamos a punto de descubrir. Aquí encontraremos numerosos senderillos que nos permiten perdernos entre los grandes batolitos graníticos, para descubrir los rincones más sorprendentes de este paraje singular.

    Cuando dejamos los senderillos y retomamos el camino, llegaremos a una sucesión de calas con arena, hasta una de las cuales accede una carretera asfaltada que nos conduce hasta Camelle. Para llegar al pueblo atravesamos la playa, y una vez en su paseo marítimo, nos dirigimos hasta el mueso de Man, sorprendente artista alemán que habitó en Camelle, y que tras su desaparición el pueblo quiso recoger parte de su legado en el citado museo. En las afueras del pueblo, junto al dique rompeolas, se encuentra la casa do Alemán de Camelle, donde habitó el original artista.

   Bordeamos la costa trasera de Camelle, siguiendo un tramo de camino que finaliza en la carretera que conduce a Arou, y después de pasar por praia da Lagoa y el merendeiro do Curro, ya podemos contemplar ante nosotros la playa y la población de Arou, donde finalizamos la etapa. Mientras esperábamos el taxi que nos llevaría de retorno al hotel en Laxe, nos tomamos la merecida cerveza en uno de los bares del pueblo.

Llegando a la playa de los Cristales, tras el cementerio de Laxe.

Furna en monte da Insúa.

Descenso a praia de Soesto.

Praia de Soesto desde punta do Catasol.

Praia do Amado.

Pasarelas junto al río de Traba, para acceder a su lagoa.

Vista atrás con praia de Mordomo al fondo.

Una de las furnas, que encontramos después de pasar por praia de Mordomo.

Formaciones rocosas curiosas junto a punta da Cruz da Rosa

Costa rocosa entre punta da Cruz da Rosa y punta das Pías.

Praia de Camelle.